Asociación de vecinos y personas mayores PEÑA EL PARDO

 Esta web es soportada económicamente por la Asociación de Vecinos y Mayores Peña el Pardo
________________________________________________________________________________
  • Novela: El Eco de las Espadas

    Introducción y publicación por entregas:

    «EL ECO DE LAS ESPADAS»

    Asociación de personas mayores Peña el Pardo

     

    Revista Histórica y Cultural

    «Entre la piedra y la fe, una fortaleza escribe su destino»

    Bien fallados seades, leedores, en aqueste viage que passa por los siglos et torna los sones d’aquella sazon en que la fe, el açero et la cobdicia texieron el fado d’un regno. En los cartapacios que agora se siguen, damos el primer recreo de «El Eco de las Espadas», estoria que se arraiga en la Baxa Edat Media de Castiella, en aquellas terras bravas et de frontera que oy dia son llamadas Castiella-La Mancha.

    Bienvenidos, lectores, a un viaje que atraviesa los siglos y resucita los ecos de una época donde la fe, el acero y la ambición tejieron el destino de un reino. En las páginas que siguen, presentamos el primer adelanto de «El Eco de las Espadas», una novela histórica que sumerge sus raíces en la Baja Edad Media castellana, en ese territorio agreste y fronterizo que hoy conocemos como Castilla-La Mancha.

    Inicio del camino de la Vera, 1347

    ¿Qué secretos guardan las murallas del castillo de Moya?

    En un mundo donde las órdenes militares —Santiago y Calatrava— pugnaban por el control de rutas sagradas y tierras baldías, un hombre, Juan González de Roa, «el mozo» (noble de segundo rango, no de alta nobleza, s. XV). Con su presencia en Moya (ficcionada s. XIV), como un encargo real temporal «por orden de Alfonso XI, para control en las zonas rurales de la Mancha y el valle del Tajo, de los mudéjares», como comisionado regio y labores de alcaide. Carga sobre sus hombros el peso de una misión imposible: sostener la unidad de su gente mientras el reino se fractura. Su historia, rigurosamente documentada, pero narrada con la pasión de la ficción, es el hilo que nos guía a través de intrigas palaciegas, batallas espirituales y la silenciosa resistencia de los peregrinos que, bajo la sombra de la Ruta de la Vera Cruz, buscaban redención.

    ¿Por qué desapareció un pueblo entero?

    La lucha entre estos muros, las intrigas, la devoción mariana —encarnada en vírgenes aparecidas como la de Tejeda o Santerón— se entrelaza con leyendas templarias nunca confirmadas, pero imposibles de erradicar. Aquí, los setenarios de siete días (ya modernos), consagraban la fe en ermitas perdidas, mientras los campesinos y ganaderos de la heredad de la casa de labor de Casas de Garcimolina, (hoy apenas un eco en los archivos), labraban su supervivencia entre el olvido y la repoblación.

    Una trama coral,1 un misterio histórico

    Esta obra, estructurada como un tapiz de voces —caballeros, artesanos, peregrinos como el misterioso Herminio, cuyo mimbre simboliza la fragilidad humana—, alterna, eventos históricos verificables con relatos íntimos que desafían el tiempo. ¿Qué ocurrió realmente entre 1284 y 1292?, ¿Moya fue arrasada y sus emblemas borrados?, o no. ¿Por qué la Orden de Santiago perdió el control frente a Calatrava? Y, sobre todo, ¿quién traicionó a quién?

    En esta primera entrega, descubrirán:

    • El Castillo de Moya: bastión entre dos mundos, donde el viento aún susurra las plegarias de los caídos.
    • La sombra de los Templarios: aunque no hay pruebas de su presencia, su herencia late en rituales y símbolos.
    • La emboscada en el nogueral: un joven caballero, Álvaro, enfrentará su primera prueba de sangre en defensa de los peregrinos.

    «El Eco de las Espadas» no es solo una novela: es una invitación a caminar por senderos olvidados, donde cada piedra, cada documento rescatado del silencio (como el Censo de Pecheros de Carlos I que menciona por primera vez a Garcimolina), nos habla de un mundo que creíamos perdido.

    Queridos lectores, os invitamos a un viaje por los caminos olvidados de la Serranía Baja conquense, donde la historia y la leyenda se entrelazan en cada piedra. «El Eco de las Espadas» no es solo una novela histórica: es una puerta abierta a ese territorio agreste y fronterizo que se extiende entre las despobladas sierras de Moya, los venerados santuarios de Santerón y Algarra, y las humildes aldeas y casas de labores, como Garcimolina, Santo Domingo o Fuentelespino de Moya, resistieron el paso de los siglos.

    ¿Reconocéis estos parajes?

    Quizá os suenen sus nombres, evocadores y misteriosos, como ecos de un pasado que aún late en fuentes escondidas, en ruinas de ermitas y en senderos que serpentean entre sabinares. Esta es la tierra que pisaron los caballeros de Calatrava y Santiago, donde los peregrinos de la Ruta de la Veracruz buscaban refugio, y donde pastores y labriegos tallaron su existencia entre la devoción y la supervivencia.

