Casas de Garcimolina y la cultura

Garcimolina y la cultura

¿Qué son los Centros Cívicos y Sociales?

Garcimolina y la cultura: la función básica de los centros cívicos es la de ofrecer espacios de dinamización socio-cultural que contribuyen a la acción comunitaria, a fin de prestar todos aquellos servicios, que potencien la relación entre las personas.

  1. Ayuntamiento
  2. Antiguo Horno (multidisciplinar).
  3. Bar del pueblo (escuelas).
  4. Visita médica.
  5. Ambulantes asiduos: Biblioteca móvil, Congelados, Quesos, Panadero…
  6. Ambulantes esporádicos: proveedores varios.

En Casas de Garcimolina, cualquier cola, es un acontecimiento social dentro de la España despoblada, el mero hecho de hacer una cola e interrelacionarse, entre sí, ya es un acto social y cultural importante. Nos informamos del estado físico, clínico y anímico de nuestros vecinos: de las novedades y de los anhelos, del antero-posterior en la fila a nosotros y de sus familiares y afines.

 

¿Consideramos los lugares de reunión y asueto, como centros socio-culturales?

Garcimolina y la cultura

Oficialmente son instituciones públicas, para la prestación de servicios y la participación ciudadana en los asuntos de la respectiva colectividad, constituyéndose en equipamientos ubicados en las distintas zonas de la población, dependientes de las Juntas Municipales, en los que se desarrollan distintas actividades: Participación Ciudadana, Servicios Sociales, Hogar del Jubilado, Sanidad, Igualdad…

En una de estas reuniones cívicas, de uno de estos centros sociales (Las Escuelas), Antonio Seguí Muñoz, vecino de Garcimolina, me comento si no sabía, lo del: Garcimolinero republicano en Barcelona, que no le llegaban las cartas y reclamo a su ayuntamiento de acogida, ante mi cara de asombro y con la falta de más datos esclarecedores; llamó a su madre Carmen Muñoz, que nos dio pelos y señales del acontecimiento, así como la copia (que conserva), de un recorte del periódico de la Vanguardia, donde se hacían eco de la noticia y donde se publicó el artículo en su día.

 

NOMENCLATOR: Los odónimos de Barcelona

Otilio Alba Muñoz. Nacido en Casas de Garcimolina (Cuenca), a finales del siglo XIX, llegó a Barcelona en 1916.

Trabajaba como herrero en un taller de la avenida Icària, en el Poblenou. Hubiera caído en el olvido, como tantos otros herreros, peones, obreros…; serranos o manchegos y catalanes de Barcelona y del Poblenou.

En la década de 1920, se hizo una caseta en un descampado para vivir, cerca de la calle Subirà, o de lo que en un futuro sería la calle Subirà. Durante un tiempo, su casa no tenía dirección. Por ser de nueva construcción, no constaba en ningún sitio,

Otilio Alba no recibía ninguna carta, paquete o correspondencia alguna. Y, harto de esta situación, se fue al ayuntamiento para solucionar el problema. Se tenía que poner nombre a la calle. La calle, que todavía no era calle. El funcionario de turno le preguntó: «¿y qué nombre le pondrías?». Otilio Alba, que era militante republicano, le dijo: «Ciudadanos». Pasaje de los Ciudadanos.

Josep María Huertas Clavería, periodista e historiador de los barrios de Barcelona. Vecino del Poblenou descubrió su pequeña gran historia.

Pasaje de los ciudadanos, era un nombre provisional; tan provisional, que no lo cambió ni el franquismo. La policía franquista, sí cambió la suerte de la familia Alba, ya que, en el mismo pasaje durante una redada, fue a buscar al hijo del Otilio (Otilio Alba Polo1), también republicano militante. Y lo fusiló en el Campo de la Bota.

 

La Vanguardia publicado el lunes 08/04/2002

La calle de un republicano: Otilio Alba había llegado a Barcelona desde Garcimolina, un pueblo de Cuenca, en 1916. Era uno de tantos inmigrantes que emprendieron el viaje porque oía hablar de una ciudad donde encontrar empleo era fácil. Unos años más tarde trabajaba como herrero en la avenida Icària y había levantado una casita en un descampado del Poblenou. Le irritaba no recibir cartas porque el lugar aún no había sido bautizado por el nomenclátor. Ni corto ni perezoso fue al Ayuntamiento a reclamar un nombre para la calle que se había ido conformando. El funcionario le dijo que podía poner un nombre, el que quisiera, de forma provisional. Y Otilio, republicano de corazón, propuso el de pasaje de los Ciudadanos. Pasaron los años y el nombre provisional se trocó en definitivo. Allí detuvieron a su hijo los policías franquistas en 1940, acusándole de ser secretario del PSUC en el interior. Fue fusilado el 18 de marzo de 1941. Su padre, el hombre que había escogido el nombre de pasaje de los Ciudadanos para la calle donde vivían, no pudo resistir mucho tiempo el dolor de su ausencia. Pero el pasaje sigue llevando ese nombre tan bello como merecido:

Enlace a la noticia:

https://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE01/PUB/2002/04/08/LVG20020408005VIB.pdf

Recorte de la Vanguardia
Sin correspondencia

Quién propone los nombres

Cualquier persona, asociación, entidad pública o privada,  y por supuesto, el propio Ayuntamiento.

 

Normativa

Entre varias normas de menor importancia, se tiene que destacar la siguiente: para poder dedicar una calle a un personaje, deben haber transcurrido cinco años, como mínimo, desde su fallecimiento. La única excepción a esta norma es que en vida se le hubiera otorgado la Medalla de Oro de la Ciudad.

 


 

Pie de página
  1. Otilio Alba Polo, hijo de Otilio Alba Muñoz, (Barcelona, 1915 – Campo de la Bota, 14 de mayo de 1941, fusilado a los 23 años); fue un dirigente del Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC) durante los primeros años de la dictadura franquista junto a su secretario general, Alejandro Matos. Fue encargado  de la organización de la propaganda, estableció por vez primera, contacto con los militantes del PSUC; que se encontraban en Francia exiliados, del franquismo, tras la Guerra Civil. Fue descubierto y detenido, juzgado en marzo y condenado a muerte, siendo fusilado el 14 de mayo de 1941, en el Campo de la Bota.

 

BIBLIOGRAFÍA
  1. Los otros camaradas: El PCE en los orígenes del franquismo (1939-1945), Pág. 391. https://books.google.es/books?id=jmv-DwAAQBAJ&pg=PA391&dq=Otilio+alba&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiH-aHT-4L8AhVB4BoKHY6gCt0Q6AF6BAgFEAI#v=onepage&q=Otilio%20alba&f=false
  2. El teatro de Jorge Semprún, Manuel Aznar Soler, Päg. 146 y 149. https://books.google.es/books?id=o650DQAAQBAJ&pg=PA146&dq=Otilio+alba&hl=es&sa=X&ved=2ahUKEwiH-aHT-4L8AhVB4BoKHY6gCt0Q6AF6BAgHEAI#v=onepage&q=Otilio%20alba&f=false
  3. Artículo de la Vanguardia, lunes 08/04/2002, Vivir en Barcelona: https://hemeroteca-paginas.lavanguardia.com/LVE01/PUB/2002/04/08/LVG20020408005VIB.pdf
  4. Nomenclátor: https://www.bcn.cat/nomenclator/castella/welcome.htm