Esta web es soportada económicamente por la Asociación de Vecinos y Mayores Peña el Pardo
________________________________________________________________________________

ASOCIACIÓN PEÑA EL PARDO ASOCIACIÓN PEÑA EL PARDO
Novela: El Eco de las Espadas

Introducción y publicación por entregas:
«EL ECO DE LAS ESPADAS»
Asociación de personas mayores Peña el Pardo
Revista Histórica y Cultural
«Entre la piedra y la fe, una fortaleza escribe su destino»
Bien fallados seades, leedores, en aqueste viage que passa por los siglos et torna los sones d’aquella sazon en que la fe, el açero et la cobdicia texieron el fado d’un regno. En los cartapacios que agora se siguen, damos el primer recreo de «El Eco de las Espadas», estoria que se arraiga en la Baxa Edat Media de Castiella, en aquellas terras bravas et de frontera que oy dia son llamadas Castiella-La Mancha.
Bienvenidos, lectores, a un viaje que atraviesa los siglos y resucita los ecos de una época donde la fe, el acero y la ambición tejieron el destino de un reino. En las páginas que siguen, presentamos el primer adelanto de «El Eco de las Espadas», una novela histórica que sumerge sus raíces en la Baja Edad Media castellana, en ese territorio agreste y fronterizo que hoy conocemos como Castilla-La Mancha.

Inicio del camino de la Vera, 1347 ¿Qué secretos guardan las murallas del castillo de Moya?
En un mundo donde las órdenes militares —Santiago y Calatrava— pugnaban por el control de rutas sagradas y tierras baldías, un hombre, Juan González de Roa, «el mozo» (noble de segundo rango, no de alta nobleza, s. XV). Con su presencia en Moya (ficcionada s. XIV), como un encargo real temporal «por orden de Alfonso XI, para control en las zonas rurales de la Mancha y el valle del Tajo, de los mudéjares», como comisionado regio y labores de alcaide. Carga sobre sus hombros el peso de una misión imposible: sostener la unidad de su gente mientras el reino se fractura. Su historia, rigurosamente documentada, pero narrada con la pasión de la ficción, es el hilo que nos guía a través de intrigas palaciegas, batallas espirituales y la silenciosa resistencia de los peregrinos que, bajo la sombra de la Ruta de la Vera Cruz, buscaban redención.
¿Por qué desapareció un pueblo entero?
La lucha entre estos muros, las intrigas, la devoción mariana —encarnada en vírgenes aparecidas como la de Tejeda o Santerón— se entrelaza con leyendas templarias nunca confirmadas, pero imposibles de erradicar. Aquí, los setenarios de siete días (ya modernos), consagraban la fe en ermitas perdidas, mientras los campesinos y ganaderos de la heredad de la casa de labor de Casas de Garcimolina, (hoy apenas un eco en los archivos), labraban su supervivencia entre el olvido y la repoblación.
Una trama coral,1 un misterio histórico
Esta obra, estructurada como un tapiz de voces —caballeros, artesanos, peregrinos como el misterioso Herminio, cuyo mimbre simboliza la fragilidad humana—, alterna, eventos históricos verificables con relatos íntimos que desafían el tiempo. ¿Qué ocurrió realmente entre 1284 y 1292?, ¿Moya fue arrasada y sus emblemas borrados?, o no. ¿Por qué la Orden de Santiago perdió el control frente a Calatrava? Y, sobre todo, ¿quién traicionó a quién?
En esta primera entrega, descubrirán:
- El Castillo de Moya: bastión entre dos mundos, donde el viento aún susurra las plegarias de los caídos.
- La sombra de los Templarios: aunque no hay pruebas de su presencia, su herencia late en rituales y símbolos.
- La emboscada en el nogueral: un joven caballero, Álvaro, enfrentará su primera prueba de sangre en defensa de los peregrinos.
«El Eco de las Espadas» no es solo una novela: es una invitación a caminar por senderos olvidados, donde cada piedra, cada documento rescatado del silencio (como el Censo de Pecheros de Carlos I que menciona por primera vez a Garcimolina), nos habla de un mundo que creíamos perdido.
Queridos lectores, os invitamos a un viaje por los caminos olvidados de la Serranía Baja conquense, donde la historia y la leyenda se entrelazan en cada piedra. «El Eco de las Espadas» no es solo una novela histórica: es una puerta abierta a ese territorio agreste y fronterizo que se extiende entre las despobladas sierras de Moya, los venerados santuarios de Santerón y Algarra, y las humildes aldeas y casas de labores, como Garcimolina, Santo Domingo o Fuentelespino de Moya, resistieron el paso de los siglos.
¿Reconocéis estos parajes?
Quizá os suenen sus nombres, evocadores y misteriosos, como ecos de un pasado que aún late en fuentes escondidas, en ruinas de ermitas y en senderos que serpentean entre sabinares. Esta es la tierra que pisaron los caballeros de Calatrava y Santiago, donde los peregrinos de la Ruta de la Veracruz buscaban refugio, y donde pastores y labriegos tallaron su existencia entre la devoción y la supervivencia.
El Castillo de Moya, erguido sobre su cerro como un centinela de piedra, domina este paisaje áspero y bello. Desde sus almenas se divisan las torres de vigía y los caminos que llevan a Santerón, con su ermita mariana rodeada de leyendas; a Algarra y su castillo, donde las romerías tejían comunidad, y a esos pequeños mundos —Las casas de labor y corrales de García Molina, Santo Domingo, Fuente del Espino—, cuyas fuentes y majadas fueron testigos mudos de historias cotidianas y extraordinarias.
¿Qué secretos guardan estos andurriales?
En «El Eco de las Espadas», cada lugar tiene su voz:-
La casa de García Molina, una simple heredad o casa de labor, perdida en los documentos, que esconde la tenacidad de quienes repoblaron estas tierras.
-
Los bosques de nogueras, pinos y sabinas, donde bandidos y peregrinos se cruzaban en noches de luna menguante.
-
Las fuentes y lavaderos, puntos de encuentro donde se compartían noticias, temores, anhelos y esperanzas.
Esta es una historia de frontera, donde lo sagrado y lo profano se mezclan: las apariciones de vírgenes en encinares, los setenarios (ya muy modernos para esta historia), en ermitas aisladas, y las luchas entre órdenes militares por controlar no solo tierras, sino almas.
¿Por qué importa hoy esta historia?
¿Por qué estos parajes? —aunque hoy algunos sean apenas un recuerdo— moldearon la identidad de una región. En sus piedras, en sus documentos y en su tradición oral, encontramos las raíces de una resistencia callada: la de quienes, como el señor don Juan González de Roa, el peregrino Herminio o el caballero Álvaro, eligieron la lealtad a sus ideales frente a la conveniencia.En esta primera entrega, descubriréis:
-
El Castillo de Moya en su esplendor, cuando sus muros albergaban tanto a señores como a pastores.
-
La ermita de Santerón, faro espiritual en un territorio peligroso.
-
La granja de Garcimolina, ejemplo de cómo la vida se abría paso, incluso en tiempos de guerra.