    El Castillo de Moya, erguido sobre su cerro como un centinela de piedra, domina este paisaje áspero y bello. Desde sus almenas se divisan las torres de vigía y los caminos que llevan a Santerón, con su ermita mariana rodeada de leyendas; a Algarra y su castillo, donde las romerías tejían comunidad, y a esos pequeños mundos —Las casas de labor y corrales de García Molina, Santo Domingo, Fuente del Espino—, cuyas fuentes y majadas fueron testigos mudos de historias cotidianas y extraordinarias.

    ¿Qué secretos guardan estos andurriales?
    En «El Eco de las Espadas», cada lugar tiene su voz:

    • La casa de García Molina, una simple heredad o casa de labor, perdida en los documentos, que esconde la tenacidad de quienes repoblaron estas tierras.

    • Los bosques de nogueras, pinos y sabinas, donde bandidos y peregrinos se cruzaban en noches de luna menguante.

    • Las fuentes y lavaderos, puntos de encuentro donde se compartían noticias, temores, anhelos y esperanzas.

    Esta es una historia de frontera, donde lo sagrado y lo profano se mezclan: las apariciones de vírgenes en encinares, los setenarios (ya muy modernos para esta historia), en ermitas aisladas, y las luchas entre órdenes militares por controlar no solo tierras, sino almas.

    ¿Por qué importa hoy esta historia?
    ¿Por qué estos parajes? —aunque hoy algunos sean apenas un recuerdo— moldearon la identidad de una región. En sus piedras, en sus documentos y en su tradición oral, encontramos las raíces de una resistencia callada: la de quienes, como el señor don Juan González de Roa, el peregrino Herminio o el caballero Álvaro, eligieron la lealtad a sus ideales frente a la conveniencia.

    En esta primera entrega, descubriréis:

    • El Castillo de Moya en su esplendor, cuando sus muros albergaban tanto a señores como a pastores.

    • La ermita de Santerón, faro espiritual en un territorio peligroso.

    • La granja de Garcimolina, ejemplo de cómo la vida se abría paso, incluso en tiempos de guerra.

    «El Eco de las Espadas» es una invitación a recorrer, con rigor histórico y pulso narrativo, esos lugares que, aunque os suenen lejanos, son parte de vuestra memoria. Porque la historia no solo se escribe en grandes ciudades, sino también en estos rincones donde el viento aún susurra nombres como Moya, Santerón, Algarra y Garcimolina …

    ¿Están preparados para oír el eco?

     

    Continúa en el próximo número:

    Capítulo 9: Nuevas generaciones y su propio camino el 31-10-2025

     


    ACCESO A LOS CAPÍTULOS YA EDITADOS

    Introducción del autor

    Prólogo

     

    PRIMERA PARTE FICCIONADA

    I: El castillo de Moya

    II: La sombra de la rivalidad

    III: La conformación del poder

    IV: La llegada de los peregrinos

    V: La victoria de la fe

     

    SEGUNDA PARTE NOVELADA

    1.  El inicio del viaje, abril de 1347

    2.  Herminio, el peregrino del mimbre

    3.  La huella del caminante

    4.  La nueva misión de Herminio en Moya

    5.  Reflexiones del camino

    6.  Una tradición perdurable

    7.  Un ciclo de enseñanza y aprendizaje

    8. Una nueva era, preceptos del Mimbre y el Mimbrito

    9.  Nuevas generaciones y su propio camino

    10. La obra de Herminio

    11. Nuevos horizontes

    12. Reflexiones en el umbral

    13. El regreso de Herminio

    14. Los canastos de la memoria

    15. Semillas de esperanza

    16. Una marca que perdura

    17. Los caballeros de la luz

    FIN

     

    EPÍLOGO

     


    Nota del editor:

    Esta obra ha sido investigada con fuentes primarias, desde crónicas medievales hasta registros arqueológicos del cerro de Moya. Cada entrega irá acompañada de un anexo con bibliografía histórica para los lectores más exigentes.

    Para no ser reiterativos, se han publicado todas las fuentes consultadas de un sola vez, al pie del documento, es la bibliografía total de la novela.


    Ilustraciones y grabados que aparecen en la publicación:

    Basados en las técnicas pictóricas de Jan Van Eyck (c. 1390-1441):

    Maestro flamenco y pionero de la pintura al óleo en el Renacimiento nórdico. Es reconocido como una de las figuras fundacionales de la pintura occidental y máximo representante de la escuela flamenca del siglo XV. Su dominio técnico y conceptual revolucionó el arte europeo, especialmente mediante el perfeccionamiento de la pintura al óleo, lo que le permitió alcanzar cotas de realismo y simbología sin precedentes.


    Características estilísticas y aportaciones técnicas

    1. Hiperrealismo y precisión óptica:
      1. Van Eyck elevó la técnica al óleo mediante el uso de capas translúcidas (glacis), lo que facilitó la recreación de texturas minuciosas en telas, metales, joyas y superficies naturales.
      2. Su tratamiento de la luz, con gradaciones sutiles y sombras articuladas, confería volumen tridimensional y profundidad espacial a sus composiciones.
    2. Simbología compleja y narrativa visual:
      1. Integró en sus obras un repertorio de elementos simbólicos (espejos, frutas, animales, inscripciones) que operaban como capas de significado adicional, a menudo vinculadas a temas religiosos, morales o sociopolíticos.
      2. Obras como El matrimonio Arnolfini (1434) son estudiadas por su densa carga alegórica y su capacidad para documentar la cultura material de la época.
    3. Innovaciones técnicas y firmas autógrafas:
      1. Perfeccionó la estabilidad y brillo de los pigmentos al óleo, superando las limitaciones del temple al huevo predominante hasta entonces.
      2. Sus obras frecuentemente incluían inscripciones como «Als ik kan»  (“Con lo que puedo”), reflejando una conciencia autoral innovadora para su tiempo.

