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Novela: El Eco de las Espadas

Introducción y publicación por entregas:
«EL ECO DE LAS ESPADAS»
Asociación de personas mayores Peña el Pardo
Revista Histórica y Cultural
«Entre la piedra y la fe, una fortaleza escribe su destino»
Bien fallados seades, leedores, en aqueste viage que passa por los siglos et torna los sones d’aquella sazon en que la fe, el açero et la cobdicia texieron el fado d’un regno. En los cartapacios que agora se siguen, damos el primer recreo de «El Eco de las Espadas», estoria que se arraiga en la Baxa Edat Media de Castiella, en aquellas terras bravas et de frontera que oy dia son llamadas Castiella-La Mancha.
Bienvenidos, lectores, a un viaje que atraviesa los siglos y resucita los ecos de una época donde la fe, el acero y la ambición tejieron el destino de un reino. En las páginas que siguen, presentamos el primer adelanto de «El Eco de las Espadas», una novela histórica que sumerge sus raíces en la Baja Edad Media castellana, en ese territorio agreste y fronterizo que hoy conocemos como Castilla-La Mancha.

Inicio del camino de la Vera, 1347 ¿Qué secretos guardan las murallas del castillo de Moya?
En un mundo donde las órdenes militares —Santiago y Calatrava— pugnaban por el control de rutas sagradas y tierras baldías, un hombre, Juan González de Roa, «el mozo» (noble de segundo rango, no de alta nobleza, s. XV). Con su presencia en Moya (ficcionada s. XIV), como un encargo real temporal «por orden de Alfonso XI, para control en las zonas rurales de la Mancha y el valle del Tajo, de los mudéjares», como comisionado regio y labores de alcaide. Carga sobre sus hombros el peso de una misión imposible: sostener la unidad de su gente mientras el reino se fractura. Su historia, rigurosamente documentada, pero narrada con la pasión de la ficción, es el hilo que nos guía a través de intrigas palaciegas, batallas espirituales y la silenciosa resistencia de los peregrinos que, bajo la sombra de la Ruta de la Vera Cruz, buscaban redención.
¿Por qué desapareció un pueblo entero?
La lucha entre estos muros, las intrigas, la devoción mariana —encarnada en vírgenes aparecidas como la de Tejeda o Santerón— se entrelaza con leyendas templarias nunca confirmadas, pero imposibles de erradicar. Aquí, los setenarios de siete días (ya modernos), consagraban la fe en ermitas perdidas, mientras los campesinos y ganaderos de la heredad de la casa de labor de Casas de Garcimolina, (hoy apenas un eco en los archivos), labraban su supervivencia entre el olvido y la repoblación.
Una trama coral,1 un misterio histórico
Esta obra, estructurada como un tapiz de voces —caballeros, artesanos, peregrinos como el misterioso Herminio, cuyo mimbre simboliza la fragilidad humana—, alterna, eventos históricos verificables con relatos íntimos que desafían el tiempo. ¿Qué ocurrió realmente entre 1284 y 1292?, ¿Moya fue arrasada y sus emblemas borrados?, o no. ¿Por qué la Orden de Santiago perdió el control frente a Calatrava? Y, sobre todo, ¿quién traicionó a quién?
En esta primera entrega, descubrirán:
- El Castillo de Moya: bastión entre dos mundos, donde el viento aún susurra las plegarias de los caídos.
- La sombra de los Templarios: aunque no hay pruebas de su presencia, su herencia late en rituales y símbolos.
- La emboscada en el nogueral: un joven caballero, Álvaro, enfrentará su primera prueba de sangre en defensa de los peregrinos.
«El Eco de las Espadas» no es solo una novela: es una invitación a caminar por senderos olvidados, donde cada piedra, cada documento rescatado del silencio (como el Censo de Pecheros de Carlos I que menciona por primera vez a Garcimolina), nos habla de un mundo que creíamos perdido.