«El Eco de las Espadas» es una invitación a recorrer, con rigor histórico y pulso narrativo, esos lugares que, aunque os suenen lejanos, son parte de vuestra memoria. Porque la historia no solo se escribe en grandes ciudades, sino también en estos rincones donde el viento aún susurra nombres como Moya, Santerón, Algarra y Garcimolina …
¿Están preparados para oír el eco?
Continúa en el próximo número:
Capítulo 9: Nuevas generaciones y su propio camino el 31-10-2025
ACCESO A LOS CAPÍTULOS YA EDITADOS
Introducción del autor
Prólogo
PRIMERA PARTE FICCIONADA
I: El castillo de Moya
II: La sombra de la rivalidad
III: La conformación del poder
IV: La llegada de los peregrinos
V: La victoria de la fe
SEGUNDA PARTE NOVELADA
1. El inicio del viaje, abril de 1347
2. Herminio, el peregrino del mimbre
3. La huella del caminante
4. La nueva misión de Herminio en Moya
5. Reflexiones del camino
6. Una tradición perdurable
7. Un ciclo de enseñanza y aprendizaje
8. Una nueva era, preceptos del Mimbre y el Mimbrito
9. Nuevas generaciones y su propio camino
10. La obra de Herminio
11. Nuevos horizontes
12. Reflexiones en el umbral
13. El regreso de Herminio
14. Los canastos de la memoria
15. Semillas de esperanza
16. Una marca que perdura
17. Los caballeros de la luz
FIN
EPÍLOGO
Nota del editor:
Esta obra ha sido investigada con fuentes primarias, desde crónicas medievales hasta registros arqueológicos del cerro de Moya. Cada entrega irá acompañada de un anexo con bibliografía histórica para los lectores más exigentes.
Para no ser reiterativos, se han publicado todas las fuentes consultadas de un sola vez, al pie del documento, es la bibliografía total de la novela.
Ilustraciones y grabados que aparecen en la publicación:
Basados en las técnicas pictóricas de Jan Van Eyck (c. 1390-1441):
Maestro flamenco y pionero de la pintura al óleo en el Renacimiento nórdico. Es reconocido como una de las figuras fundacionales de la pintura occidental y máximo representante de la escuela flamenca del siglo XV. Su dominio técnico y conceptual revolucionó el arte europeo, especialmente mediante el perfeccionamiento de la pintura al óleo, lo que le permitió alcanzar cotas de realismo y simbología sin precedentes.
Características estilísticas y aportaciones técnicas
-
Hiperrealismo y precisión óptica:
- Van Eyck elevó la técnica al óleo mediante el uso de capas translúcidas (glacis), lo que facilitó la recreación de texturas minuciosas en telas, metales, joyas y superficies naturales.
- Su tratamiento de la luz, con gradaciones sutiles y sombras articuladas, confería volumen tridimensional y profundidad espacial a sus composiciones.
-
Simbología compleja y narrativa visual:
- Integró en sus obras un repertorio de elementos simbólicos (espejos, frutas, animales, inscripciones) que operaban como capas de significado adicional, a menudo vinculadas a temas religiosos, morales o sociopolíticos.
- Obras como El matrimonio Arnolfini (1434) son estudiadas por su densa carga alegórica y su capacidad para documentar la cultura material de la época.
-
Innovaciones técnicas y firmas autógrafas:
- Perfeccionó la estabilidad y brillo de los pigmentos al óleo, superando las limitaciones del temple al huevo predominante hasta entonces.
- Sus obras frecuentemente incluían inscripciones como «Als ik kan» (“Con lo que puedo”), reflejando una conciencia autoral innovadora para su tiempo.
Legado e influencia
Van Eyck sentó las bases estéticas del Renacimiento nórdico e influyó en artistas como Hans Memling, El Bosco y, posteriormente, en maestros del Barroco. Su obra marca la transición definitiva del Gótico internacional hacia un naturalismo empírico que anticipó desarrollos posteriores en Europa.
Conexión con reconstrucciones históricas y culturales
La estética de Van Eyck resulta singularmente adecuada para recreaciones visuales de escenarios medievales y protomodernos, tales como:
- Escenas de vida cotidiana y poder señorial (ej.: el Castillo de la Moya o figuras como Gonzalo de Roa).
- Entornos rurales y simbología sacra (ej.: peregrinos, cruces, arados y utensilios como cestos y canastos).
- Narrativas históricas ambientadas en espacios como Santerón o el personaje del Zurdo, donde el detalle realista y la carga simbólica enriquecen la comunicación.
Su capacidad para integrar precisión documental con profundidad conceptual permite que las imágenes no solo ilustren, sino que interpreten contextos históricos, reforzando el axioma de que “una imagen vale más que mil palabras” en la divulgación del patrimonio cultural.
PIE DE PÁGINA
-
Narrativa coral:
Se refiere a un enfoque de narración donde la historia se relata por medio de diferentes voces o narradores, en vez de apoyarse en un solo punto de vista. Cada personaje, comúnmente desempeñándose como el personaje principal, proporciona una perspectiva singular de los acontecimientos, lo cual facilita la elaboración de una narración polifónica y enriquecida por la diversidad de experiencias y emociones. Este enfoque fomenta una interpretación más exhaustiva y minuciosa de la historia, dado que los sucesos se presentan desde múltiples puntos de vista, lo cual realza la complejidad y la autenticidad de la narrativa.
-
Fungir:
Desempeñar un empleo, cargo o función. “Desempeñar una función, a veces sin tener el nombramiento preceptivo”.
-
Setenarios:
Agrupaciones simbólicas de siete elementos en contextos espirituales o teológicos, destacando la relevancia del número siete, como símbolo de plenitud y perfección. Tradición cristiana, mística medieval; estas estructuras organizaban conceptos clave en grupos de siete, mostrando un marco para la reflexión y el crecimiento espiritual.
- Los siete dones del Espíritu Santo: Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
- Las siete virtudes: fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
- Los siete pecados capitales: Soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
- Las siete bienaventuranzas: Interpretadas a partir del Sermón del Monte.
- Las siete peticiones del Padrenuestro: Cada una se considera un antídoto espiritual frente a los pecados o debilidades humanas.
-
Orden del Temple:
Conocida como los Caballeros Templarios. Fundada en 1119 por Hugo de Payns tras la Primera Cruzada, su misión original era proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa.
-
Los pecheros:
Eran individuos pertenecientes al tercer estamento en la España del régimen antiguo, no pertenecientes a la nobleza ni al clero, y estaban obligados a abonar tributos directos a la Corona española. El término viene de “pecho” o “pecha” (tributos medievales). Principalmente, eran agricultores, artesanos y residentes de villas, cuya situación tributaria no se basaba en su riqueza, sino en su obligación de contribuir.
-
Alfoz:
Se trataba de un término de la era medieval que se utilizaba para referirse a un territorio rural bajo la jurisdicción de una villa principal, en el que se congregaban diversas aldeas. Poseía responsabilidades fiscales, judiciales y militares, desempeñando un papel crucial durante la Reconquista.