     Legado e influencia

    Van Eyck sentó las bases estéticas del Renacimiento nórdico e influyó en artistas como Hans Memling, El Bosco y, posteriormente, en maestros del Barroco. Su obra marca la transición definitiva del Gótico internacional hacia un naturalismo empírico que anticipó desarrollos posteriores en Europa.

     Conexión con reconstrucciones históricas y culturales

    La estética de Van Eyck resulta singularmente adecuada para recreaciones visuales de escenarios medievales y protomodernos, tales como:

    • Escenas de vida cotidiana y poder señorial (ej.: el Castillo de la Moya o figuras como Gonzalo de Roa).
    • Entornos rurales y simbología sacra (ej.: peregrinos, cruces, arados y utensilios como cestos y canastos).
    • Narrativas históricas ambientadas en espacios como Santerón o el personaje del Zurdo, donde el detalle realista y la carga simbólica enriquecen la comunicación.

    Su capacidad para integrar precisión documental con profundidad conceptual permite que las imágenes no solo ilustren, sino que interpreten contextos históricos, reforzando el axioma de que “una imagen vale más que mil palabras” en la divulgación del patrimonio cultural.


    PIE DE PÁGINA

    1. Narrativa coral:

      Se refiere a un enfoque de narración donde la historia se relata por medio de diferentes voces o narradores, en vez de apoyarse en un solo punto de vista. Cada personaje, comúnmente desempeñándose como el personaje principal, proporciona una perspectiva singular de los acontecimientos, lo cual facilita la elaboración de una narración polifónica y enriquecida por la diversidad de experiencias y emociones. Este enfoque fomenta una interpretación más exhaustiva y minuciosa de la historia, dado que los sucesos se presentan desde múltiples puntos de vista, lo cual realza la complejidad y la autenticidad de la narrativa.

    2. Fungir:

      Desempeñar un empleo, cargo o función. “Desempeñar una función, a veces sin tener el nombramiento preceptivo”.

    3. Setenarios:

      Agrupaciones simbólicas de siete elementos en contextos espirituales o teológicos, destacando la relevancia del número siete, como símbolo de plenitud y perfección. Tradición cristiana, mística medieval; estas estructuras organizaban conceptos clave en grupos de siete, mostrando un marco para la reflexión y el crecimiento espiritual.

      1. Los siete dones del Espíritu Santo: Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
      2. Las siete virtudes: fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
      3. Los siete pecados capitales: Soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
      4. Las siete bienaventuranzas: Interpretadas a partir del Sermón del Monte.
      5. Las siete peticiones del Padrenuestro: Cada una se considera un antídoto espiritual frente a los pecados o debilidades humanas.
    4. Orden del Temple:

      Conocida como los Caballeros Templarios. Fundada en 1119 por Hugo de Payns tras la Primera Cruzada, su misión original era proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa.

    5. Los pecheros:

      Eran individuos pertenecientes al tercer estamento en la España del régimen antiguo, no pertenecientes a la nobleza ni al clero, y estaban obligados a abonar tributos directos a la Corona española. El término viene de “pecho” o “pecha” (tributos medievales). Principalmente, eran agricultores, artesanos y residentes de villas, cuya situación tributaria no se basaba en su riqueza, sino en su obligación de contribuir.

    6. Alfoz:

      Se trataba de un término de la era medieval que se utilizaba para referirse a un territorio rural bajo la jurisdicción de una villa principal, en el que se congregaban diversas aldeas. Poseía responsabilidades fiscales, judiciales y militares, desempeñando un papel crucial durante la Reconquista.

    7. Señorío de realengo:

      Tierras bajo control directo del rey, en contraposición a las tuteladas por nobles o la Iglesia, el monarca podía concederlas por merced o venta.

    8. Vísperas:

      Los miembros de la Orden de Santiago practicaban un rito denominado la Plegaria del Caballero, que se sincroniza con las horas canónicas de la Iglesia. Rezaban en momentos específicos del día. Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. La misa conventual y la liturgia de las horas, pilares esenciales en su vida espiritual.

    9. Prácticas de armas abiertas

      En los castillos de las órdenes militares solían realizarse, en espacios amplios y despejados dentro del recinto fortificado, como el patio de armas. Este era el corazón del castillo, una gran explanada central donde los caballeros entrenaban en combate cuerpo a cuerpo, manejo de espadas, lanzas, arcos y tácticas de formación. Además del patio de armas, algunos castillos contaban con terrazas exteriores o explanadas cercanas que también se usaban para ejercicios ecuestres y simulacros de batalla. Estos entrenamientos eran esenciales para mantener la disciplina y la preparación militar de los caballeros, guerreros altamente entrenados.

    10. Pertenencia a un grupo:

      Es cuando un individuo se siente parte de un conjunto de personas que comparten algo en común: afición, cultura, ideología, actividad o una edad…

    11. Bordón:

      Cayado largo de madera que sirve de apoyo durante el camino y tiene un significado simbólico en la peregrinación. Su uso se remonta a la Edad Media y suele estar coronado por un puño del que cuelga una calabaza.

