Asociación de vecinos y personas mayores PEÑA EL PARDO

 Esta web es soportada económicamente por la Asociación de Vecinos y Mayores Peña el Pardo
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  • Otoño en Garcimolina (Parte 1)

    Aprovechemos el otoño
    antes de que el invierno nos escombre
    entremos a codazos en la franja del sol
    y admiremos a los pájaros que emigran

    ahora que calienta el corazón
    aunque sea de a ratos y de a poco
    pensemos y sintamos todavía
    con el viejo cariño que nos queda

    aprovechemos el otoño
    antes de que el futuro se congele
    y no haya sitio para la belleza
    porque el futuro se nos vuelve escarcha

    Mario Benedetti

    Fotografías: Iván Martínez


  • Ni truco ni trato. Todos los Santos en Garcimolina

    Se acerca el día de Todos los Santos y como cada año la publicidad nos bombardea con miles de mensajes sobre Halloween, calabazas y truco o trato. Una celebración donde nos disfrazamos, comemos chucherías y lo pasamos bien. Sumergidos en la burbuja nos olvidamos del verdadero significado de esta fecha para nuestra cultura y en particular para nuestros antepasados de la Serranía Baja de Cuenca. Una fecha que desde tiempos inmemoriales ha servido a nuestros paisanos para recordar a sus muertos.

    Cementerio de Garcimolina

    Hubo un tiempo en el que un sacerdote vivía en Garcimolina de forma permanente y la tradición autóctona se repetía año tras año. El día de Todos los Santos empezaba con una misa dedicada a los difuntos. Una vez finalizada la liturgia los vecinos y vecinas de nuestro pueblo bajaban al cementerio en comitiva donde se realizaba un rezo especial por los difuntos llamados responso.

    Una vez finalizada la oración, cada uno ponía las flores en las tumbas de sus seres queridos. Las más utilizadas eran los crisantemos, también conocidos como ‘octubreras’, muy presentes en el pueblo por aquellas fechas. Como la nieve, que a finales de octubre ya hacía sus primeras apariciones.

    Octubreras en la puerta del cementerio

    La víspera de Todos los Santos se llamaba la noche de las ánimas y las abuelas se encargaban de infundir el miedo a los niños y niñas. Aquella noche salían las ánimas de los difuntos y había que estar pronto en casa, porque estas podían llevarse a los pequeños. Más de uno pasaba verdadero miedo ese día.

    En nuestro pueblo habían llegado a vivir más de 400 personas, pero la precaria atención médica y la pobreza de la época hacían que la mortalidad fuera elevada, en especial la mortalidad infantil.

    Unos toques lentos de campanas indicaban que alguien había dejado este mundo, si la letanía empezaba con tres toques se trataba de un hombre, si empezaba con dos la fallecida sería una mujer. Las campanas doblaban dando toques muy lentos donde se intercalaban ambas, la grande y la pequeña. Rápidamente los vecinos se informaban de quien había fallecido. Entonces la familia y los allegados empezaban los preparativos del enterramiento, que generalmente era al día siguiente. Llegaba el momento de amortajar al difunto y prepararlo con su mejor vestimenta para la ocasión. Esta solía ser una tarea de mujeres donde las vecinas y personas más cercanas también colaboraban.

    Esa noche se velaba al difunto, se iba a su casa y se pasaba toda la noche allí rezando el rosario. Al día siguiente se llevaban al difunto a la iglesia y allí se hacía la misa y el responso por él.

    Para aquella ocasión especial el sacerdote lucía unas vestiduras de color morado. Después cuatro hombres cercanos a la familia se subían el féretro a hombros y lo trasladaban hasta el cementerio. En primer lugar, marchaba el féretro, después el cura y por último los familiares con el resto de vecinos. Según la popularidad del difunto también podía acudir al sepelio gente de pueblos vecinos.

    En el campo santo previamente se había cavado una fosa muy profunda, allí se ataba el ataúd con unas sogas gordas y se deslizaba hasta el fondo del hoyo. Era entonces cuando el sacerdote echaba la primera pala de tierra, el sonido de esta contra la madera siempre impresionaba a los presentes.

    Aunque hubo un tiempo en el que el campo santo estuvo situado casi dentro del pueblo, en la actualidad se encuentra más alejado. Entrando a mano derecha del cementerio actual hallaremos una puerta que lleva a una estancia aparte. Hasta mediados del s.XX aquella sala era una ermita y allí pasaba todo el año la imagen de San Miguel. Así, era frecuente escuchar frases como ‘cuando me bajen a San Miguel’ refiriéndose al Campo Santo. Años después, la imagen de San Miguel fue llevada a la iglesia del pueblo y la sala se remodeló para un uso más funerario.