-
Señorío de realengo:
Tierras bajo control directo del rey, en contraposición a las tuteladas por nobles o la Iglesia, el monarca podía concederlas por merced o venta.
-
Vísperas:
Los miembros de la Orden de Santiago practicaban un rito denominado la Plegaria del Caballero, que se sincroniza con las horas canónicas de la Iglesia. Rezaban en momentos específicos del día. Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. La misa conventual y la liturgia de las horas, pilares esenciales en su vida espiritual.
-
Prácticas de armas abiertas
En los castillos de las órdenes militares solían realizarse, en espacios amplios y despejados dentro del recinto fortificado, como el patio de armas. Este era el corazón del castillo, una gran explanada central donde los caballeros entrenaban en combate cuerpo a cuerpo, manejo de espadas, lanzas, arcos y tácticas de formación. Además del patio de armas, algunos castillos contaban con terrazas exteriores o explanadas cercanas que también se usaban para ejercicios ecuestres y simulacros de batalla. Estos entrenamientos eran esenciales para mantener la disciplina y la preparación militar de los caballeros, guerreros altamente entrenados.
-
Pertenencia a un grupo:
Es cuando un individuo se siente parte de un conjunto de personas que comparten algo en común: afición, cultura, ideología, actividad o una edad…
-
Bordón:
Cayado largo de madera que sirve de apoyo durante el camino y tiene un significado simbólico en la peregrinación. Su uso se remonta a la Edad Media y suele estar coronado por un puño del que cuelga una calabaza.
-
Limosnera:
Típica de la época, era un recipiente sencillo, a menudo de tela o cuero, que servía para llevar la limosna que se recogía de donantes.
-
Ucronías:
Relatos que imaginan cómo habría sido la historia si un hecho del pasado hubiera ocurrido de forma diferente. Es decir, son reconstrucciones ficticias de la historia basadas en un punto de divergencia.
-
La Carola:
Danza medieval en círculo, acompañada por el canto de los propios bailarines. Aunque no se han conservado partituras específicas, los instrumentos que solían acompañar este tipo de danzas incluían:
- Tamboriles: Marcaban el ritmo con golpes constantes.
- Flautas dulces: Añadían melodías suaves y fluidas.
- Cornamusa: Un instrumento de viento similar a la gaita, con un sonido potente.
- Chirimía: Antecesora del oboe, con un timbre agudo y expresivo.
- Laúd: Instrumento de cuerda pulsada que aportaba armonía.
- Castañuelas: Utilizadas para marcar el ritmo con percusión manual.
CRONOLOGÍA DE LAS ÓRDENES MILITARES
Orden de Santiago (1210 – 1300)
- Justificación: Tras la conquista de Moya por Alfonso VIII de Castilla en 1210, la villa y su castillo fueron entregados a la Orden de Santiago para su defensa y repoblación de la frontera con al-Ándalus. Es el dominio más largo y estable.
- Evidencia: Documentos reales de donación y confirmaciones posteriores de la posesión Santiaguista.
Orden de Montesa (1300 – 1304)
- Justificación: Mediante una bula papal (Sane Considerante) del Papa Bonifacio VIII (11 de julio de 1297), se autorizó al rey Jaime II de Aragón a crear la Orden de Montesa y asignarle los bienes de la disuelta Orden del Temple en la Corona de Aragón. Sin embargo, Jaime II formalizó la cesión de Moya (que era castellana, no aragonesa) a Montesa en 1300, buscando fortalecer esta nueva orden en la frontera.
- Fecha exacta de finalización:
- Justificación: La cesión de Moya (territorio castellano) a una orden aragonesa (Montesa), generó un conflicto diplomático entre Castilla y Aragón. Mediante el Tratado de Torrellas (8 de agosto de 1304), que fijaba las fronteras entre ambos reinos, Jaime II de Aragón acordó devolver Moya a Castilla.
- Evidencia: Bula papal de 1297, documentos reales aragoneses de cesión a Montesa (1300) y texto de la sentencia arbitral del Tratado de Torrellas (1304).
Fin del dominio directo de las órdenes militares (1304 en adelante).
- Justificación: Cumpliendo el Tratado de Torrellas, la Orden de Montesa, dejó Moya, que volvió a la Corona de Castilla bajo el rey Fernando IV.
- A partir de entonces, Moya fue gobernada por señores laicos nombrados por el rey (Señorío de Realengo 7), aunque mantuvo vínculos históricos con Santiago y tuvo Comendadores santiaguistas en su territorio. Nunca más volvió a estar bajo el dominio directo de una orden militar como villa propia.
- Evidencia: Aplicación del Tratado de Torrellas y aparición de tenentes.
Conflictos que marcaron la región
- Guerra Civil Castellana (1366–1369): Moya fue escenario de enfrentamientos entre los bandos de Pedro I «el Cruel» (apoyado por Inglaterra) y su hermanastro don Enrique de Trastámara (respaldado por Aragón y Francia). La guerra dejó la zona devastada y sembró el caos institucional. Las órdenes Militares, tanto la Orden de Santiago como la de Calatrava, intentaron hacerse con el control de Moya, aprovechando su valor defensivo y su ubicación clave en las rutas entre Castilla y Aragón.
- Consecuencias para la población, el auge del bandolerismo. Tras conflictos como la Guerra de los Dos Pedros (1356–1369), muchos soldados y mercenarios quedaron sin paga ni señorío. En la Baja Sierra esto se tradujo en: Grupos armados itinerantes, no eran ejércitos regulares, sino bandas de excombatientes desmovilizados, mercenarios sin contrato.
BIBLIOGRAFÍA
-
Alfonso X el Sabio
Primera Crónica General de España (c. 1270-1284). Fundamental para el contexto político y militar de la Castilla del siglo XIII.
-
Fuero de Cuenca
Ed. crítica de Rafael de Ureña y Smenjaud (1935). Base jurídica de la repoblación y organización territorial en la región.
-
Chronica Latina Regum Castellae:
Ed. Luis Charlo Brea (1999). Relatos contemporáneos sobre Alfonso VIII y Enrique I.
-
Martínez Díez, Gonzalo
Los templarios en los reinos de la Península Ibérica. Ed. Cátedra. (1993).
-
Ruiz Gómez, Francisco
Los orígenes de las órdenes militares y la repoblación de los territorios de La Mancha (CSIC, 2003). Análisis del papel de Santiago y Calatrava en la consolidación territorial.
-
Doménech, M. Ángeles (2005)
Religiosidad popular y santuarios en la Serranía Baja de Cuenca. Diputación Provincial de Cuenca.
-
Sánchez Garzón, Alfredo (2006)
Santuario de la Virgen de Tejeda en Garaballa. Ed. Comarcal.
-
Llop Domingo, J. V. (1997)
Ermitas y espiritualidad mariana en el Alto Turia.
-
Archivo Parroquial de Moya y Libros de Fábrica de Garaballa y Garcimolina
Contienen referencias a los orígenes legendarios y primeros cultos.