    12. Limosnera: 

      Típica de la época, era un recipiente sencillo, a menudo de tela o cuero, que servía para llevar la limosna que se recogía de donantes.

    13. Ucronías:

      Relatos que imaginan cómo habría sido la historia si un hecho del pasado hubiera ocurrido de forma diferente. Es decir, son reconstrucciones ficticias de la historia basadas en un punto de divergencia.

    14. La Carola:

      Danza medieval en círculo, acompañada por el canto de los propios bailarines. Aunque no se han conservado partituras específicas, los instrumentos que solían acompañar este tipo de danzas incluían:

      1. Tamboriles: Marcaban el ritmo con golpes constantes.
      2. Flautas dulces: Añadían melodías suaves y fluidas.
      3. Cornamusa: Un instrumento de viento similar a la gaita, con un sonido potente.
      4. Chirimía: Antecesora del oboe, con un timbre agudo y expresivo.
      5. Laúd: Instrumento de cuerda pulsada que aportaba armonía.
      6. Castañuelas: Utilizadas para marcar el ritmo con percusión manual.

    CRONOLOGÍA DE LAS ÓRDENES MILITARES

    Orden de Santiago (1210 – 1300)

    • Justificación: Tras la conquista de Moya por Alfonso VIII de Castilla en 1210, la villa y su castillo fueron entregados a la Orden de Santiago para su defensa y repoblación de la frontera con al-Ándalus. Es el dominio más largo y estable.
    • Evidencia: Documentos reales de donación y confirmaciones posteriores de la posesión Santiaguista.

    Orden de Montesa (1300 – 1304)

    • Justificación: Mediante una bula papal (Sane Considerante) del Papa Bonifacio VIII (11 de julio de 1297), se autorizó al rey Jaime II de Aragón a crear la Orden de Montesa y asignarle los bienes de la disuelta Orden del Temple en la Corona de Aragón. Sin embargo, Jaime II formalizó la cesión de Moya (que era castellana, no aragonesa) a Montesa en 1300, buscando fortalecer esta nueva orden en la frontera.
    • Fecha exacta de finalización:
    • Justificación: La cesión de Moya (territorio castellano) a una orden aragonesa (Montesa), generó un conflicto diplomático entre Castilla y Aragón. Mediante el Tratado de Torrellas (8 de agosto de 1304), que fijaba las fronteras entre ambos reinos, Jaime II de Aragón acordó devolver Moya a Castilla.
    • Evidencia: Bula papal de 1297, documentos reales aragoneses de cesión a Montesa (1300) y texto de la sentencia arbitral del Tratado de Torrellas (1304).

    Fin del dominio directo de las órdenes militares (1304 en adelante).

    • Justificación: Cumpliendo el Tratado de Torrellas, la Orden de Montesa, dejó Moya, que volvió a la Corona de Castilla bajo el rey Fernando IV.
    • A partir de entonces, Moya fue gobernada por señores laicos nombrados por el rey (Señorío de Realengo 7), aunque mantuvo vínculos históricos con Santiago y tuvo Comendadores santiaguistas en su territorio. Nunca más volvió a estar bajo el dominio directo de una orden militar como villa propia.
    • Evidencia: Aplicación del Tratado de Torrellas y aparición de tenentes.

     

    Conflictos que marcaron la región

    • Guerra Civil Castellana (1366–1369): Moya fue escenario de enfrentamientos entre los bandos de Pedro I «el Cruel» (apoyado por Inglaterra) y su hermanastro don Enrique de Trastámara (respaldado por Aragón y Francia). La guerra dejó la zona devastada y sembró el caos institucional. Las órdenes Militares, tanto la Orden de Santiago como la de Calatrava, intentaron hacerse con el control de Moya, aprovechando su valor defensivo y su ubicación clave en las rutas entre Castilla y Aragón.
    • Consecuencias para la población, el auge del bandolerismo. Tras conflictos como la Guerra de los Dos Pedros (1356–1369), muchos soldados y mercenarios quedaron sin paga ni señorío. En la Baja Sierra esto se tradujo en: Grupos armados itinerantes, no eran ejércitos regulares, sino bandas de excombatientes desmovilizados, mercenarios sin contrato.

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Alfonso X el Sabio

      Primera Crónica General de España (c. 1270-1284). Fundamental para el contexto político y militar de la Castilla del siglo XIII.

    2. Fuero de Cuenca

      Ed. crítica de Rafael de Ureña y Smenjaud (1935). Base jurídica de la repoblación y organización territorial en la región.

    3. Chronica Latina Regum Castellae:

      Ed. Luis Charlo Brea (1999). Relatos contemporáneos sobre Alfonso VIII y Enrique I.

    4. Martínez Díez, Gonzalo

      Los templarios en los reinos de la Península Ibérica. Ed. Cátedra. (1993).

    5. Ruiz Gómez, Francisco

      Los orígenes de las órdenes militares y la repoblación de los territorios de La Mancha (CSIC, 2003). Análisis del papel de Santiago y Calatrava en la consolidación territorial.

    6. Doménech, M. Ángeles (2005)

      Religiosidad popular y santuarios en la Serranía Baja de Cuenca. Diputación Provincial de Cuenca.

