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I
De Algarra en el territorio
Quisisteis aparecer
Y en un desierto poner
Vuestro celestial emporio
Porque en este eremitorio
Se os rindiese admiración.
II
Un devoto caminante,
Su caballo al abrevar,
Os vio al tiempo de mirar
Cerca de una hermosa fuente.
Dio cuenta y acudió gente,
Tal fue vuestra aparición.
iii
Santerón de inmemorial
Es vuestro timbre entre tantos
Porque de todos los santos
Vos sois Reina Celestial,
Y pues nuestro amor filial
Aviva esta advocación.
IV
Entre sierras y colinas
Y en medio de amenos prados
De los pueblos angustiados
Sois recursos de sus minas,
Y vuestras gracias divinas
Son siempre de salvación.
V
Vuestra gloria es singular
De tres reinos comarcanos Los próximos y lejanos
Os vienen a visitar.
Allí merecen lograr
El fin de su petición.
A Vos en toda aflicción
Dirigimos nuestros votos.
Amparad vuestros devotos,
¡Oh, Virgen de Santerón!
VI
Miráis a vuestra Castilla,
Aragón a vuestra diestra,
Valencia a vuestra siniestra,
Así en todas partes brilla
Cual prodigio y maravilla
De vuestras gracias la acción.
VII
Algarra y Garcimolina, Vallanca con el Cubillo,
Devoción y amor sencillo
Hacia Vos los predomina.
Gratitud protestait fina Anualmente en procesión.
VIII
Vos sois la brillante aurora
Que a todos ilumináis,
Gracias sin fin dispensáis
Al creyente en toda hora.
Si vuestro favor implora, Alcanza gracia y perdón.
IX
Sois también la nube mística
Que dais aguas con portento
Cuando el campo está sediento
Y el labrador os suplica.
Entonces grato publica
Vuestra gran predilección.
X
En azotes de contagio,
En las plagas pestilentes
A Vos acuden las gentes
Y encuentran pronto sufragio.
Nadie padece naufragio
Si os invoca su aflicción.
XI
Los enfermos y los sanos,
Los justos y pecadores,
Todos os rinden loores
Y pónense en vuestras manos;
Vuestros dones soberanos Piden sin intermisión
XII
Hasta el sencillo pastor
Que apacienta sus ganados
Viéndoos desde los collados
Se arrodilla con candor
Y enternecido de amor
Os ofrece el corazón.
XIII
Os rinden adoraciones
Las milicias celestiales
Y sois para los mortales
Imán de sus corazones,
Norte y luz de sus acciones,
Su gloria mejor blasón.
XIV
A vuestros pies con sollozos
Y afectos de devoción,
Todos en piadosa unión
Entonamos vuestros gozos.
Niños, ancianos y mozos
Piden vuestra bendición.