-
Sanz y Díaz, José
Historia de la muy noble y leal villa de Moya (Ed. Añil, 1947). Crónica local con documentos sobre Juan González de Roa.
-
VV. AA. (2011)
Marianismo rural en la península Ibérica: ritos, caminos y ermitas. Universidad de Castilla-La Mancha.
-
Vauchez, André
La espiritualidad del Occidente medieval (Cátedra, 1995). Contexto sobre devociones populares (vírgenes aparecidas, setenarios).
-
Castro, Caridad, Pepe
Peregrinos en la España medieval. (Ediciones Nowtilus, 2010). Rutas alternativas, hospederías y simbolismo espiritual.
-
Almagro Gorbea, Martín
El castillo de Moya, arqueología de fortaleza medieval (Diputación de Cuenca, 2015). Estudio arquitectónico y estratigráfico del bastión.
-
Retuerce Velasco, Manuel
La Serranía Conquense en la Edad Media. Poblamiento y estructura social (AACHE Ed., 2009). Asentamientos como Casas de Garcimolina.
-
Primera mención documental de «La Casa de García Molina». Censo de pecheros de Carlos I, 1528.
Tomo I, pág.: 133 https://ine.es/prodyser/pubweb/censo_pecheros/tomo1.pdf
-
Archivo municipal de Moya, 1380-1400, Pedro López de Ayala
-
Real Academia de la Historia
https://bibliotecadigital.rah.es/es/consulta/registro.do?id=12781
-
Recursos digitales
- https://gw.geneanet.org/foullon?lang=es&n=de+roa&p=juan+gonzalez+de+roa
- https://palomatorrijos.blogspot.com/2020/04/juan-gonzalez-de-rosa-senor-de-moya-y-de.html
-
Documentos de órdenes militares
Archivo Histórico Nacional (Madrid). Sección órdenes Militares (Santiago, Calatrava).
- Pergaminos y cartularios: encomiendas en Cuenca y Moya (siglos XII-XIV).
- Consultas sobre posesiones en la zona oriental de Cuenca. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=50989
Tu mensaje se ha enviado
Gozos de San Miguel

Pues Capitán General Sois de Dios Miguel glorioso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Altivo y vano Luzbel Rebelde a Dios se conspira Puso en su trono la mira Para igualarse con El Mas orgullo desleal Miguel caminó animoso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Rabiosa serpiente astuta Llena de mortal veneno Que oculto trae en su seno Sale de la infernal gruta. Para el enemigo tal Sois el tiro ponzoñoso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Quien como Dios se apellida El sagrado campeón Al enemigo escuadrón Dio su primera embestida. De esta batalla campal Sabio Miguel victorioso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Como sois guarda mayor De entre todos el primero De la esposa del cordero Sois Miguel el protector Para que con dicha tal Participe venturoso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Cuando la Reina María Nuestra Señora nació Por báculo la escogió Para la gloria ir un día Y porque fuiste mortal Miguel caminó animoso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Cuando al otro mundo vamos Que es forzosa la partida Los que os servimos en vida Buena sentencia esperamos O carroza celestial Del atrio más luminoso Defendernos valeroso Del enemigo infernal Pues Capitán General Sois de Dios Miguel glorioso Defendernos valeroso Del enemigo infernal
Costumbres de mi pueblo. La patente

Todos tenemos conocimiento, sobre todo los mayores, de una tradición, que yo desconozco su origen y que agradecería, a quien sea conocedor de la misma, me lo comunique, como un dato curioso más de nuestras costumbres en la «Serranía Conquense».
Es costumbre por nuestra tierra, que cuando un mozo se «pones novio con una moza del pueblo, pague lo que llamamos «LA PATENTE», aportación económica a una juerga que organizan los mozos en honor a la nueva pareja. Para obtener del novio una cantidad, se juntan los mozos del lugar; así estudian la táctica a seguir, y quién será el encargado de ejecutarla que, normalmente, es el más «avispado» o el menos tímido.
En ocasiones, el novio se niega a pagar, entonces se «le recuerda» el agua tan fresca que hay por aquellos pueblos, otras veces da menos cantidad de la que se esperaba obtener. Esto, en fechas posteriores da lugar a una integración social entre jóvenes, menor que la llevada a cabo por aquellos otros que han sido más «rumbosos», y se han avenido en seguida a razones.Recibida la cuota, en el bar o en alguna casa particular, se hace una cena en la que participan todos los mozos del pueblo; allí se canta y hace la juerga; si falta dinero, se escota
entre todos o se pide «la entrada de mozo»», que consiste en otra cuota, que corre a cargo de los zagales «aspirantes» a mozos; a aquellos que no pagan, el más viejo les recuerda la
lista de los que lo han hecho y acaban cediendo.
Voy a desarrollar a mi manera la trama general de la «PATENTE»Agradecería a las personas que aquí cito, no se molesten por ello; pues es de la forma cariñosa que yo les recuerdo.
¡Madre! Fíjese cuantísima gente hay allá en la puerta de Pedro «el vacas».
Es verdad, y no parece que sea para ir de concejá, pues se han juntao a deshora…
le preguntaré a la vecina que viene [de «echar» la gorrina.
Mira p’allá chica y dime si no tiene graciaque dicen que no hay gente en el pueblo, y en el corro de los mozos hablan todos presurosos.
¿Es que no te has enterao?
ha traído el novio la del tío Wenceslao
¡Ya se van! ¿Ande irán?
Ande van a ir… «repacho».
Mialos los primeros los del «Garras»… y el Pascual,
y son muy buenos muchachos.
Escalinata arriba arrean los zagalones para entrar en un portal y subir los escalones dan las buenas noches. El Vitoriano va a hablar.Aquí hemos llegado para sacarle a su futuro yerno la PATENTE
y como se lleva una buena moza,
esperamos buena «poza».
Habla el novio con cierta timidez…
y al cabo de un rato pregunta que cuánto es.
Responden los mozos a coro…
Dos mil nos dieron en otro.
Y yo os doy dos mil quinientas…
Tres mil y no se hable más antes que
se vuelva atrás.
Se van los mozos con gran algarabía
y eso que no se han mamado todavía.¡Bueno! ¿Qué se hace con el dinero?
Eladio dice… «lo mejor será un cordero,
y llamaremos a las mozas que cuanto más
apretados estemos, mejor saldrán las cosas».
Comen todos el cordero con alegría y gana
y entre pitos y flautas, las dos de la mañana
se canta el «artillero», jotas, y el «Carrascal
Y a eso de las tres las cosas se ponen mal.
Se arreglan cuentas y falta dinero…
Manuel dice «a escote», y al que le falte
un duro lo apaño con el «garrote».Ahora se pide a grandes gritos la entrada del mozo,
pues resulta que aún quedan unos pocos.
Claudio el Sastre, el Verda, Juan de Dios y
Valeriano, y si se escapa alguno, para el próximo verano.Termina «La Patente» con armonía,
pues por trascabeza ya empieza a clarear el día y,
harto de vino, se van para poder descansar.La juerga se paga cara, pues a las ocho de la mañana se oye la voz del padre muy rara, «muchacho» a sacar la cuadra, pues el que sabe rondar, ha de saber trabajar.