    Antigua ermita de San Miguel

    También en la parte de la derecha, aun hoy en día encontramos un pequeño muro que separa la zona donde se enterraba a los niños que fallecían sin haber sido bautizados. Allí ha crecido un cerezo en memoria de todos ellos.

    Muro de separación

    En los últimos años, ya no quedan en el pueblo muchos mozos fuertes que caven la profunda fosa en la tierra, es por ello que se han construido varias series de nichos. Muchos de ellos ya albergan a personas que aun viviendo en Barcelona o Valencia han pedido que sus restos o cenizas descansen aquí.

    En este cementerio están enterrados muchos de nuestros paisanos, nuestros ancestros, personas que quisieron descansar allí, por ser un lugar querido para ellos. Desde aquel alto tienen unas buenas vistas a nuestro pueblo y nos siguen acompañando cada día.

    Autoras: Consuelo Saiz y Anabel Blas.


  • Llegan los calendarios de 2022

    Hace unas semanas se nos ocurrió la brillante idea de hacer unos calendarios con fotos del pueblo para el año 2022. Teníamos la idea, fotos espectaculares y nos faltaba poder hacerlos de una forma más o menos económica, ya que dichos calendarios suelen ser carísimos.

    Pues bien, tras explorar todas las posibilidades, hemos conseguido el objetivo. Se trata de un calendario en formato A3  (29,7 x 42 cm) con 13 fotografías en color, una de presentación y otra por cada mes. Hemos hecho una pequeña plantilla para que os podáis hacer una idea, aunque el diseño final variará significativamente.

    Debido a que nos gustaría entregarlos en el puente del 1 de noviembre, se podrán reservar hasta el 18 de octubre. Una vez pase esa fecha, no será posible conseguirlos. Se pueden reservar a través de Whatsapp. El precio será de 6 euros.

    Se podrá recoger, y pagar, en el pueblo, en Burjassot y en Barcelona (Mercat de la Mercé).

    • PD: Los meses del calendario serán en castellano, no en inglés. No es una iniciativa, ni de la Asociación de Mujeres, ni la de Jubilados. Es iniciativa propia con el objetivo de hacer algo chulo para todos los garcimolineros al menor coste posible.


  • La fibra óptica llega a Casas de Garcimolina. ¿Ahora qué?

    Es conocido por todos que, con el fin de reducir la brecha digital, la Diputación de Cuenca y la Junta impulsaron en 2019 un plan para implantar fibra óptica en municipios de la provincia con menos de 200 habitantes.

    Según hemos podido conocer, a día de hoy, la red de fibra óptica está totalmente instalada en nuestro pueblo. Por lo que muy posiblemente, antes de que acabe este año, podrá ser contratada por los garcimolineros.

    ¿Y ahora qué?

    Según hemos podido conocer, esta red está siendo implantada por Movistar, por lo que cualquier contratación tendrá que ser a través de ellos directamente, o a través de compañías que alquilan su infraestructura. Es indiscutible que para las personas que residen en el pueblo y, que ahora mismo tienen una ADSL contratada, van a salir ganando (y mucho) con el cambio. Pero, ¿que pasa con las personas que vienen fines de semana?

    Cuando se trata de contratar fibra óptica, a todos nos viene a la cabeza un precio alrededor de 30 euros. Pero no tardamos tiempo en descubrir que estamos equivocados. Si vamos a la página de Movistar, podemos descubrir que hay un par de tarifas de segunda residencia muy interesantes. La más económica cuesta 15 euros y, pese a que tiene una limitación de 10 Mbps, podría ser suficiente para cualquier persona que quiera teletrabajar desde Garcimolina, o que quiera usar servicios como Netflix (aunque en este caso, las películas no podrían verse en la máxima calidad). La otra opción es una tarifa que cuesta 22 euros al mes, y en este caso, disponemos de 300 megas simétricos. Eso sí, en ambos casos hay que pagar una cuota de alta de 50 euros.

    Para los que no quieran gastarse un duro, también habrá ventajas importantes. Ya que la velocidad que ofrece el punto de acceso wifi municipal aumentará drásticamente. Por supuesto, esto no nos dará para teletrabajar, pero si tenemos que enviar archivos grandes, o participar en videoconferencias, desde ahora podremos hacerlo.

    PD: El próximo jueves anunciaremos un nuevo y ambicioso proyecto

    Iván Martínez


Sobre nosotros

El objetivo es impulsar la participación y el desarrollo del asociacionismo, entre las personas mayores de Casas de Garcimolina y su entorno.

 

A veces, la parte más difícil de encontrar el éxito, es reunir el coraje para comenzar.

 

Las personas provechosas, no miran hacia atrás para ver quién los observa, solo al frente y sus metas.

 

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“No digas poco en muchas palabras, sino mucho en pocas.” – Pitágoras