Queridos lectores, os invitamos a un viaje por los caminos olvidados de la Serranía Baja conquense, donde la historia y la leyenda se entrelazan en cada piedra. «El Eco de las Espadas» no es solo una novela histórica: es una puerta abierta a ese territorio agreste y fronterizo que se extiende entre las despobladas sierras de Moya, los venerados santuarios de Santerón y Algarra, y las humildes aldeas y casas de labores, como Garcimolina, Santo Domingo o Fuentelespino de Moya, resistieron el paso de los siglos.
¿Reconocéis estos parajes?
Quizá os suenen sus nombres, evocadores y misteriosos, como ecos de un pasado que aún late en fuentes escondidas, en ruinas de ermitas y en senderos que serpentean entre sabinares. Esta es la tierra que pisaron los caballeros de Calatrava y Santiago, donde los peregrinos de la Ruta de la Veracruz buscaban refugio, y donde pastores y labriegos tallaron su existencia entre la devoción y la supervivencia.
El Castillo de Moya, erguido sobre su cerro como un centinela de piedra, domina este paisaje áspero y bello. Desde sus almenas se divisan las torres de vigía y los caminos que llevan a Santerón, con su ermita mariana rodeada de leyendas; a Algarra y su castillo, donde las romerías tejían comunidad, y a esos pequeños mundos —Las casas de labor y corrales de García Molina, Santo Domingo, Fuente del Espino—, cuyas fuentes y majadas fueron testigos mudos de historias cotidianas y extraordinarias.
¿Qué secretos guardan estos andurriales?
En «El Eco de las Espadas», cada lugar tiene su voz:-
La casa de García Molina, una simple heredad o casa de labor, perdida en los documentos, que esconde la tenacidad de quienes repoblaron estas tierras.
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Los bosques de nogueras, pinos y sabinas, donde bandidos y peregrinos se cruzaban en noches de luna menguante.
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Las fuentes y lavaderos, puntos de encuentro donde se compartían noticias, temores, anhelos y esperanzas.
Esta es una historia de frontera, donde lo sagrado y lo profano se mezclan: las apariciones de vírgenes en encinares, los setenarios (ya muy modernos para esta historia), en ermitas aisladas, y las luchas entre órdenes militares por controlar no solo tierras, sino almas.
¿Por qué importa hoy esta historia?
¿Por qué estos parajes? —aunque hoy algunos sean apenas un recuerdo— moldearon la identidad de una región. En sus piedras, en sus documentos y en su tradición oral, encontramos las raíces de una resistencia callada: la de quienes, como el señor don Juan González de Roa, el peregrino Herminio o el caballero Álvaro, eligieron la lealtad a sus ideales frente a la conveniencia.En esta primera entrega, descubriréis:
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El Castillo de Moya en su esplendor, cuando sus muros albergaban tanto a señores como a pastores.
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La ermita de Santerón, faro espiritual en un territorio peligroso.
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La granja de Garcimolina, ejemplo de cómo la vida se abría paso, incluso en tiempos de guerra.
«El Eco de las Espadas» es una invitación a recorrer, con rigor histórico y pulso narrativo, esos lugares que, aunque os suenen lejanos, son parte de vuestra memoria. Porque la historia no solo se escribe en grandes ciudades, sino también en estos rincones donde el viento aún susurra nombres como Moya, Santerón, Algarra y Garcimolina …
¿Están preparados para oír el eco?
Continúa en el próximo número:
Capítulo 9: Nuevas generaciones y su propio camino el 31-10-2025
ACCESO A LOS CAPÍTULOS YA EDITADOS
Introducción del autor
Prólogo
PRIMERA PARTE FICCIONADA
I: El castillo de Moya
II: La sombra de la rivalidad
III: La conformación del poder
IV: La llegada de los peregrinos
V: La victoria de la fe
SEGUNDA PARTE NOVELADA
1. El inicio del viaje, abril de 1347
2. Herminio, el peregrino del mimbre
3. La huella del caminante
4. La nueva misión de Herminio en Moya
5. Reflexiones del camino
6. Una tradición perdurable
7. Un ciclo de enseñanza y aprendizaje
8. Una nueva era, preceptos del Mimbre y el Mimbrito
9. Nuevas generaciones y su propio camino
10. La obra de Herminio
11. Nuevos horizontes
12. Reflexiones en el umbral
13. El regreso de Herminio
14. Los canastos de la memoria
15. Semillas de esperanza
16. Una marca que perdura
17. Los caballeros de la luz
FIN
EPÍLOGO
Nota del editor:
Esta obra ha sido investigada con fuentes primarias, desde crónicas medievales hasta registros arqueológicos del cerro de Moya. Cada entrega irá acompañada de un anexo con bibliografía histórica para los lectores más exigentes.