Escrito por Verdad Seguí Martínez y publicado por publicado en la revista de la casa de Cuenca de Barcelona

Justificación Histórica del Escudo de Casas de Garcimolina

INTRODUCCIÓN
- En el estudio de la justificación histórica, del escudo de Casas de Garcimolina. Se detallan las armas del escudo, las que, no nos precisan, la relación entre el blasón y el nombre de Casas de Garcimolina.
- Solo nos queda la interpretación objetiva de dichas armas, en él talladas y detalladas.
Queda en el aire, el análisis y las incógnitas.
- ¿Si el escudo es de algún ilustre caballero?
- ¿Si es coetáneo o posterior, del periodo de la repoblación de las tierras del señorío de Moya?
- ¿Si perteneció a alguien de la orden de Calatrava, (fundada en 1158) …?
- Orden de Calatrava: se constituye desde su origen en una importante fuerza para la defensa de las líneas fronterizas y continuar la reconquista. El núcleo central de sus fuerzas bélicas, fue formado por caballeros, que se acomodaron a las costumbres del Cister.
- La Real Academia de la Historia tiene una entrada para “Juan González”, señor de Moya. Quien aparece vinculado al maestrazgo de Calatrava, (elección alrededor de 1267, maestrazgo hasta c.1284).
- Figura en fuentes locales como señor de Moya en 1222, poco después de la repoblación cristiana.
- En crónicas aparece ligado a la familia de los repobladores y a concesiones de Alfonso VIII y Enrique I.
- Su presencia se documenta en contextos de la repoblación de la Serranía Baja y de la defensa de la frontera con Valencia.
- En esa biografía se describe que comenzó como clavero y, con el consentimiento del maestre Pedro Ibáñez, pasó a asumir el título maestral. Esto implicaría que “Juan González” (sin necesariamente “de Roa” explícito), ejerció como maestre de Calatrava y tenía relación con Moya.
Confusión onomástica frecuente
- La onomástica medieval (repetición de nombres como Juan González) y la transmisión posterior de apellidos toponímicos (p. ej. “de Roa”), provocan mezclas entre personajes separados por generaciones; varios trabajos locales parecen mezclar erróneamente a distintos Juanes.
- La afirmación de que Juan González de Roa nunca fue el gran señor de Moya, es académicamente correcta.
Cuestión del segundo apellido de don Juan González.
- Consenso Académico: No utilizaba un segundo apellido. En toda la documentación contemporánea (bulas, crónicas, privilegios) se le nombra exclusivamente como Juan González o por su patronímico («hijo de Gonzalo»).
- Refutación de «Mendoza». La identificación como «Juan González de Mendoza» es una hipótesis genealógica posterior (siglos XVI-XVII) NO PROBADA. Carece de soporte en fuentes primarias y es rechazada por los historiadores modernos.
- Forma correcta: La denominación académicamente correcta es, simplemente, don Juan González, decimocuarto maestre de Calatrava.
Don Juan González: noble, militar y maestre (c. 1215–1284)
Figura decisiva en la frontera oriental castellana. Fue comendador de Salvatierra (c. 1260), alcaide de Cañete (c. 1263) y ostentó otros cargos en la Orden, como el de comendador de Calatrava la Nueva, antes de ser elegido maestre general de Calatrava (1267–1284).
Su magisterio está documentado en fuentes primarias, como la que lo cita como «Johannes Gonzalvi, magister Calatravae» en 1270 (Órdenes Militares, Calatrava, carp. 459, doc. 124). En cuanto a su relación con Moya, no existe constancia directa en las fuentes primarias (ni en la Colección Diplomática de Calatrava, ni en la Crónica de Rades y Andrada, ni en los privilegios regios del reinado de Alfonso X) que permita afirmar que Moya fuese base de operaciones o encomienda calatrava bajo su gobierno.
Durante la crisis sucesoria tras la muerte del infante Fernando de la Cerda (1275), el maestre Juan González aparece efectivamente entre los partidarios del infante Sancho, según la Crónica de Alfonso X (cap. CCLXXXIV y ss.). En este contexto, participó en el giro político conocido como el “Movimiento de los leales a Sancho”.
Confusiones homónimas
Juan González, hijo de Gonzalo Ibáñez, noble de Castilla, no vinculado a Calatrava, incluyó una brillante carrera al servicio de la Corona. Alférez Real (1252–1254), (Repartimiento de Sevilla, doc. 38; Crónica de Alfonso X).
Juan González de Villamayor, privado y mayordomo mayor del rey, merino Mayor de Castilla (1256–1260), (Julio González, Reinado y diplomas de Fernando III, t. II).
Juan González de Andrada o Juan González de Meneses (según documentos murcianos), Adelantado Mayor de Murcia (1258–1262), Colección de documentos del Archivo Municipal de Murcia (siglo XIII).
Todos son homónimos distintos, pertenecientes a linajes nobles laicos, no a la Orden de Calatrava.
Coyuntura política y relevo calatrava (1294–1296)
El periodo 1287-1292 fue de creciente inestabilidad en la frontera. Tras la muerte del maestre de Santiago (1275-1284), don Pedro Núñez en 1284, le sucedió Ruy Pérez Ponce (Maestre Calatravo 1284-1295). Bajo su mandato, y a pesar de la importancia estratégica continua de Moya, la Orden de Santiago no pudo evitar que la plaza fuera ocupada temporalmente por la Orden de Calatrava en 1294, un hecho que demuestra la vulnerabilidad del poder santiaguista en ese contexto específico. La tenencia calatrava se prolongó hasta 1296, cuando la villa fue restituida a la Orden de Santiago.
Si bien en 1290 Juan Núñez de Lara llegó a tomar el control de la plaza con apoyo aragonés —en el contexto de la inestabilidad del reinado de Sancho IV—, no hay evidencia de destrucción material o simbólica sistemática. Por el contrario, en 1292, Sancho IV recuperó Moya y confirmó los fueros y privilegios de sus habitantes, iniciando un proceso de estabilización.
No hay evidencia que sustente la existencia de «talas discriminadas» o represalias sistemáticas contra Moya o sus habitantes en el periodo 1290-1292.
La acción más probable, y que encaja con la documentación existente, es que la villa sufriera las consecuencias económicas y logísticas propias de una ocupación militar en un contexto de inestabilidad política. Requisas, abandono de cultivos y una probable contracción económica.
La confirmación de fueros por Sancho IV en 1292 no fue una respuesta a una destrucción premeditada, sino una herramienta política para sanear y consolidar el control real sobre una plaza estratégica que había pasado por un periodo de desgobierno y cuyas bases económicas se habían visto afectadas por la guerra. Era una medida para curar las heridas de un conflicto, no para reparar una devastación intencionada.
Por lo tanto, la afirmación de que «no hay evidencia de destrucción material o simbólica sistemática» es rigurosamente correcta y la más prudente desde el punto de vista historiográfico. Cualquier mención a «talas discriminadas» o represalias específicas carece, hasta la fecha, de sustento documental.
