Asociación de vecinos y personas mayores PEÑA EL PARDO

 Esta web es soportada económicamente por la Asociación de Vecinos y Mayores Peña el Pardo
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  • El Eco de las Espadas

    Introducción y publicación por entregas:

    «EL ECO DE LAS ESPADAS»

    Asociación de personas mayores Peña el Pardo

     

    Revista Histórica y Cultural

    «Entre la piedra y la fe, una fortaleza escribe su destino»

    Bien fallados seades, leedores, en aqueste viage que passa por los siglos et torna los sones d’aquella sazón en que la fe, el açero et la cobdicia texieron el fado d’un regno. En los cartapacios que agora se siguen, damos el primer recreo de «El Eco de las Espadas», estoria que se arraiga en la Baxa Edat Media de Castiella, en aquellas tierras bravas et de frontera que oy día son llamadas Castiella-La Mancha.

    Bienvenidos, lectores, a un viaje que atraviesa los siglos y resucita los ecos de una época donde la fe, el acero y la ambición tejieron el destino de un reino. En las páginas que siguen, presentamos el primer adelanto de «El Eco de las Espadas», una novela histórica que sumerge sus raíces en la Baja Edad Media castellana, en ese territorio agreste y fronterizo que hoy conocemos como Castilla-La Mancha.

    Inicio del camino de la Vera, 1347

    ¿Qué secretos guardan las murallas del castillo de Moya?

    En un mundo donde las órdenes militares —Santiago y Calatrava— pugnaban por el control de rutas sagradas y tierras baldías, un hombre, Juan González de Roa, comendador de Alcañiz, hasta 1268. Su presencia en Moya como un encargo real temporal «por orden de Alfonso X, durante la revuelta mudéjar», como comisionado regio y labores de alcaide. Carga sobre sus hombros el peso de una misión imposible: sostener la unidad de su gente mientras el reino se fractura. Su historia, rigurosamente documentada, pero narrada con la pasión de la ficción, es el hilo que nos guía a través de intrigas palaciegas, batallas espirituales y la silenciosa resistencia de los peregrinos que, bajo la sombra de la Ruta de la Veracruz, buscaban redención.

    ¿Por qué desapareció un pueblo entero?

    La lucha entre estos muros, las intrigas, la devoción mariana —encarnada en vírgenes aparecidas como la de Tejeda o Santerón— se entrelaza con leyendas templarias nunca confirmadas, pero imposibles de erradicar. Aquí, los setenarios de siete días (ya modernos), consagraban la fe en ermitas perdidas, mientras los campesinos y ganaderos de Casas de Garcimolina, (hoy apenas un eco en los archivos), labraban su supervivencia entre el olvido y la repoblación.

    Una trama coral,1 un misterio histórico

    Esta obra, estructurada como un tapiz de voces —caballeros, artesanos, peregrinos como el misterioso Herminio, cuyo mimbre simboliza la fragilidad humana—, alterna, eventos históricos verificables con relatos íntimos que desafían el tiempo. ¿Qué ocurrió realmente entre 1284 y 1292, cuando Moya fue arrasada y sus emblemas borrados? ¿Por qué la Orden de Calatrava perdió el control frente a Santiago? Y, sobre todo, ¿quién traicionó a quién?

    En esta primera entrega, descubrirán:

    • El Castillo de Moya: bastión entre dos mundos, donde el viento aún susurra las plegarias de los caídos.
    • La sombra de los Templarios: aunque no hay pruebas de su presencia, su herencia late en rituales y símbolos.
    • La emboscada en el nogueral: un joven caballero, Álvaro, enfrentará su primera prueba de sangre en defensa de los peregrinos.

    «El Eco de las Espadas» no es solo una novela: es una invitación a caminar por senderos olvidados, donde cada piedra, cada documento rescatado del silencio (como el Censo de Pecheros de Carlos I que menciona por primera vez a Garcimolina), nos habla de un mundo que creíamos perdido.

    Queridos lectores, os invitamos a un viaje por los caminos olvidados de la Serranía Baja conquense, donde la historia y la leyenda se entrelazan en cada piedra. «El Eco de las Espadas» no es solo una novela histórica: es una puerta abierta a ese territorio agreste y fronterizo que se extiende entre las agrestes sierras de Moya, los venerados santuarios de Santerón y Algarra, y las humildes aldeas que, como Garcimolina, Santo Domingo de Moya o Fuentelespino, resistieron el paso de los siglos.

    ¿Reconocéis estos parajes?

    Quizá os suenen sus nombres, evocadores y misteriosos, como ecos de un pasado que aún late en fuentes escondidas, en ruinas de ermitas y en senderos que serpentean entre sabinares. Esta es la tierra que pisaron los caballeros de Calatrava y Santiago, donde los peregrinos de la Ruta de la Veracruz buscaban refugio, y donde pastores y labriegos tallaron su existencia entre la devoción y la supervivencia.

    El Castillo de Moya, erguido sobre su cerro como un centinela de piedra, domina este paisaje áspero y bello. Desde sus almenas se divisan las torres de vigía y los caminos que llevan a Santerón, con su ermita mariana rodeada de leyendas; a Algarra y su castillo, donde las romerías tejían comunidad, y a esos pequeños mundos —La casa granja de García Molina, Santo Domingo, Fuente del Espino—, cuyas fuentes y majadas fueron testigos mudos de historias cotidianas y extraordinarias.

    ¿Qué secretos guardan estos andurriales?
    En «El Eco de las Espadas», cada lugar tiene su voz:

    • La Casa de García Molina, una simple granja perdida en los documentos, que esconde la tenacidad de quienes repoblaron estas tierras.

    • Los bosques de nogueras y sabinas, donde bandidos y peregrinos se cruzaban en noches de luna menguante.

    • Las fuentes y lavaderos, puntos de encuentro donde se compartían noticias, temores y esperanzas.

    Esta es una historia de frontera, donde lo sagrado y lo profano se mezclan: las apariciones de vírgenes en encinares, los setenarios (ya modernos para esta historia), en ermitas aisladas, y las luchas entre órdenes militares por controlar no solo tierras, sino almas.