    7. Sánchez Garzón, Alfredo (2006)

      Santuario de la Virgen de Tejeda en Garaballa. Ed. Comarcal.

    8. Llop Domingo, J. V. (1997)

      Ermitas y espiritualidad mariana en el Alto Turia.

    9. Archivo Parroquial de Moya y Libros de Fábrica de Garaballa y Garcimolina

      Contienen referencias a los orígenes legendarios y primeros cultos.

    10. Sanz y Díaz, José

      Historia de la muy noble y leal villa de Moya (Ed. Añil, 1947). Crónica local con documentos sobre Juan González de Roa.

    11. VV. AA. (2011)

      Marianismo rural en la península Ibérica: ritos, caminos y ermitas. Universidad de Castilla-La Mancha.

    12. Vauchez, André

      La espiritualidad del Occidente medieval (Cátedra, 1995). Contexto sobre devociones populares (vírgenes aparecidas, setenarios).

    13. Castro, Caridad, Pepe

      Peregrinos en la España medieval. (Ediciones Nowtilus, 2010). Rutas alternativas, hospederías y simbolismo espiritual.

    14. Almagro Gorbea, Martín

      El castillo de Moya, arqueología de fortaleza medieval (Diputación de Cuenca, 2015). Estudio arquitectónico y estratigráfico del bastión.

    15. Retuerce Velasco, Manuel

      La Serranía Conquense en la Edad Media. Poblamiento y estructura social (AACHE Ed., 2009). Asentamientos como Casas de Garcimolina.

    16. Primera mención documental de «La Casa de García Molina». Censo de pecheros de Carlos I, 1528.

      Tomo I, pág.: 133 https://ine.es/prodyser/pubweb/censo_pecheros/tomo1.pdf

    17. Archivo municipal de Moya, 1380-1400, Pedro López de Ayala

      bub_gb_9-s97PAswgsC.pdf

    18. Real Academia de la Historia

      https://bibliotecadigital.rah.es/es/consulta/registro.do?id=12781

    19. Recursos digitales
      1. https://gw.geneanet.org/foullon?lang=es&n=de+roa&p=juan+gonzalez+de+roa
      2. https://palomatorrijos.blogspot.com/2020/04/juan-gonzalez-de-rosa-senor-de-moya-y-de.html
    20. Documentos de órdenes militares

      Archivo Histórico Nacional (Madrid). Sección órdenes Militares (Santiago, Calatrava).

      1. Pergaminos y cartularios: encomiendas en Cuenca y Moya (siglos XII-XIV).
      2. Consultas sobre posesiones en la zona oriental de Cuenca. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=50989

     

     

    Volver

    Tu mensaje se ha enviado

    Advertencia
    Advertencia
    Advertencia
    Advertencia

    Advertencia.

     

     

     

     


  • La fibra óptica llega a Casas de Garcimolina. ¿Ahora qué?

    Es conocido por todos que, con el fin de reducir la brecha digital, la Diputación de Cuenca y la Junta impulsaron en 2019 un plan para implantar fibra óptica en municipios de la provincia con menos de 200 habitantes.

    Según hemos podido conocer, a día de hoy, la red de fibra óptica está totalmente instalada en nuestro pueblo. Por lo que muy posiblemente, antes de que acabe este año, podrá ser contratada por los garcimolineros.

    ¿Y ahora qué?

    Según hemos podido conocer, esta red está siendo implantada por Movistar, por lo que cualquier contratación tendrá que ser a través de ellos directamente, o a través de compañías que alquilan su infraestructura. Es indiscutible que para las personas que residen en el pueblo y, que ahora mismo tienen una ADSL contratada, van a salir ganando (y mucho) con el cambio. Pero, ¿que pasa con las personas que vienen fines de semana?

    Cuando se trata de contratar fibra óptica, a todos nos viene a la cabeza un precio alrededor de 30 euros. Pero no tardamos tiempo en descubrir que estamos equivocados. Si vamos a la página de Movistar, podemos descubrir que hay un par de tarifas de segunda residencia muy interesantes. La más económica cuesta 15 euros y, pese a que tiene una limitación de 10 Mbps, podría ser suficiente para cualquier persona que quiera teletrabajar desde Garcimolina, o que quiera usar servicios como Netflix (aunque en este caso, las películas no podrían verse en la máxima calidad). La otra opción es una tarifa que cuesta 22 euros al mes, y en este caso, disponemos de 300 megas simétricos. Eso sí, en ambos casos hay que pagar una cuota de alta de 50 euros.

    Para los que no quieran gastarse un duro, también habrá ventajas importantes. Ya que la velocidad que ofrece el punto de acceso wifi municipal aumentará drásticamente. Por supuesto, esto no nos dará para teletrabajar, pero si tenemos que enviar archivos grandes, o participar en videoconferencias, desde ahora podremos hacerlo.

    PD: El próximo jueves anunciaremos un nuevo y ambicioso proyecto

    Iván Martínez


  • Podenc@s de Garcimolina estrena equipación

    Podencos de Garcimolina es un grupo de garcimoliner@s amantes del deporte que se juntan en el municipio serrano para practicar  senderismo, carreras de montaña, piragüismo, ciclismo, escalada o paddle surf. ¡¡Nada se pone por delante de est@s chic@s!!