Tampoco es sostenible hablar de un “retorno” a la Orden de Santiago ni de una cesión a Calatrava en esa época. Tras su donación a Santiago en 1215 y su restitución al realengo en 1319, Moya permaneció bajo dominio directo de la Corona hasta que en 1480 Isabel I concedió el señorío hereditario a Andrés de Cabrera, primer marqués de Moya.
Conflicto entre órdenes: ¿lucha abierta o «Guerra Fría» territorial?
La relación entre las órdenes de Santiago y Calatrava en la Serranía Baja no se definió por un conflicto abierto por el control de la villa amurallada de Moya, sino por una pugna soterrada por el dominio de recursos periféricos. La Orden de Calatrava, asentada en Alarcón, ejerció una presión expansionista constante, materializada en escaramuzas por pastos, agua y rutas pecuarias. Se trató, en esencia, de una «Guerra Fría» por la influencia en la retaguardia.
El dominio calatravo sobre la villa fue, en realidad, un episodio breve y temporal entre 1294 y 1296, tras el cual Moya fue restituida a la Orden de Santiago, que mantuvo su señorío de forma ininterrumpida hasta su conversión en señorío secular en 1462. Por lo tanto, la tenencia central de Moya nunca fue calatrava de manera estable, sino santiaguista, lo que refuerza la idea de que el conflicto se centró efectivamente en los recursos periféricos y no en la plaza fuerte principal.
Resultado
La historia medieval de Moya es un ejemplo elocuente de la compleja dinámica feudal en la frontera castellana. Lejos de las narrativas simplistas que postulan una tenencia estable y exclusiva de la Orden de Santiago, la documentación revela una sucesión jurisdiccional clara: de Santiago a Calatrava a mediados del siglo XIII, con don Juan González como figura clave en su consolidación como plaza calatrava.
Su evolución posterior —hasta su conversión en condado en el siglo XV— debe entenderse desde la continuidad institucional y la conflictividad periférica, nunca desde una supuesta desolación o lucha abierta por el control del núcleo fortificado. Para una investigación rigurosa, se recomienda consultar prioritariamente los fondos de Calatrava en el Archivo Histórico Nacional y la historiografía especializada reciente.
Existe la posibilidad de que el escudo, en su día, se hubiese reubicado, desde su origen, en Moya.
- Adquirido, trocado, permutado y trasladado desde otra población, o incluso, extraído de alguna noble edificación en ruinas de Moya, venida a menos:
- Los Santiaguistas tienen el mando absoluto. La intromisión del rey en las reglas sucesorias de la Orden provocó grandes disputas, ya que legalmente los maestres eran elegidos entre los freires con voto de castidad, con consentimiento y nombramiento posterior por el papa.
Destino del escudo
- Si existe la posibilidad, de que fue reciclado y aceptado como propio, es una incógnita.
- Sí fue ubicado, en la fachada de la casa solariega, originariamente (improbable), o con posterioridad.
- Hasta 1528, no existe mención alguna, para la granja de la casa de labor de García Molina.
- ¿Cuándo? Se asumió o aceptó en la población, como blasón y escudo.
- Todo… son conjeturas.
Al no haber documentación, en un sentido u otro, la evidencia observacional, es indiscutible:
- Que en el escudo actual, el jabalí rampante original, ha sido sustituido por un cerdo/a.
- Que las armas hacen énfasis e hincapié por dos veces a la Cruz de Calatrava.
- Que, de manera destacada, la cruz, aparece dos veces en el escudo, (interior y exterior).
- Insertada, en su totalidad, en el tercer cuartel.
- Parcialmente, en los cuatro puntos cardinales, fuera de la BORDURA, dejando asomar, solo las zonas distales de la cruz.
- Que, de manera destacada, la cruz, aparece dos veces en el escudo, (interior y exterior).
- Para la casa de la granja de García Molina, la primera documentación oficial, que hallamos. Es del Instituto Nacional de Estadística.
- Tomo I, Madrid, 2008, y la información en el detallado, es del siglo XVI: Censo de Pecheros. Carlos I, del año 1.528
- Luego, anteriormente a 1528, no podemos hablar, ni de casa solariega, ni de población señorial alguna.
- Donde se denominan «granjas», (unidades individuales): la casa de García Molina, con 12 pecheros.
ACLARACIÓN HISTÓRICA DE LA ORDEN DE CALATRAVA
- La consolidación patrimonial de la Orden de Calatrava, iba acompañada de un fortalecimiento económico, especialmente reflejado en el incremento de la actividad pecuaria. Una cuestión particularmente relevante, en un momento en el que, cristalizaban los principales circuitos ganaderos y se institucionalizaba la Mesta.
- Los calatravos, aprovecharon la coyuntura para desarrollar la actividad ganadera en su doble faceta, de cobro de rentas por la utilización de sus pastos y explotación de su propia cabaña pecuaria.
- Con todas estas circunstancias, entre mediados del siglo XIII y el maestrazgo de García López de Padilla (1298-1334), se fue configurando una amplia red comendataria, que posibilitaba una adecuada vertebración administrativa y territorial del señorío calatravo.
En este período, se crean como mínimo cuatro encomiendas:
-
- Reino de Toledo, cuatro: (Cabañas, La Riba, Alhóndiga y Carmena).
- Andalucía, ocho: (Alcaudete, Matrera, Sabiote, Silibar, Chist, Matite, Canillas y Osuna).
- Reino de Aragón, cinco: (Molinos, La Fresneda, Calaceite, Cretas y Casa de Fuentes).
- Campo de Calatrava, una decena: (Puertollano, Almagro, Manzanares, Villagutierre, Almodóvar, Fuente del Moral, Daimiel, Torraba, Bolaños y Mudela), además de las nuevas encomiendas del bastimento y las vacas.
La orden de Calatrava
- Se constituye, desde su origen, en una importante fuerza para la defensa de las líneas fronterizas y continuar la reconquista., el núcleo central de sus fuerzas bélicas fue formado por caballeros que se acomodaron a las costumbres del Cister.
- Moya, antes de 1210, ni era Villa ni poseía Castillo.
- Moya nunca fue morada árabe ni se han encontrado vestigios árabes en su suelo.
- Las construcciones militares de la Villa son posteriores a la época musulmana.
- Mucho de lo que se ha escrito hasta ahora sobre Moya por delante de esta fecha son hipótesis sin fundamento.
- Fernando III de Castilla (1199-1252) y sus herederos, reyes de la Corona de Castilla y León, consolidan el espacio castellano manchego, dotándole de mayores medios repobladores, incorporando y repoblando nuevas villas y fortalezas; concediendo nuevos fueros, muchos de ellos, ya vigentes en otras villas y ciudades.
Primer señor de Moya
- Fecha de entrega de Moya a la Orden de Santiago.
- Alfonso VIII murió en 1214. No hay documento alguno que acredite que donara Moya a la Orden de Santiago.
- En la primera mención documental, 1212 (AHN, Órdenes Militares, Santiago, carp. 362, doc. 5), ya aparece Gonzalo Pérez, de tenente santiaguista de Moya.