    ¿Por qué importa hoy esta historia?
    ¿Por qué estos parajes? —aunque hoy algunos sean apenas un recuerdo— moldearon la identidad de una región. En sus piedras, en sus documentos y en su tradición oral, encontramos las raíces de una resistencia callada: la de quienes, como el maestre Juan González de Roa o el caballero Álvaro, eligieron la lealtad a sus ideales frente a la conveniencia.

    En esta primera entrega, descubriréis:

    • El Castillo de Moya en su esplendor, cuando sus muros albergaban tanto a señores como a pastores.

    • La ermita de Santerón, faro espiritual en un territorio peligroso.

    • La granja de Garcimolina, ejemplo de cómo la vida se abría paso, incluso en tiempos de guerra.

    «El Eco de las Espadas» es una invitación a recorrer, con rigor histórico y pulso narrativo, esos lugares que, aunque os suenen lejanos, son parte de vuestra memoria. Porque la historia no solo se escribe en grandes ciudades, sino también en estos rincones donde el viento aún susurra nombres como Moya, Santerón, Algarra y Garcimolina …

    ¿Están preparados para oír el eco?

     

    Continúa en el próximo número:

     Capítulo 3.: La huella del caminante el 19-09-2025

     

    ACCESO A LOS CAPÍTULOS YA EDITADOS

    Introducción del autor

    Prólogo

     

    PRIMERA PARTE FICCIONADA

    I: El castillo de Moya

    II: La sombra de la rivalidad

    III: La conformación del poder

    IV: La llegada de los peregrinos

    V: La victoria de la fe

     

    SEGUNDA PARTE NOVELADA

    1.  El inicio del viaje, abril de 1347

    2.  Herminio, el peregrino del mimbre

    3.  La huella del caminante

    4.  La nueva misión de Herminio en Moya

    5.  Reflexiones del camino

    6.  Una tradición perdurable

    7.  Un ciclo de enseñanza y aprendizaje

    8.  Una nueva era

    9.  Nuevas generaciones y su propio camino

    10. La obra de Herminio

    11. Nuevos horizontes

    12. Reflexiones en el umbral

    13. El regreso de Herminio

    14. Los canastos de la memoria

    15. Semillas de esperanza

    16. Una marca que perdura

    17. Los caballeros de la luz

    FIN

     

    EPÍLOGO

     


    Nota del editor:

    Esta obra ha sido investigada con fuentes primarias, desde crónicas medievales hasta registros arqueológicos del cerro de Moya. Cada entrega irá acompañada de un anexo con bibliografía histórica para los lectores más exigentes.

    Para no ser reiterativos, se han publicado todas las fuentes consultadas de un sola vez, al pie del documento, es la bibliografía total de la novela.


    Ilustraciones y grabados que aparecen en la publicación:

    Basados en las técnicas pictóricas de Jan Van Eyck (c. 1390-1441):

    Maestro flamenco y pionero de la pintura al óleo en el Renacimiento nórdico. Es reconocido como una de las figuras fundacionales de la pintura occidental y máximo representante de la escuela flamenca del siglo XV. Su dominio técnico y conceptual revolucionó el arte europeo, especialmente mediante el perfeccionamiento de la pintura al óleo, lo que le permitió alcanzar cotas de realismo y simbología sin precedentes.


    Características estilísticas y aportaciones técnicas

    1. Hiperrealismo y precisión óptica:
      1. Van Eyck elevó la técnica al óleo mediante el uso de capas translúcidas (glacis), lo que facilitó la recreación de texturas minuciosas en telas, metales, joyas y superficies naturales.
      2. Su tratamiento de la luz, con gradaciones sutiles y sombras articuladas, confería volumen tridimensional y profundidad espacial a sus composiciones.
    2. Simbología compleja y narrativa visual:
      1. Integró en sus obras un repertorio de elementos simbólicos (espejos, frutas, animales, inscripciones) que operaban como capas de significado adicional, a menudo vinculadas a temas religiosos, morales o sociopolíticos.
      2. Obras como El matrimonio Arnolfini (1434) son estudiadas por su densa carga alegórica y su capacidad para documentar la cultura material de la época.
    3. Innovaciones técnicas y firmas autógrafas:
      1. Perfeccionó la estabilidad y brillo de los pigmentos al óleo, superando las limitaciones del temple al huevo predominante hasta entonces.
      2. Sus obras frecuentemente incluían inscripciones como «Als ik kan»  (“Con lo que puedo”), reflejando una conciencia autoral innovadora para su tiempo.

     Legado e influencia

    Van Eyck sentó las bases estéticas del Renacimiento nórdico e influyó en artistas como Hans Memling, El Bosco y, posteriormente, en maestros del Barroco. Su obra marca la transición definitiva del Gótico internacional hacia un naturalismo empírico que anticipó desarrollos posteriores en Europa.

     Conexión con reconstrucciones históricas y culturales

    La estética de Van Eyck resulta singularmente adecuada para recreaciones visuales de escenarios medievales y protomodernos, tales como:

    • Escenas de vida cotidiana y poder señorial (ej.: el Castillo de la Moya o figuras como Gonzalo de Roa).
    • Entornos rurales y simbología sacra (ej.: peregrinos, cruces, arados y utensilios como cestos y canastos).
    • Narrativas históricas ambientadas en espacios como Santerón o el personaje del Zurdo, donde el detalle realista y la carga simbólica enriquecen la comunicación.

    Su capacidad para integrar precisión documental con profundidad conceptual permite que las imágenes no solo ilustren, sino que interpreten contextos históricos, reforzando el axioma de que “una imagen vale más que mil palabras” en la divulgación del patrimonio cultural.