Para no ser reiterativos, se han publicado todas las fuentes consultadas de un sola vez, al pie del documento, es la bibliografía total de la novela.
Ilustraciones y grabados que aparecen en la publicación:
Basados en las técnicas pictóricas de Jan Van Eyck (c. 1390-1441):
Maestro flamenco y pionero de la pintura al óleo en el Renacimiento nórdico. Es reconocido como una de las figuras fundacionales de la pintura occidental y máximo representante de la escuela flamenca del siglo XV. Su dominio técnico y conceptual revolucionó el arte europeo, especialmente mediante el perfeccionamiento de la pintura al óleo, lo que le permitió alcanzar cotas de realismo y simbología sin precedentes.
Características estilísticas y aportaciones técnicas
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Hiperrealismo y precisión óptica:
- Van Eyck elevó la técnica al óleo mediante el uso de capas translúcidas (glacis), lo que facilitó la recreación de texturas minuciosas en telas, metales, joyas y superficies naturales.
- Su tratamiento de la luz, con gradaciones sutiles y sombras articuladas, confería volumen tridimensional y profundidad espacial a sus composiciones.
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Simbología compleja y narrativa visual:
- Integró en sus obras un repertorio de elementos simbólicos (espejos, frutas, animales, inscripciones) que operaban como capas de significado adicional, a menudo vinculadas a temas religiosos, morales o sociopolíticos.
- Obras como El matrimonio Arnolfini (1434) son estudiadas por su densa carga alegórica y su capacidad para documentar la cultura material de la época.
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Innovaciones técnicas y firmas autógrafas:
- Perfeccionó la estabilidad y brillo de los pigmentos al óleo, superando las limitaciones del temple al huevo predominante hasta entonces.
- Sus obras frecuentemente incluían inscripciones como «Als ik kan» (“Con lo que puedo”), reflejando una conciencia autoral innovadora para su tiempo.
Legado e influencia
Van Eyck sentó las bases estéticas del Renacimiento nórdico e influyó en artistas como Hans Memling, El Bosco y, posteriormente, en maestros del Barroco. Su obra marca la transición definitiva del Gótico internacional hacia un naturalismo empírico que anticipó desarrollos posteriores en Europa.
Conexión con reconstrucciones históricas y culturales
La estética de Van Eyck resulta singularmente adecuada para recreaciones visuales de escenarios medievales y protomodernos, tales como:
- Escenas de vida cotidiana y poder señorial (ej.: el Castillo de la Moya o figuras como Gonzalo de Roa).
- Entornos rurales y simbología sacra (ej.: peregrinos, cruces, arados y utensilios como cestos y canastos).
- Narrativas históricas ambientadas en espacios como Santerón o el personaje del Zurdo, donde el detalle realista y la carga simbólica enriquecen la comunicación.
Su capacidad para integrar precisión documental con profundidad conceptual permite que las imágenes no solo ilustren, sino que interpreten contextos históricos, reforzando el axioma de que “una imagen vale más que mil palabras” en la divulgación del patrimonio cultural.
PIE DE PÁGINA
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Narrativa coral:
Se refiere a un enfoque de narración donde la historia se relata por medio de diferentes voces o narradores, en vez de apoyarse en un solo punto de vista. Cada personaje, comúnmente desempeñándose como el personaje principal, proporciona una perspectiva singular de los acontecimientos, lo cual facilita la elaboración de una narración polifónica y enriquecida por la diversidad de experiencias y emociones. Este enfoque fomenta una interpretación más exhaustiva y minuciosa de la historia, dado que los sucesos se presentan desde múltiples puntos de vista, lo cual realza la complejidad y la autenticidad de la narrativa.