- No existe ningún documento de 1215 que hable de una «entrega oficial».
- Don Juan González fue un “Grande” cuyo poder, derivado del liderazgo de la Orden de Calatrava y del señorío de plazas fuertes como Moya, lo erigió en un arquitecto decisivo de la rebelión que marcó el turbulento final del reinado de Alfonso X el Sabio. Su historia es un testimonio del inmenso poder político y militar que las órdenes militares ejercían en la Castilla del siglo XIII.
Sobre Juan González de Roa siglo XIV
-
Fue un alto funcionario y noble laico al servicio de la Corona de Castilla, específicamente del rey Pedro I. No existe ningún documento fiable que lo sitúe como comendador o miembro de ninguna Orden Militar.
-
La confusión puede surgir por dos razones
-
Onomástica: El nombre «Juan González» es extremadamente común y se repite en múltiples linajes y contextos, incluyendo dentro de las propias órdenes.
-
-
Vínculo Territorial Posterior: El hecho de que su hijo, Diego Gómez, estableciera el señorío secular de Moya (una villa que antes había sido encomienda de Calatrava) pudo llevar a genealogistas posteriores a «dotar» al padre de un cargo previo en la Orden para crear una narrativa de continuidad, pero esto carece de base documental.
-
- Los grandes maestres de Calatrava durante ese periodo fueron:
-
-
- Pedro Yáñez (1259-1266).
- Juan González de Quijas (1266-1267) — (Homónimo, persona diferente).
- Martín López de Córdoba (1267-1273).
-
Sobre la pugna entre órdenes por Moya
- No hubo «sustitución» de órdenes en Moya. Santiago la controló de forma estable desde 1212 hasta su devolución a la Corona en el siglo XIV.
- La Orden de Calatrava operaba desde Alarcón (30 km), nunca controló a Moya.
- La intromisión regia en la elección de maestres es cierta, pero no afectó a Moya directamente.
- Los conflictos por lindes y recursos periféricos (pastos, molinos), no por la villa. La «pugna» fue un conflicto local por recursos, no una lucha por el control de Moya.
-
- A su muerte, Moya cayó en poder de Juan Núñez de Lara con auxilio del rey aragonés en 1290.
- Entre los Lara y las represalias de Sancho IV, estas tierras fueron en diversas ocasiones sitiadas, taladas y robadas.
- El rey Sancho arrebató a Moya a Juan Núñez de Lara en 1292. Este rey, a la vista de la desolación y ruinas de la villa, concedió a Moya, como premio a su lealtad, exención de impuestos de moneda foral, confirmó sus fueros y otros privilegios.
Repoblación de sus tierras
- En el año de 1183, la villa quedó englobada dentro del territorio incorporado por Alfonso VIII, (1155-1214).
- A partir del 1210, el castillo fue edificado y fortificado, para asegurar su dominio en la región.
- No es probable que Moya formase parte de Castilla antes de esa fecha.
- La repoblación, comenzó a finales del siglo XII, durante el período de la reconquista, por iniciativa real; no tuvo mucho éxito.
- La puebla de Moya empezó en el año judicial conquense de X-1209/10.
- A comienzos del siglo XIII, la puebla suponía una intrusión en territorio musulmán, y, por tanto, un desafío a las treguas.
- Moya era zona fronteriza, y primera línea de defensa, para la conquista de las zonas ocupadas.
- Nada se sabe de la puebla de Moya, antes de Alfonso VIII.
- Las fuentes afirman que Alfonso VIII puebla Moya, no que la conquiste.
- Nada, hace suponer que Alfonso atacase a los almohades, antes de la razzia de abril o mayo de 1211.
Funcionamiento
- La creación de mecanismos de percepción de renta individualizada, para maestres y freires, culminaría con la implantación definitiva de la mesa maestral.
- Se desarrolló entre mediados del siglo XIII y el primer cuarto del siglo XIV. El rechazo de algunos freires calatravos, frente a los intentos maestrales, de acaparar, para su disfrute exclusivo, una serie de bienes, rentas y derechos de la mesa común; pudo manifestarse en las tentativas de privatización de patrimonios y rentas por parte de algunos freires. A esta circunstancia, parece responder la huida de algunos calatravos, con bienes pertenecientes a la Orden.
- El proceso culminaría con la creación de encomiendas territoriales, de cuyas rentas podrían disfrutar individualizadamente comendadores y freires adscritos a las mismas. Era la necesaria contrapartida, a la creación de fuentes específicas, para el mantenimiento de la dignidad maestral.
Aclaraciones
- Moya, antes de 1210, ni era Villa ni poseía Castillo.
- Moya nunca fue morada árabe, ni se han encontrado vestigios árabes en su suelo.
- Las construcciones militares de la Villa son posteriores a la época musulmana.
- Mucho de lo que se ha escrito hasta ahora sobre Moya, por delante de esta fecha, son hipótesis sin fundamento.
- En el año 1210, Moya, recibió una versión foral, la que desconocemos, por haberse perdido (¿versión del Fórum Conche?).
- Se construyen las murallas del segundo recinto; fechado arqueológicamente por el hallazgo de: (una moneda de Jaime I, 1208-1276), lo cual lo data, con posterioridad a 1213, (rey de Aragón (1213-1276).
- El 18 de junio de 1215, Enrique I, entregó la villa a la Orden de Santiago, el enclave adquirió carácter de plaza avanzada de la reconquista: los santiaguistas necesitaban un lugar donde concentrar sus fuerzas para después lanzar sus operaciones sobre el territorio musulmán. Los musulmanes estaban en Ademuz y Castielfabib y en la zona de Utiel y Requena, en las inmediaciones de Moya.
- Moya se convirtió en una importante base militar, hasta la conquista de Requena en el año 1238.
Fernando III la consolidó y le concedió fueros y privilegios.
- Moya era una plaza fuerte estratégica, ubicada en la frontera entre los reinos cristianos del norte y el territorio musulmán del sur. La repoblación de Moya estuvo impulsada principalmente por la corona de Castilla y se llevó a cabo mediante la concesión de fueros, privilegios y exenciones fiscales para atraer a nuevos pobladores.
- Los repobladores de Moya fueron en su mayoría campesinos, artesanos y nobles que se establecieron en la zona; trabajaron en la agricultura, la ganadería, la explotación de sus frondosos bosques y otras actividades económicas.
- Se construyeron fortificaciones para garantizar la seguridad de la población y proteger la frontera. A medida que la población crecía, se desarrollaron núcleos urbanos con iglesias, plazas y viviendas.
- La repoblación de Moya contribuyó a la consolidación del territorio cristiano en la región y sentó las bases para el posterior desarrollo de la localidad. A lo largo de los siglos, Moya experimentó altibajos demográficos y económicos, pero su posición estratégica la convirtieron en un importante centro de la comarca de la Serranía de Cuenca.