    Este verano Podenc@s estrena la nueva equipación que lucirán sus miembros en las diferentes competiciones a las que asistirán por todo el territorio español.

    El grupo invita a todo aquel que quiera unirse a sus quedadas, incluso a gente de otros pueblos. De hecho el objetivo a largo plazo es poder organizar una carrera de trail running que salga de Garcimolina, vaya por los pueblos cercanos, pasando por el Talayón y el antiguo camino a Santerón que se quiere recuperar.

    ¡Mucha suerte chic@s!

    Nota posterior a la publicación: En estos momentos no se tiene previsto pedir más material, pero si estás interesado, contacta con nosotros para tenerte en cuenta para nuevos pedidos.

     


  • La matanza del cerdo

    En el año 2009, un grupo de vecinos de Casas de Garcimolina crearon la Asociación Peña del Pardo, entre ellos Amador Martínez, presidente de dicha asociación desde su constitución.

    En el transcurso de estos años se han realizado diversas actividades, como exposición de fotografías antiguas, gimnasia, salidas al monte en grupo y la tradicional comida en la plaza del pueblo servida por catering. Otra actividad tradicional que se ha celebrado durante años ha sido la «Matanza del cerdo», en la que han participado tanto los socios como los vecinos que lo han deseado. Durante varios años han venido autobuses organizados por la Sociedad Gastronómica «El Cullerot», dando a conocer nuestras costumbres y nuestro pueblo a gente que jamás hubiera pasado por aquí.

    A continuación os dejamos un video y fotografías sobre dicho acontecimiento, que tuvo lugar en el año 2011, para que sirva de recuerdo a todos. Queremos pedir, tanto a socios, como al resto de vecinos vuestra colaboración para poder realizar nuevas actividades.

    Gracias a todos y un saludo

    Cristina Villalba
    Asociación Peña del Pardo

     

    Aportación de Consuelo posterior a la publicación:

    Estupendo reportaje , sólo deciros pq muchos no lo sabréis.  El mujeres que colabora en el matagorrino se llaman las «mondongueras».

    Palabreja k viene del mondongo, o lo que es lo mismo, en nuestro pueblo se llama menudo a lo que comprende todas las tripas y vísceras del animal…


  • Descarga el libro completo ‘Mi abuelo Juan Blas y algunos paisanos más’

    La historia de mi abuelo Juan Blas es la de muchos hombres y mujeres que habitaron nuestra Serranía a lo largo del siglo XX. En ella podrás ver reflejado a tu abuelo, tu padre o tus vecinos y podrás viajar a otra época a través de las vivencias de una familia.

    Puedes descargar la versión en PDF de forma totalmente gratuita pinchando en la imagen y si te gusta ¡Comparte!

     


  • Mi abuelo Juan Blas y algunos paisanos más. Tercera entrega

    14 Estraperlo

    Mi abuela María y mi abuelo Juan se casaron el 4 de octubre de 1942 y diez meses después nacía su hijo Joaquín. Mi abuelo le puso el nombre de su padre, fallecido con 44 años en Saldón.

    Los años de posguerra fueron especialmente duros en la zona. La represión franquista se cebó con esa Serranía que había permanecido fiel a la república hasta el final de la contienda.

    Pero con el fin de la guerra no se detuvo el hambre, los campos habían sido arrasados y la recesión económica era feroz. Para mitigar esta situación, el régimen impuso las cartillas de racionamiento que pretendían la vigilancia y el control absoluto de los alimentos producidos y consumidos en el país. Las cartillas determinaban los alimentos que correspondían a cada familia, pero había algunos que escaseaban y el sistema no funcionaba correctamente. La necesidad era tan grande en esta pequeña familia que mi abuelo inició una nueva, pero muy peligrosa, actividad: el estraperlo.

    Cartilla de racionamiento

    Mi abuelo se movía por las noches, con su mula viajaba por los pueblos a casas de conocidos.  Subía a Zafrilla con dos sacos de cebollas y se volvía con cuatro de patatas que después vendía en La Huérguina. Eran ventas o trueques por pura necesidad, con los que mis abuelos no se hicieron ricos, ni mucho menos. Simplemente sobrevivían. Otras veces bajaba a Utiel y subía con aceite, un bien muy escaso y preciado.

    En una ocasión, volvía de Utiel con una garrafa de aceite en el coche de línea. Este paró en la plaza de La Huérguina justo en frente de los guardias que pasaban por allí en aquel momento. Mi abuelo petrificado no sabía qué hacer, si dejar la garrafa allí o cogerla y echar a correr. El caso es que disimuladamente se la llevó a su casa.

    Por la noche llamaron a la puerta, era un guardia civil. Mi abuelo se temía lo peor: lo iban a detener. Al abrir la puerta vio que el hombre venía con un cacillo de hojalata para que mi abuelo le echara aceite. Juan se lo llenó y el hombre se marchó por donde había venido, sin decir ni una palabra. Era una forma de cobrarse su silencio, pero también una forma de tener aceite, ya que los guardias también pasaban necesidad.

    En 1945 nació su segundo hijo, Benito. Un día avisaron a mi abuela de que estaban los guardias en la entrada del pueblo, justo a la hora que tenía que volver mi abuelo con la carga que traía de la sierra. Mi abuela mandó a sus dos hijos, que fueron corriendo por el campo a avisar a su padre para que no subiera por la cuesta donde estaban los guardias. Tenía que esconderse, dar un rodeo y subir por otro sitio.