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Fungir:
Desempeñar un empleo, cargo o función. “Desempeñar una función, a veces sin tener el nombramiento preceptivo”.
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Setenarios:
Agrupaciones simbólicas de siete elementos en contextos espirituales o teológicos, destacando la relevancia del número siete, como símbolo de plenitud y perfección. Tradición cristiana, mística medieval; estas estructuras organizaban conceptos clave en grupos de siete, mostrando un marco para la reflexión y el crecimiento espiritual.
- Los siete dones del Espíritu Santo: Sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.
- Las siete virtudes: fe, esperanza, caridad, prudencia, justicia, fortaleza y templanza.
- Los siete pecados capitales: Soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza.
- Las siete bienaventuranzas: Interpretadas a partir del Sermón del Monte.
- Las siete peticiones del Padrenuestro: Cada una se considera un antídoto espiritual frente a los pecados o debilidades humanas.
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Orden del Temple:
Conocida como los Caballeros Templarios. Fundada en 1119 por Hugo de Payns tras la Primera Cruzada, su misión original era proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa.
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Los pecheros:
Eran individuos pertenecientes al tercer estamento en la España del régimen antiguo, no pertenecientes a la nobleza ni al clero, y estaban obligados a abonar tributos directos a la Corona española. El término viene de “pecho” o “pecha” (tributos medievales). Principalmente, eran agricultores, artesanos y residentes de villas, cuya situación tributaria no se basaba en su riqueza, sino en su obligación de contribuir.
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Alfoz:
Se trataba de un término de la era medieval que se utilizaba para referirse a un territorio rural bajo la jurisdicción de una villa principal, en el que se congregaban diversas aldeas. Poseía responsabilidades fiscales, judiciales y militares, desempeñando un papel crucial durante la Reconquista.
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Señorío de realengo:
Tierras bajo control directo del rey, en contraposición a las tuteladas por nobles o la Iglesia, el monarca podía concederlas por merced o venta.
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Vísperas:
Los miembros de la Orden de Santiago practicaban un rito denominado la Plegaria del Caballero, que se sincroniza con las horas canónicas de la Iglesia. Rezaban en momentos específicos del día. Laudes, Tercia, Sexta, Nona, Vísperas y Completas. La misa conventual y la liturgia de las horas, pilares esenciales en su vida espiritual.
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Prácticas de armas abiertas
En los castillos de las órdenes militares solían realizarse, en espacios amplios y despejados dentro del recinto fortificado, como el patio de armas. Este era el corazón del castillo, una gran explanada central donde los caballeros entrenaban en combate cuerpo a cuerpo, manejo de espadas, lanzas, arcos y tácticas de formación. Además del patio de armas, algunos castillos contaban con terrazas exteriores o explanadas cercanas que también se usaban para ejercicios ecuestres y simulacros de batalla. Estos entrenamientos eran esenciales para mantener la disciplina y la preparación militar de los caballeros, guerreros altamente entrenados.
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Pertenencia a un grupo:
Es cuando un individuo se siente parte de un conjunto de personas que comparten algo en común: afición, cultura, ideología, actividad o una edad…
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Bordón:
Cayado largo de madera que sirve de apoyo durante el camino y tiene un significado simbólico en la peregrinación. Su uso se remonta a la Edad Media y suele estar coronado por un puño del que cuelga una calabaza.
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Limosnera:
Típica de la época, era un recipiente sencillo, a menudo de tela o cuero, que servía para llevar la limosna que se recogía de donantes.
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Ucronías:
Relatos que imaginan cómo habría sido la historia si un hecho del pasado hubiera ocurrido de forma diferente. Es decir, son reconstrucciones ficticias de la historia basadas en un punto de divergencia.
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La Carola:
Danza medieval en círculo, acompañada por el canto de los propios bailarines. Aunque no se han conservado partituras específicas, los instrumentos que solían acompañar este tipo de danzas incluían:
- Tamboriles: Marcaban el ritmo con golpes constantes.
- Flautas dulces: Añadían melodías suaves y fluidas.