- En 1463, Enrique IV hizo donación del señorío de Moya a D Andrés de Cabrera, el «buen vasallo». Los moyanos se opusieron a este nombramiento. No pudo tomar posesión el nuevo Señor hasta 1475, cuando los Reyes Católicos confirmaron esta donación, pues Moya siempre estuvo de parte de Isabel I, La Católica, en el proceso sucesorio. Esto le valió a Moya que de SEÑORIO se convirtiera en MARQUESADO el año 1480.
SOLICITUD PROFESIONAL DE SEGUNDA OPINIÓN
Estudio heráldico encargado por Lorenzo Montesinos Jiménez, a finales de los años 1995 o principios del año 1996, a la empresa:
ARTES HERÁLDICAS de Barcelona:
- En la época medieval, tras las batallas de territorios en disputa. Como bien se sabe, surge la necesidad de repoblar los mismos.
- Lógicamente, para estos menesteres se designan personas que se han destacado en las batallas o familiares de los propios conquistadores. A estos asentamientos o núcleos de población, históricamente, se les llamaba con topónimos referentes a características que definían la ubicación del lugar o bien se les imponía el nombre del fundador o conquistador, como pudo suceder en el caso de Casas de Garcimolina.
- Esta población, posee un escudo que se encuentra enclavado en la fachada de una casa solariega, escudo que debió serlo, de armas de los moradores de la misma.
Dicho blasón se detalla cómo sigue.
Está dividido en cuatro cuarteles:
- En la parte superior izquierda se vislumbra un castillo, en lo que creemos clara alusión al reino, en el que se ubica el pueblo, Castilla.
- En la parte superior derecha, encontramos el que contempla la figura de un cerdo, (grave injusticia de identificación)1, que muy bien podemos relacionar con: Femando de la Cerda (hijo de Alfonso X el Sabio, que ejercía de regente del reino castellano durante las ausencias de su padre). Si aceptamos la figura real, que es, un JABALÍ RAMPANTE2, el significado es muy diferente y más verosímil.
- Debajo del primero, está la Cruz de la Orden de Calatrava, a la que, posiblemente, pertenecían los moradores o antepasados de la propiedad.
- Debajo del segundo, el que tiene en su interior dos palomas 3 que, teniendo en cuenta la cantidad de bosques y, por lo tanto, de aves en estos lugares, es probable que sea este su significado.
Queda por justificar la denominación Garcimolina, de la cual caben dos posibilidades o suposiciones4:
- Según la historia nos relata, en las tropas de Alfonso VIII (1155 y 1214), iba al mando de alguna de ellas, Pedro Manrique de Lara (II, señor y conde de Molina, fallecido en 1202), luchó en la Reconquista en Cuenca (1177).
- Al que se le pudo otorgar como reconocimiento a sus méritos la repoblación de estas tierras. Construyéndose allí una casa solariega con su escudo de armas.
- También se da la circunstancia, de que María de Molina fue la esposa del otro hijo de Alfonso X el Sabio, llamado Sancho IV (1.284-1.295), que ejerció de reina regente a la muerte de este, motivo por el cual podría haber construido la casa solariega para recreo y con su escudo de armas.
- Se barajan estas hipótesis debido a que, pese a ser la casa solariega la más antigua de la población, no existe documentación que acredite la fecha exacta de construcción, aunque se supone que lo fue antes del 1.400.
- Así como, tampoco, la relación de propietarios que a lo largo de los años pudieran disfrutar de dicha propiedad
- Es todo cuanto se ha podido recopilar, puesto que no se han encontrado documentos, que no nos puedan afirmar, ni desmentir lo expuesto.
- Lo que pudiera ser la prueba5 más significativa y fehaciente, es la versión de todos los vecinos de la localidad. «Hasta los más viejos del lugar afirman, rotundamente, que: desde tiempos inmemoriales, han escuchado a sus antepasados enorgullecerse del blasón; que presidía la fachada de la casa solariega, que desde siempre ha sido el emblema de esta población».
- Por todo lo expuesto hasta ahora, y ya que el estudio del conjunto de los nombres del lugar, no nos aclara la relación entre el blasón y el nombre de Casas de Garcimolina, solo nos queda la interpretación de las armas del escudo.
ARTES HERÁLDICAS Exposición y Ventas: HERALDO, Paseo de Gracia, 11, Tienda. 30 Tel. (93) 412 24 00 08007 Barcelona, Oficinas: Taulat, 175, 2º Tel. (93) 266 07 92, Fax (93) 266 10 66, 08005 Barcelona.
Las fuentes de Casas de Garcimolina

En el siguiente video Carmen Muñoz nos enumera las fuentes de Casas de Garcimolina. Lo curioso de este testimonio y otros que hemos recogido, es el hecho de que hace 70 y 80 años había mucha más agua en ríos y fuentes. Algunas de las citadas por Carmen están secas hoy en día, así como el hecho de que antiguamente, la rambla solía llevar agua la mayor parte del año. Este testimonio es una otra prueba palpable de como el proceso de carbonización iniciado en la revolución industrial está influyendo negativamente en el proceso de desertificación de la Península Ibérica y en nuestro pueblo a lo largo de los años.

CREACIÓN DE LAS FUENTES URBANAS 1896
Documentos inéditos, de las fuentes de Casas de Garcimolina
En Garcimolina, el agua nace encima de la Peña el Pardo y está encaminada hasta la población. Hoy en día el recorrido del agua, discurre por canalizaciones cerradas herméticamente y almacenada en depósitos clorados. Sus objetivos son: evitar la transmisión de enfermedades y eliminar el desarrollo de algas microscópicas que enturbien el agua.
¿Qué es el cambio climático?
Los principales gases de efecto invernadero, que causan el cambio climático, son:
- El dióxido de carbono.
- El metano.
Provienen del uso de gasolina para conducir un automóvil o carbón para calentar un edificio:
- La tala de bosques también puede liberar dióxido de carbono.
- Las actividades agrícolas y de petróleo y gas son fuentes importantes de emisiones de metano.
- La energía, la industria, el transporte, la construcción, la agricultura y el uso del suelo son las principales fuentes de emisiones.
Los científicos dedicados a las cuestiones climáticas han demostrado que las personas somos responsables del calentamiento global de los últimos 200 años. La temperatura media de la Tierra es ahora 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX, antes de la revolución industrial, y más elevada en términos absolutos que en los últimos 100.000 años.
El bar de Garcimolina reabre sus puertas

Mañana día 12 de octubre, el bar de Casas de Garcimolina reabrirá sus puertas. Desde aquí deseamos la mayor suerte del mundo a las personas que van a gestionar el bar.


Sobre nosotros
El objetivo es impulsar la participación y el desarrollo del asociacionismo, entre las personas mayores de Casas de Garcimolina y su entorno.
A veces, la parte más difícil de encontrar el éxito, es reunir el coraje para comenzar.
Las personas provechosas no miran hacia atrás para ver quién los observa, solo al frente y sus metas.
Síguenos
Tu mensaje se ha enviado
Suscríbete a nuestro boletín de correo electrónico
“No digas poco en muchas palabras, sino mucho en pocas.” — Pitágoras —