    PIE DE PÁGINA

    1. Narrativa coral:

      Se refiere a un enfoque de narración donde la historia se relata por medio de diferentes voces o narradores, en vez de apoyarse en un solo punto de vista. Cada personaje, comúnmente desempeñándose como el personaje principal, proporciona una perspectiva singular de los acontecimientos, lo cual facilita la elaboración de una narración polifónica y enriquecida por la diversidad de experiencias y emociones. Este enfoque fomenta una interpretación más exhaustiva y minuciosa de la historia, dado que los sucesos se presentan desde múltiples puntos de vista, lo cual realza la complejidad y la autenticidad de la narrativa.

    2. Fungir:

      Desempeñar un empleo, cargo o función. “Desempeñar una función, a veces sin tener el nombramiento preceptivo”.

    3. Setenarios:

      Agrupaciones simbólicas de siete elementos en contextos espirituales o teológicos, destacando la relevancia del número siete, como símbolo de plenitud y perfección. Tradición cristiana, mística medieval; estas estructuras organizaban conceptos clave en grupos de siete, mostrando un marco para la reflexión y el crecimiento espiritual.

      1. Los siete dones del Espíritu Santo: Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
      2. Las siete virtudes: fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
      3. Los siete pecados capitales: Soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
      4. Las siete bienaventuranzas: Interpretadas a partir del Sermón del Monte.
      5. Las siete peticiones del Padrenuestro: Cada una se considera un antídoto espiritual frente a los pecados o debilidades humanas.
    4. Orden del Temple:

      Conocida como los Caballeros Templarios. Fundada en 1119 por Hugo de Payns tras la Primera Cruzada, su misión original era proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa.

    5. Los pecheros:

      Eran individuos pertenecientes al tercer estamento en la España del régimen antiguo, no pertenecientes a la nobleza ni al clero, y estaban obligados a abonar tributos directos a la Corona española. El término viene de “pecho” o “pecha” (tributos medievales). Principalmente, eran agricultores, artesanos y residentes de villas, cuya situación tributaria no se basaba en su riqueza, sino en su obligación de contribuir.

    6. Alfoz:

      Se trataba de un término de la era medieval que se utilizaba para referirse a un territorio rural bajo la jurisdicción de una villa principal, en el que se congregaban diversas aldeas. Poseía responsabilidades fiscales, judiciales y militares, desempeñando un papel crucial durante la Reconquista.

    7. Señorío de realengo:

      Tierras bajo control directo del rey, en contraposición a las tuteladas por nobles o la Iglesia, el monarca podía concederlas por merced o venta.

    8. Vísperas:

      Los miembros de la Orden de Santiago practicaban un rito denominado la Plegaria del Caballero, que se sincroniza con las horas canónicas de la Iglesia. Rezaban en momentos específicos del día. Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. La misa conventual y la liturgia de las horas, pilares esenciales en su vida espiritual.

    9. Prácticas de armas abiertas

      En los castillos de las órdenes militares solían realizarse, en espacios amplios y despejados dentro del recinto fortificado, como el patio de armas. Este era el corazón del castillo, una gran explanada central donde los caballeros entrenaban en combate cuerpo a cuerpo, manejo de espadas, lanzas, arcos y tácticas de formación. Además del patio de armas, algunos castillos contaban con terrazas exteriores o explanadas cercanas que también se usaban para ejercicios ecuestres y simulacros de batalla. Estos entrenamientos eran esenciales para mantener la disciplina y la preparación militar de los caballeros, guerreros altamente entrenados.

    10. Pertenencia a un grupo:

      Es cuando un individuo se siente parte de un conjunto de personas que comparten algo en común: afición, cultura, ideología, actividad o una edad…

    11. Bordón:

      Cayado largo de madera que sirve de apoyo durante el camino y tiene un significado simbólico en la peregrinación. Su uso se remonta a la Edad Media y suele estar coronado por un puño del que cuelga una calabaza.

    12. Limosnera: 

      Típica de la época, era un recipiente sencillo, a menudo de tela o cuero, que servía para llevar la limosna que se recogía de donantes.

    13. Ucronías:

      Relatos que imaginan cómo habría sido la historia si un hecho del pasado hubiera ocurrido de forma diferente. Es decir, son reconstrucciones ficticias de la historia basadas en un punto de divergencia.

    14. La Carola:

      Danza medieval en círculo, acompañada por el canto de los propios bailarines. Aunque no se han conservado partituras específicas, los instrumentos que solían acompañar este tipo de danzas incluían:

      1. Tamboriles: Marcaban el ritmo con golpes constantes.
      2. Flautas dulces: Añadían melodías suaves y fluidas.
      3. Cornamusa: Un instrumento de viento similar a la gaita, con un sonido potente.
      4. Chirimía: Antecesora del oboe, con un timbre agudo y expresivo.
      5. Laúd: Instrumento de cuerda pulsada que aportaba armonía.
      6. Castañuelas: Utilizadas para marcar el ritmo con percusión manual.

    CRONOLOGÍA DE LAS ÓRDENES MILITARES

    Orden de Santiago (1210 – 1300)

    • Justificación: Tras la conquista de Moya por Alfonso VIII de Castilla en 1210, la villa y su castillo fueron entregados a la Orden de Santiago para su defensa y repoblación de la frontera con al-Ándalus. Es el dominio más largo y estable.
    • Evidencia: Documentos reales de donación y confirmaciones posteriores de la posesión Santiaguista.

    Orden de Montesa (1300 – 1304)

    • Justificación: Mediante una bula papal (Sane Considerante) del Papa Bonifacio VIII (11 de julio de 1297), se autorizó al rey Jaime II de Aragón a crear la Orden de Montesa y asignarle los bienes de la disuelta Orden del Temple en la Corona de Aragón. Sin embargo, Jaime II formalizó la cesión de Moya (que era castellana, no aragonesa) a Montesa en 1300, buscando fortalecer esta nueva orden en la frontera.
    • Fecha exacta de finalización:
    • Justificación: La cesión de Moya (territorio castellano) a una orden aragonesa (Montesa), generó un conflicto diplomático entre Castilla y Aragón. Mediante el Tratado de Torrellas (8 de agosto de 1304), que fijaba las fronteras entre ambos reinos, Jaime II de Aragón acordó devolver Moya a Castilla.
    • Evidencia: Bula papal de 1297, documentos reales aragoneses de cesión a Montesa (1300) y texto de la sentencia arbitral del Tratado de Torrellas (1304).