    Muchos eran cómplices de lo que hacía mi abuelo, como el conductor del coche de línea, algunos vecinos o el guardia. La mayoría de ellos se beneficiaban. No puedo imaginar el miedo de andar por aquellos caminos de noche, de pueblo en pueblo, con frío, pensando que te pueden pillar en cualquier momento. Tuvo suerte, nunca lo hicieron.

    15 Maquis

    Corría por la Serranía un rumor que hablaba de hombres que se echaban al monte. La represión contra los vencidos era tan dura que para muchos fue la única opción. Las visitas a sus casas eran continuas, los interrogatorios y las torturas, por lo que muchos vieron en la huida la única salida. Había también guerrilleros que cruzaban el Pirineo desde Francia para luchar contra Franco y recuperar España. Pronto los inmensos montes de nuestra zona y la escasa población hicieron de aquellas sierras el lugar perfecto donde operar la Agrupación Guerrillera de Levante y Aragón. Cada vez el rumor era más cercano, se sabía de la entrada de maquis a pueblos pidiendo comida y armas, e incluso se les acusaba de cometer algún asesinato.

    Una noche mi abuelo Juan bajaba por la cuesta desde su casa hacia la carretera, iba a casa de su hermana Lucia que vivía allí con su marido que era el cobrador del coche de línea. Al cruzar la carretera Juan sintió un golpe en los riñones: alguien le estaba encañonando por la espalda. Era uno de aquellos hombres del monte, un maqui, pero no estaba solo, había más. Muy rápido le metieron en la casa, andaban buscando un arma. No se llevaron comida, ni la recaudación de todo el mes del autobús que estaba en la chaqueta, colgada a la entrada. Solo buscaban un arma que no consiguieron.

    Dentro de aquella casa había seis o siete maquis que armados amenazaron a todos los presentes. Si daban parte a la Guardia Civil, al día siguiente vendrían y los pasarían a todos por las armas. Por otro lado, si los guardias se enteraban de que habían visto a los maquis y no habían denunciado podrían acusarles de colaborar con la guerrilla y sería igual o peor. Mis abuelos se encontraban entre la espada y la pared.

    Se sabe que en Peñalta hubo durante un tiempo un chozo donde vivían varios maquis. Mi abuelo había llegado a verlo. Los pastores que estaban todo el día en el campo veían cosas. Pero allí Juan, veía, oía y callaba.

    16 Silla

    El encuentro con los maquis demostró que los rumores eran ciertos. El miedo de la familia era tan grande y se oían tantas cosas que en pocos días mis abuelos prepararon lo poco que tenían: unas ovejas, unas gallinas, poco más. Se marcharon con dos niños bien pequeños a una masía cercana al pueblo de Silla en Valencia. Tanto si denunciaban lo ocurrido como si no, toda la familia estaba en peligro. La huida era una forma de escapar de los maquis y empezar una nueva vida, donde no conocieran los antecedentes políticos de la familia.

    Era 1948, año en el que estuvieron seis meses en Silla. Solo se quedaron ese periodo de tiempo porque descubrieron que allí había incluso más maquis que en La Huérguina. Se oía continuamente de la entrada de maquis en masías cercanas. El problema no eran los maquis en sí, el problema venía si los ayudabas y los guardias se enteraban. Los vecinos de los rentos o masías en mitad del campo fueron quienes más sufrieron las consecuencias de la guerrilla, ya que muchos de ellos fueron torturados, encarcelados o incluso ejecutados. Se les acusaba de colaborar con los guerrilleros.

    Un día estando mis abuelos dentro de la casa se oía a la cabra balar muy fuerte por fuera. Mi abuela María tenía tanto miedo que no se atrevía a ir a ver qué pasaba y le dijo a mi abuelo: “Juan, los maquis se están llevando a la cabra. Ve corriendo que se la llevan” Mi abuelo aun con miedo llegó hasta la cabra. La pobre se había enganchado por el cuello con algo y se estaba ahorcando ella sola. Era por ese motivo por el cual se oía balar tan fuerte, pero era tan grande el miedo que tenían, que casi la dejan morir solo por no exponerse a los guerrilleros.

    Al hijo pequeño le habían puesto de nombre Benito, como su abuelo. El pobre estaba desesperado por volver a La Huérguina, puesto que la huida a Silla no había funcionado. Los maquis de La Huérguina ya se habían ido así que la pequeña familia regresó a su pueblo. Pocos años después, nació mi padre: David.

    17 Valencia

    Mi bisabuela Prudencia había pasado unos años relativamente fáciles al lado de su nuevo marido. En La Huérguina, a pesar de la guerra y el hambre no habían sido tan dramáticos como los vividos en Saldón.

    Sus cuatro hijas, fruto del nuevo matrimonio, se habían hecho mayores y se habían marchado a Valencia o Barcelona a servir y a formar sus propias familias.

    En 1945 Blas Sánchez ya contaba con ochenta y cinco años. Un día estando en casa se quedó dormido al lado del fuego y se cayó, con tan mala suerte que su cuerpo sufrió grandes quemaduras. Estas no evolucionaron bien y a los pocos días falleció. Al faltar su marido, Prudencia no quiso quedarse sola en La Huérguina y se bajó a vivir a Valencia con Amparo, su única hija soltera.