    Fin del dominio directo de las órdenes militares (1304 en adelante).

    • Justificación: Cumpliendo el Tratado de Torrellas, la Orden de Montesa, dejó Moya, que volvió a la Corona de Castilla bajo el rey Fernando IV.
    • A partir de entonces, Moya fue gobernada por señores laicos nombrados por el rey (Señorío de Realengo 7), aunque mantuvo vínculos históricos con Santiago y tuvo Comendadores santiaguistas en su territorio. Nunca más volvió a estar bajo el dominio directo de una orden militar como villa propia.
    • Evidencia: Aplicación del Tratado de Torrellas y aparición de tenentes.

     

    Conflictos que marcaron la región

    • Guerra Civil Castellana (1366–1369): Moya fue escenario de enfrentamientos entre los bandos de Pedro I «el Cruel» (apoyado por Inglaterra) y su hermanastro don Enrique de Trastámara (respaldado por Aragón y Francia). La guerra dejó la zona devastada y sembró el caos institucional. Las órdenes Militares, tanto la Orden de Santiago como la de Calatrava, intentaron hacerse con el control de Moya, aprovechando su valor defensivo y su ubicación clave en las rutas entre Castilla y Aragón.
    • Consecuencias para la población, el auge del bandolerismo. Tras conflictos como la Guerra de los Dos Pedros (1356–1369), muchos soldados y mercenarios quedaron sin paga ni señorío. En la Baja Sierra esto se tradujo en: Grupos armados itinerantes, no eran ejércitos regulares, sino bandas de excombatientes desmovilizados, mercenarios sin contrato.

    BIBLIOGRAFÍA

    1. Alfonso X el Sabio

      Primera Crónica General de España (c. 1270-1284). Fundamental para el contexto político y militar de la Castilla del siglo XIII.

    2. Fuero de Cuenca

      Ed. crítica de Rafael de Ureña y Smenjaud (1935). Base jurídica de la repoblación y organización territorial en la región.

    3. Chronica Latina Regum Castellae:

      Ed. Luis Charlo Brea (1999). Relatos contemporáneos sobre Alfonso VIII y Enrique I.

    4. Martínez Díez, Gonzalo

      Los templarios en los reinos de la Península Ibérica. Ed. Cátedra. (1993).

    5. Ruiz Gómez, Francisco

      Los orígenes de las órdenes militares y la repoblación de los territorios de La Mancha (CSIC, 2003). Análisis del papel de Santiago y Calatrava en la consolidación territorial.

    6. Doménech, M. Ángeles (2005)

      Religiosidad popular y santuarios en la Serranía Baja de Cuenca. Diputación Provincial de Cuenca.

    7. Sánchez Garzón, Alfredo (2006)

      Santuario de la Virgen de Tejeda en Garaballa. Ed. Comarcal.

    8. Llop Domingo, J. V. (1997)

      Ermitas y espiritualidad mariana en el Alto Turia.

    9. Archivo Parroquial de Moya y Libros de Fábrica de Garaballa y Garcimolina

      Contienen referencias a los orígenes legendarios y primeros cultos.

    10. Sanz y Díaz, José

      Historia de la muy noble y leal villa de Moya (Ed. Añil, 1947). Crónica local con documentos sobre Juan González de Roa.

    11. VV. AA. (2011)

      Marianismo rural en la península Ibérica: ritos, caminos y ermitas. Universidad de Castilla-La Mancha.

    12. Vauchez, André

      La espiritualidad del Occidente medieval (Cátedra, 1995). Contexto sobre devociones populares (vírgenes aparecidas, setenarios).

    13. Castro, Caridad, Pepe

      Peregrinos en la España medieval. (Ediciones Nowtilus, 2010). Rutas alternativas, hospederías y simbolismo espiritual.

    14. Almagro Gorbea, Martín

      El castillo de Moya, arqueología de fortaleza medieval (Diputación de Cuenca, 2015). Estudio arquitectónico y estratigráfico del bastión.

    15. Retuerce Velasco, Manuel

      La Serranía Conquense en la Edad Media. Poblamiento y estructura social (AACHE Ed., 2009). Asentamientos como Casas de Garcimolina.

    16. Primera mención documental de «La Casa de García Molina». Censo de pecheros de Carlos I, 1528.

      Tomo I, pág.: 133 https://ine.es/prodyser/pubweb/censo_pecheros/tomo1.pdf

    17. Archivo municipal de Moya, 1380-1400, Pedro López de Ayala

      bub_gb_9-s97PAswgsC.pdf

    18. Real Academia de la Historia

      https://bibliotecadigital.rah.es/es/consulta/registro.do?id=12781

    19. Recursos digitales
      1. https://gw.geneanet.org/foullon?lang=es&n=de+roa&p=juan+gonzalez+de+roa
      2. https://palomatorrijos.blogspot.com/2020/04/juan-gonzalez-de-rosa-senor-de-moya-y-de.html
    20. Documentos de órdenes militares

      Archivo Histórico Nacional (Madrid). Sección órdenes Militares (Santiago, Calatrava).

      1. Pergaminos y cartularios: encomiendas en Cuenca y Moya (siglos XII-XIV).
      2. Consultas sobre posesiones en la zona oriental de Cuenca. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=50989

     

     

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  • Fortaleza de Alcalá de la Vega

    La Fortaleza de Alcalá de la Vega y su entorno es uno de los sitios más desconocidos de la Serranía Baja. En el siguiente montaje te damos algunas pinceladas sobre este lugar.


  • El Sabinarejo de Garcimolina, un tesoro. Por Jesús Hidalgo.

    En el término de Casas de Garcimolina, municipio situado en la Serranía Baja de Cuenca encontramos el paraje conocido como El Sabinarejo. Para las gentes del pueblo y amantes de la naturaleza es considerado todo un tesoro geobotánico.

    La geología del lugar se comprende entre los periodos jurásico y cuaternario, es decir, las formaciones más antiguas tienen unos 200 millones de años y las más jóvenes unos 2 millones. Es por ello, que en la zona podemos observar, entre otras cosas, caracolas fosilizadas pertenecientes al periodo jurásico, un verdadero tesoro, ¿no?

    El Sabinarejo es uno de los bosques de sabina albar (Juniperus thurifera) más orientales del Sistema Ibérico Meridional. Se trata de un bosque muy antiguo, ya que la sabina es una especie muy longeva y de crecimiento muy lento, puede vivir más de 500 años y es antecesora al pino. Se dice que el pino fue introducido en la península cuando se empezaron a construir barcos, por su gran porte y rectitud, y que la sabina es autóctona junto con el género Quercus ssp. (encinas, carrascas, robles, quejigos, etc..) El bosque de sabina es un bosque que crece entre los 700 y los 1800 metros de altitud.

    La sabina albar es un árbol de hoja perenne que puede alcanzar hasta los 20 metros de altura, aunque rara vez supera los 10-12, es de tronco corto y grueso, tortuoso en los ejemplares más viejos, la corteza es de color ceniza y se desprende longitudinalmente en tiras estrechas. El olor de su madera es muy característico e intenso por su alto contenido en aceites esenciales y resinas. Las hojas son aciculares en la juventud y escuamiformes en la madurez. Es una especie dioica, es decir, existen pies femeninos y pies masculinos, los masculinos solo producen polen y los femeninos producen el fruto, que en realidad es un falso fruto, llamado gálbulo y es tóxico para las personas pero no para el ganado. En la antigüedad se utilizaba como sustancia abortiva y para deshacerse de las temidas verrugas.

             

    Hojas jóvenes                                                                                                        Fruto

    Hace años los bosques de sabina eran muy abiertos y podían expandirse fácilmente, ya que gracias al pastoreo, el ganado limpiaba el terreno de especies más preciadas por los animales que la sabina, hoy en día la sabina se ha tenido que adaptar a vivir con otras especies.

    En El Sabinarejo también encontramos las características “teñás” de la zona, que son construcciones en seco, es decir, construcciones que se hacían piedra sobre piedra sin ningún tipo de adobe que actuara como unión. Esta técnica  requería de gran pericia por parte de los constructores y se utilizaban como refugio para ganado y pastores.

    En sus viajes entre Valencia y Molina de Aragón el Cid Campeador transitaba por nuestra comarca, cuenta la leyenda que siempre intentaba desplazarse por bosques de sabinas para evitar las emboscadas con mayor facilidad, ¿quizás en alguna ocasión pasase por El Sabinarejo?

    El Sabinarejo, con sus sabinas retorcidas de curiosas formas representa un paisaje vegetal de hace miles de años, es un lugar idílico donde gozar de la naturaleza y transportarse al pasado. Un lugar que merece todo nuestro respeto y ayuda para su conservación.

    Jesús Hidalgo Montesinos, Ingeniero Técnico Forestal.

             

     


  • Casas de Garcimolina en la historia. Por Mariano López Marín

    CASAS DE GARCIMOLINA EN LA HISTORIA

    MARIANO LÓPEZ MARÍN. Cronista Oficial de Salvacañete

    Quiero colaborar con la importante labor cultural que están realizando desde las asociaciones Asociación de mujeres del Sabinarejo y Asociación de personas mayores “Peña el Pardo” en el pueblo amigo de Casas de Garcimolina y difundida en su página web. Estoy en contacto con Anabel B.M. y me solicitó hace unos días que si podía facilitarles archivos y lugares donde encontrar información de su pueblo Casas de Garcimolina. Además de facilitarles varios enlaces de trabajos históricos míos sobre pueblos de la zona del antiguo Marquesado de Moya me ofrecía a hacer un pequeño trabajo sobre este pueblo al que tanto aprecio le tengo y donde conservo grandes amigos debido a su proximidad al mío Salvacañete.

    La historia de Casas de Garcimolina va unida a la historia del Señorío de Moya primero y del Marquesado de Moya después1. Alfonso VIII pobló Moya en 1210 y le dio fuero propio para que las gentes que poblaran sus tierras tuvieran un incentivo para estar en ellas cultivando la tierra, dedicándose a la ganadería o a la explotación de sus frondosos bosques. Alfonso VIII no cruzó en sus conquistas el río Cabriel debido a los pactos y alianzas habidas con el rey moro valenciano; pero en el otoño de 1210, cuando Pedro II de Aragón conquista El Cuervo, Castielfabib, Ademuz y Serreilla, (A.C.A. Cancillería. Carpeta 64, doc. 370) tal vez como impulso de autodefensa, pobló Moya, y la incorporó a Castilla, asumiendo la indignación de Abú Zayd, o Abuceit que acusaba al rey castellano de desleal, de no respetar pactos y de ruptura de las treguas que ambos concertaron. Mientras, Alfonso VIII   se preparaba para la guerra y, así, resarcirse de la gran debacle de Alarcos.

    Retrocediendo al inicio de la puebla de Moya, diremos que fue llevada a cabo en 1210 por orden del rey castellano Alfonso VIII, dada su importancia estratégica por ser frontera con la Valencia musulmana por D. Pedro Fernández y Don Pedro Vidas, siendo el trigésimo tercero Juez de Cuenca, Don Pascual García-Pérez, representante del Rey.

    Los musulmanes estaban en Ademuz y Castielfabib y en la zona de Utiel y Requena, a tiro de piedra de Moya. Pocos años después de ser poblada es dada en privilegio a la Orden de Santiago, el 18 de junio de 1215 en tiempos de Enrique I, tutelado por su hermana Berenguela y Juan Núñez de Lara.