    Mi bisabuela Prudencia con su hija Amparo y su sobrina Dominga, hija de María Cruz.

    Amparo trabajaba en una portería y además era bordadora. Sus manos habían bordado cientos de ajuares para las futuras novias de la Ciudad del Turia, pero ella nunca se casaría. Vivía también con ellas un sobrino llamado Ramiro y un loro parlanchín al que habían enseñado a decir “Ramiro Borracho”.

    Allí en la portería les pilló la intensa riada que arrasó la ciudad del Turia. Por aquel entonces mi bisabuela Prudencia ya tenía setenta y seis años. Era el domingo trece de octubre de 1957, en Valencia apenas había llovido, pero aguas arriba llevaba más de treinta horas diluviando. El río Turia se llevó la vida de ochenta y una personas y dejó la ciudad sepultada bajo miles de toneladas de lodo. La portería quedó llena de agua, pero afortunadamente no tuvieron que lamentar la pérdida de vidas cercanas. Solo vivieron con pena la muerte de aquel lorito parlanchín que nunca más diría aquello de “Ramiro Borracho”.

    Calles anegadas en la gran riada de Valencia 1957.

    Prudencia no volvió a subir a la Serranía de Cuenca. Murió bastante mayor en Valencia, donde pasó sus últimos años impedida, fue su hija Amparo quien la cuidó hasta el final.

    Mi bisabuela Prudencia con su hija Marcelina y su nieta Purita, en una visita a Barcelona.

    18 La gran migración

    Mi abuelo Juan siguió en La Huérguina con su mujer María y sus tres hijos. Vivían de la agricultura y de las treinta ovejas que cabían en la cuadra. La represión feroz había aflojado y la vida se tornó tranquila para el matrimonio. Pero los hijos se hicieron mayores y como muchos paisanos, ellos también dejaron el pueblo. Todos se marcharon a Barcelona donde también nacerían sus hijos.

    Los hijos de Juan y María aprovechaban los puentes y vacaciones para visitar a la familia en el pueblo, pero sus vidas ya estaban establecidas en la ciudad condal. Fue así como nuestros pueblos se fueron vaciando, se cerraron escuelas, comercios y bares y allí quedó sobre todo gente mayor que se resistía a abandonar sus hogares.

    Mi abuelo Juan murió el verano de 1981. Durante la primavera siguiente, nací yo.

    Cómo me habría gustado conocerle.

    Mi abuelo Juan con su hermana Amparo.

    Este es el relato de las vivencias reales de una familia y de cómo el avance de los tiempos mejoró las condiciones de vida de todos ellos. Esta historia está escrita porque quiero que mi hermana, mis primos, sus hijos y los míos, tengan el recuerdo de quienes fueron sus antepasados. Pero sobre todo está escrita para que ninguno de nosotros, por muy lejos que nos lleve la vida, olvidemos de dónde venimos. Todos llevamos dentro un trozo del Collado Verde, de Saldón, de La Inclusa de Teruel, de Algarra, de La Huérguina, de la Barceloneta y hasta de la trinchera. Llevamos dentro la fuerza y el coraje de todos estos hombres y mujeres, que por mucho que la vida les apretó siguieron adelante, dando lugar a lo que hoy somos nosotros. Para mi gran familia, con mucho cariño. Anabel Blas.

    Agradecimientos

    Es evidente que esta historia no hubiera podido ser escrita si no fuera por la ayuda desinteresada obtenida de mis familiares más cercanos, en especial mi padre, David Blas.

    La información expuesta ha sido contrastada mediante la consulta en archivos de la zona. Quiero mostrar mi agradecimiento a las personas que los custodian y que amablemente me han ayudado en esta búsqueda.

    Archivo de la Diputación de Teruel – Charo Valenzuela

    Ayuntamiento de Saldón – Pilar Villanueva

    Ayuntamiento de Algarra- José Manuel Huerta

    Ayuntamiento de La Huérguina – Valentín

    Explica’m Barcelona – Susana

    Barcelona Memory

    Portal de archivos españoles – PARES

    Brunete en la Memoria

    Mariano López Marín Cronista oficial de Salvacañete.

    La Gavilla Verde

    Fundación Anselmo Lorenzo – CNT

    Eduardo De La Calle Sánchez

    Alberto Hernández de La Fuente

    Laura Delgado González

    Lorena Bujanda

    Club de Lectura de Albelda de Iregua

     

    Si puedes aportar algún dato más a esta historia, no lo dudes:

    anabelblasmontesinos@gmail.com


Sobre nosotros

El objetivo es impulsar la participación y el desarrollo del asociacionismo, entre las personas mayores de Casas de Garcimolina y su entorno.

 

A veces, la parte más difícil de encontrar el éxito, es reunir el coraje para comenzar.

 

Las personas provechosas no miran hacia atrás para ver quién los observa, solo al frente y sus metas.

 

Síguenos

Volver

Tu mensaje se ha enviado

Advertencia
Advertencia
Advertencia
Advertencia

Advertencia.

Suscríbete a nuestro boletín de correo electrónico

“No digas poco en muchas palabras, sino mucho en pocas.” — Pitágoras —