    En la población de Moya aparecen en esta primera época algunas propiedades en determinados lugares relacionadas con la Orden de Santiago. En el término de Fuentelespino de Moya hay algunas posesiones que pertenecieron a la Orden de Santiago. El 25 de Junio de 1211 el rey y la reina otorgan la heredad de “Avengamar” a Don. Pedro Fernández y a Don Pedro Vidas; cuatro años después Enrique I confirma a la Orden de Santiago donaciones y permutas anteriores, entre las que debió estar la Torre de Don Alonso. Antes de 1215 D. Pedro Fernández ya había hecho donaciones a la Orden de Santiago, y en ese año el rey cambia unas casas y el alcázar de Moya por otras que los santiaguistas tenían en la villa por donación de Pedro Fernández, maior merinus quien a su vez las había recibido de Alfonso VIII. En 1223 don Pedro Vidas y su mujer ceden su parte de la Heredad de Abengamar a la Orden de Santiago. El cambio de donaciones y permutas fueron frecuentes en los primeros años de repoblación.

    La Casa de Garcimolina surgiría en esta época de repoblación al establecerse en este lugar este personaje García Molina lo que fue dando nombre al poblado primitivo que iría aumentando con el paso de los años con gentes dedicadas a la agricultura, a la ganadería y a la explotación de los bosques muy numerosos en esta población y su aledaña Algarra con la que comparte la explotación de la madera de su dehesa boyal.

    En el momento en que el señorío de Moya  es elevado a rango de Marquesado en 1475 los destinos de Casas de Garcimolina como los de otros 38 lugares más irán unidos a los destinos de Moya. Ésta fue codiciada por Don Juan Pacheco –el Marqués de Villena-, que la puso sitio en 1451 con poca fortuna pues le había sido dada por el rey Juan II a lo que se resistieron los moyanos con éxito. Los últimos Señores que tuvo Moya en su etapa de Señorío fue D. Andrés de Cabrera y su esposa Dª Beatriz de Bobadilla en 1463. Fue confirmada en 1475 a D. Andrés De Cabrera, esposo de Doña Beatriz de Bobadilla, camarera de Isabel la Católica.

    Los Reyes Católicos premiaron los servicios prestados por D. Andrés de Cabrera y Dª Beatriz de Bobadilla dando rango de Marquesado al hasta entonces Señorío el 4 de julio de 1480, siendo ambos los primeros Marqueses de Moya. “… e nos por la presente os intitulamos e llamamos e nombramos, D. Andrés de Cabrera e Dª Beatriz de Bobadilla, Marqués e Marquesa de Moya, la cual villa, con su tierra e término, sea llamado, e de aquí adelante se llame Marquesado de Moya…”.

    La primera relación que se conoce de pueblos del Marquesado de Moya es el Censo de 1595. En él figuran 34 pueblos y caseríos, 36 en el censo de 1787 y 39 en 1805. Aproximadamente una quinta parte de la provincia de Cuenca correspondía al “Marquesado de Moya”. Todas ellas formaron una unidad jurisdiccional, administrativa y eclesiástica hasta principios del siglo XIX. Aproximadamente el territorio moyano tenía un perímetro de 240 kilómetros y una extensión de 2700 kilómetros cuadrados… En 1595 estas tierras estaban habitadas por unos 13000 habitantes.

    Estos son los pueblos que formaron parte del antiguo Marquesado de Moya según la relación de 1805:

    Alcalá de la Vega, Algarra, Aliaguilla, Campillos Paravientos, Campillos Sierra, Carboneras de Guadazaón, Cardenete, Casas de Garcimolina, El Cubillo, Fuentelespino de Moya, Garaballa, Graja de Campalvo, Henarejos, Huerta del Marquesado, La Laguna del Marquesado, Landete, Manzaneruela, Moya, Narboneta, Pajarón, Pajaroncillo, Salinas del Manzano, Salvacañete, San Martín de Boniches, Santa Cruz de Moya, Talayuelas, Tejadillos, Valdemorillo, Valdemoro, Villar del Humo y Zafrilla.

    Mapa del Marquesado de Moya realizado por D. Rafael Merino Gallo en el siglo XVIII sacado del Manuscrito 7298 de la BN Diccionario de  Tomás López

    En 1608 aparece un personaje de La Casa de Garcimolina, Pedro de Espina, que se matriculó para oír artes en la Universidad de Oviedo. ”Pedro de Espina natural de la Casa de Garcimolina diócesis de Cuenca se matriculó para oyr Artes en 19 de octubre de 1608. No dejó la cédula2

    En 1752 se realiza el Catastro de Ensenada y en la Casa de Garcimolina, como se llamaba en esa fecha, tuvo lugar el interrogatorio de las 40 preguntas del mismo el 3 de noviembre de 1752 3.Estuvo presente en el interrogatorio el reverendo padre D. Francisco Blas Bernal, cura teniente de esta parroquial y se hizo en la casa abadía de Algarra donde residía y junto a él ,el escribano de número de la villa de Moya, el regidor del lugar de la Casa de Garcimolina y varios vecinos expertos en el conocimiento del termino. Este reverendo pertenecía a la orden de la Santísima Trinidad conventual del lugar de Royuela, en el reino de Aragón. Acompañan al cura en el interrogatorio “Ventura Saiz regidor único del lugar y los vecinos expertos   Antonio Marín, que lo fue en el año próximo vencido y que en este es juramentado, Josep Huerta y Francisco Martínez, expertos y agrimensores nombrados por este; Pedro Álvarez y Juan Saiz que lo son por su autoridad y prácticos con el asunto que motiva estas diligencias; Pedro Palomares que actúa los hechos de todos , a reserva de dicho teniente de cura , y a su presencia , estando en la posada de su Merced todos congregados…4

     

     

    Aportamos algunos datos del Catastro de Ensenada de La Casa de Garcimolina5 y dejamos para un trabajo posterior todos los referidos a este lugar porque merecen un estudio pormenorizado.

    LOCALIDAD PROFESIONES CON MÁS RENTA
    Labrador Pastor Colono Tejedor Jornalero Carretero
    Garcimolina 24480 1800 540 4320 Carpintero 810

    Arquitecto 810

     

    PROFESIONES CON MENOS RENTA TOTAL DE RENTAS Nº VECINOS
    Tabernero Justicia Médico
     

    Reales Vellón

    Cada vecino 4 o 5 habitantes
    Tendero 50 Colono 64 90 35036 36

     

    Según el Censo del Marqués de Ensenada de 17526 esta era la ganadería que había en La Casa de Garcimolina y el número de vecinos.

    PUEBLO GANADERÍA MAYOR GANADERÍA MENOR
    NOMBRE EN LA ENSENADA(.Id.

    actual

    Bovino Caballar Mular Asnal TOTAL Ovino Caprino Porcino Total
    GARCIMOLINA 105 7 18 19 149 187 110 40 337

     

     

    Pié de Colmena ESQUILMOS EN VECINOS
    Reales Vellón Oro en

    Pt/ac

    Total
    22 1584 275774 36

    Los 36 vecinos equivalían a una población entre 144 y 180 habitantes en 1752 En la pregunta número 17 del catastro7dijeron que sólo hay un molino harinero que es propio de este lugar y del de Algarra el cual dista de esta población cuatrocientos pasos con corta diferencia .Tiene casa y muele con solo una piedra, con agua suficiente, el cual tiene arrendado Ignacio Almengol, vecino del lugar de Ademuz, y paga de renta que por mitad se parten los Consejos de ambos lugares, veintitrés fanegas de trigo y trescientos treinta reales. de vellón que regulan valen por quinquenio, debiendo existir dicho molino en la división y mojonera de los dos términos por lo cual se reparten los productos entre este lugar y el de Algarra.”

     

    Cuando desaparecen los señoríos en   el siglo XIX, la villa de Moya pierde su importancia y la recuperan las aldeas moyanas que comienzan a independizarse. Cada ayuntamiento tiene su propio sello constitucional .El de Casas de Garcimolina comienza a utilizarse el año 1847, según un documento de la sección de sigilografía del Archivo Histórico Nacional que os acompaño8 siendo alcalde de la población Pío Montesinos

    Hasta aquí mi colaboración para que vayáis descubriendo la historia de vuestro pueblo. Se ama lo que se conoce. Más adelante os daré a conocer otros aspectos de Casas de Garcimolina relacionados con su historia y con los datos que sobre vuestro pueblo nos da a conocer el Catastro de Ensenada y otras publicaciones. Espero que os gusten estos breves apuntes históricos.

    Vuestro amigo Mariano López Marín

    Salvacañete y Utiel 7 de marzo de 2021

     

     

    1 López Marín ,Mariano.-“Datos de la villa de Moya y su Marquesado” Todo el trabajo se puede ver en la web de la asociación de Amigos de Moya en la dirección: http://www.asociacionamigosdemoya.com/historia

    2 Fermín Canella.-“Historia de la Universidad de Oviedo y noticias de los establecimientos de enseñanza de su distrito” Oviedo, 1873, pág. 418.

    3 AGS_CE_RG_L081_397.jpg, fol 396

    4 AGS_CE_RG_L081_400-402.jpg

    5 López Marín Mariano.-“Profesiones y rentas en los pueblos del Marquesado de Moya, en Cañete, Víllora y Mira en el siglo XVIII”. Trabajo completo y en PDF descargable en el blog del autor

    http://mlopezmarinhistorialocal.blogspot.com/2021/01/profesiones-y-rentas-en-el-marquesado.html

    6 López Marín, Mariano.- “Censo Ganadero y vecinos del Marquesado de Moya según el Catastro de Ensenada de 1752” Censo de cada una de las localidades del Marquesado de Moya y zonas próximas de Cañete y Mira .Censo Ganadero de la Corona de Castilla .1752, Tomo 1 Vecinos seglares. Publicación del INE en sus publicaciones históricas disponible en PDF. Cuenca en págs. 48-71. El ganado que se reseña no es el que poseen los vecinos de cada pueblo, sino solo el que es objeto de explotación ganadera, y aun así no se incluye el llamado “de corral”, es decir la   avicultura y la cunicultura. Trabajo publicado en su blog de historia en la dirección web: http://mlopezmarinhistorialocal.blogspot.com/2020/12/censo- ganadero-y-vecinos-del-marquesado.html

    7 AGS_CE_RG_L081_422-423.jpg.

    8 AHN SIGIL-TINTA_CUENCA,6,N.63


  • Las mujeres de nuestra Serranía

    El Próximo lunes  8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer. El origen de esta celebración se remonta al incendio en 1911 de una fábrica de camisas en Nueva York, donde murieron 126 trabajadoras.

    Por aquel entonces, nuestras abuelas o bisabuelas de Garcimolina poco sabían de las luchas  obreras en las fábricas de Nueva York, pero sus condiciones de vida no eran mucho mejores.

     

     Tía Miguela                                                                           Mujeres a la fresca en Garcimolina

    Nuestras abuelas se levantaban bien pronto por las mañanas, se marchaban a trabajar al campo con los hijos pequeños a cuestas y trabajaban igual de duro que los hombres.

    Cuando volvían a casa al mediodía tenían que hacer la comida para toda la familia. Después de comer,  fregaban los cacharros y mientras los hombres se echaban la siesta, ellas arreaban con la ropa sucia hasta el lavadero, allí la lavaban con el agua helada de los inviernos y la cargaban de nuevo hasta casa.

    También hacían el pan, remendaban agujeros, hacían piucos, hacían ellas mismas la ropa de toda la familia con telas que traían de Landete o Ademuz, iban a la fuente a por agua, preparaban la comida de los animales y cuidaban de los mayores y los niños.

    Escuela de niñas año 1958

    Las mujeres parían en casa a unos cuantos hijos, con ayuda de la tía Florentina, el tío Patato el practicante, o de la vecina más experimentada. La mortalidad materno infantil era considerable.

    En 1931 con la llegada de la II República pudieron votar por primera vez y en 1932 si querían podían divorciarse, pero muy pocas lo harían pues la  sociedad conservadora de la época no lo habría visto con buenos ojos.

    Con la llegada del franquismo la cosa no mejoró, se prohibió el divorcio y el papel de la mujer dentro de la sociedad se limitó al cuidado del hogar, del marido y de los hijos.

    La Sección Femenina fue un elemento clave para crear mujeres sumisas y dóciles.  Las mujeres no podían abrir una cuenta en el banco, montar una empresa o sacarse el carnet de conducir, si no era con el permiso del padre o del marido.

    Edelia, Lorenza, Felisa, Julia, Cecilia, Rosario, Paquita, Amelia.

    En 1937 se creó el servicio social de la mujer. Todas las solteras de 17 a 35 años que querían cursar estudios superiores o sacarse el pasaporte o el carnet de conducir debían llevar a cabo este servicio obligatorio.

    En 1974 mi madre, Isabel Montesinos, cumplía 18 años y para sacarse el carnet de conducir necesitó la firma de su padre y hacer tres meses de servicio social donde le enseñaron como debía llevar una casa, también recetas, labores del hogar, coser, etc. Para comprar su primer coche también necesitó la firma de su padre pues la mayoría de edad era a los 21 años.

      Isabel Montesinos 1974

    Mucho han cambiado los tiempos desde entonces, ¿qué pensarían aquellas abuelas de principios de siglo si supieran que sus nietas han ido a la universidad? Si supieran que podemos divorciarnos, abortar, votar, trabajar y ser independientes.

    No queremos olvidarnos de todas las mujeres e hijos que mueren a diario de manos de la violencia machista, o de las mujeres de países donde los matrimonios se pactan o las niñas son mutiladas. Hemos conseguido muchos avances pero queda mucho camino por recorrer. Todavía las mujeres cobran un 13 % menos que los hombres por realizar los mismos trabajos, los puestos directivos los ocupan mayoritariamente los hombres, las mujeres siguen asumiendo los cuidados y la conciliación es prácticamente imposible.

    Por todo lo que lucharon nuestras mujeres  y por dejar un mundo mejor para nuestras hijas, desde la Asociación de Mujeres de Garcimolina ‘El Sabinarejo’ os animamos a seguir en la lucha por la igualdad y por lograr el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas del mundo.

    FELIZ DÍA DE LA MUJER

     


  • Ya se van los quintos madre

    Estamos a 5 de febrero, Santa Águeda. Un día que en muchos pueblos de España se celebra con la fiesta de los quintos.

    Para nuestros jóvenes un quinto es un botellín pequeño de cerveza, pero para nuestros mayores salir de quintos era todo un acontecimiento, un momento especial en la vida de los muchachos del pueblo. Los chicos, al cumplir la mayoría de edad debían abandonar sus casas unos meses para hacer el servicio militar obligatorio, para muchos de ellos sería la primera vez que salían más allá de su provincia.

    Todo empezaba con un sorteo, donde se establecía el destino de cada quinto.  Cuando ya todos sabían a donde les había tocado ir hacían una buena comida que se alargaba hasta la noche y terminaba con una gran fiesta de despedida. Gerardo Pérez recuerda que mataban un cordero o un cabrito y entre todos se lo comían.

    Algunas veces, los días previos a su partida, se aprovechaban para llevar a cabo pequeñas tropelías, los vecinos podían echar de menos alguna gallina, o conejo en sus corrales, seguramente se la habrían cenado los quintos la noche de antes.

    Nuestro vecino Julián Montesinos recuerda esa gran fiesta con baile incluido.  Julián fue destinado a Madrid, a la zona del Manzanares, aunque no sabía nada de música le tocó tocar la corneta en la banda. Le enseñaron a tocar los pitidos correspondientes para cada momento, así pasó 16 meses, ensayando con la corneta y saliendo por las tardes a trabajar de albañil a los chalets de la zona.

    Julián Montesinos

    Rafael Marín recuerda con mucho cariño sus días de quinto, sus padres ya vivían en Valencia y se subió desde allí con su madre para pasar unos días en Garcimolina, antes de su partida. Por aquel entonces no había autobús al pueblo y el recorrido que se hacía era de Valencia a Utiel en tren, desde allí un autobús hasta Landete y en Landete se cogía otro autobús que se llamaba ‘El Cubillo’ que iba de Santa Cruz a Cuenca. Rafael y su madre se bajaron en Fuentelespino y desde allí caminaron hasta Garcimolina, en la ruta que hacía el cartero, Mariano, con el correspondiente frío del mes de febrero en la Serranía.

     

    Rafael Marín con compañeros de Landete, Sto. Domingo, Pedro Izquierdo, Algarra y Cañete.

    Desde Barcelona acudió Lisardo, también quinto. Coincidió que eran carnavales y la costumbre era perseguir a las chicas para mancharles la cara con hollín. Después del fiestón se fueron para Fuentelespino y desde allí a Cuenca donde cada uno iría a su destino. En aquella ocasión coincidió que los cinco quintos del pueblo fueron a Madrid. Luís el del tío Ponciano le tocó Alcalá de Henares, a Rafael a Leganés, a Ricardo al centro de Madrid y en Getafe estaban Enrique y Abel. Mientras duró su servicio militar se vieron allí en varias ocasiones. Y cuando les licenciaron  Abel y Rafael coincidieron en el tren de vuelta a Valencia.

    Los quintos tenían también un papel destacado en la fiesta de los mayos y en el matagorrino se les invitaba a cenar.

    ¿Nos cuentas como fueron tus quintos?

    Rafael Marín años 60
    Ricardo años 60
    Anastasio Murciano Muñoz Tetuán 1929
    Tío vicente años 30’s

    Escrito por Anabel Blas gracias a las aportaciones de Rafael Marín, Julián Montesinos, Carlos Martínez y Gerardo Pérez.

     

     

     


Sobre nosotros

El objetivo es impulsar la participación y el desarrollo del asociacionismo, entre las personas mayores de Casas de Garcimolina y su entorno.

 

A veces, la parte más difícil de encontrar el éxito, es reunir el coraje para comenzar.

 

Las personas provechosas no miran hacia atrás para ver quién los observa, solo al frente y sus metas.

 

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“No digas poco en muchas palabras, sino mucho en pocas.” — Pitágoras —