- Cornamusa: Un instrumento de viento similar a la gaita, con un sonido potente.
- Chirimía: Antecesora del oboe, con un timbre agudo y expresivo.
- Laúd: Instrumento de cuerda pulsada que aportaba armonía.
- Castañuelas: Utilizadas para marcar el ritmo con percusión manual.
CRONOLOGÍA DE LAS ÓRDENES MILITARES
Orden de Santiago (1210 – 1300)
- Justificación: Tras la conquista de Moya por Alfonso VIII de Castilla en 1210, la villa y su castillo fueron entregados a la Orden de Santiago para su defensa y repoblación de la frontera con al-Ándalus. Es el dominio más largo y estable.
- Evidencia: Documentos reales de donación y confirmaciones posteriores de la posesión Santiaguista.
Orden de Montesa (1300 – 1304)
- Justificación: Mediante una bula papal (Sane Considerante) del Papa Bonifacio VIII (11 de julio de 1297), se autorizó al rey Jaime II de Aragón a crear la Orden de Montesa y asignarle los bienes de la disuelta Orden del Temple en la Corona de Aragón. Sin embargo, Jaime II formalizó la cesión de Moya (que era castellana, no aragonesa) a Montesa en 1300, buscando fortalecer esta nueva orden en la frontera.
- Fecha exacta de finalización:
- Justificación: La cesión de Moya (territorio castellano) a una orden aragonesa (Montesa), generó un conflicto diplomático entre Castilla y Aragón. Mediante el Tratado de Torrellas (8 de agosto de 1304), que fijaba las fronteras entre ambos reinos, Jaime II de Aragón acordó devolver Moya a Castilla.
- Evidencia: Bula papal de 1297, documentos reales aragoneses de cesión a Montesa (1300) y texto de la sentencia arbitral del Tratado de Torrellas (1304).
Fin del dominio directo de las órdenes militares (1304 en adelante).
- Justificación: Cumpliendo el Tratado de Torrellas, la Orden de Montesa, dejó Moya, que volvió a la Corona de Castilla bajo el rey Fernando IV.
- A partir de entonces, Moya fue gobernada por señores laicos nombrados por el rey (Señorío de Realengo 7), aunque mantuvo vínculos históricos con Santiago y tuvo Comendadores santiaguistas en su territorio. Nunca más volvió a estar bajo el dominio directo de una orden militar como villa propia.
- Evidencia: Aplicación del Tratado de Torrellas y aparición de tenentes.
Conflictos que marcaron la región
- Guerra Civil Castellana (1366–1369): Moya fue escenario de enfrentamientos entre los bandos de Pedro I «el Cruel» (apoyado por Inglaterra) y su hermanastro don Enrique de Trastámara (respaldado por Aragón y Francia). La guerra dejó la zona devastada y sembró el caos institucional. Las órdenes Militares, tanto la Orden de Santiago como la de Calatrava, intentaron hacerse con el control de Moya, aprovechando su valor defensivo y su ubicación clave en las rutas entre Castilla y Aragón.
- Consecuencias para la población, el auge del bandolerismo. Tras conflictos como la Guerra de los Dos Pedros (1356–1369), muchos soldados y mercenarios quedaron sin paga ni señorío. En la Baja Sierra esto se tradujo en: Grupos armados itinerantes, no eran ejércitos regulares, sino bandas de excombatientes desmovilizados, mercenarios sin contrato.
BIBLIOGRAFÍA
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Primera Crónica General de España (c. 1270-1284). Fundamental para el contexto político y militar de la Castilla del siglo XIII.
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Fuero de Cuenca
Ed. crítica de Rafael de Ureña y Smenjaud (1935). Base jurídica de la repoblación y organización territorial en la región.
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Ed. Luis Charlo Brea (1999). Relatos contemporáneos sobre Alfonso VIII y Enrique I.
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Martínez Díez, Gonzalo
Los templarios en los reinos de la Península Ibérica. Ed. Cátedra. (1993).
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Ruiz Gómez, Francisco
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Ermitas y espiritualidad mariana en el Alto Turia.
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Archivo Parroquial de Moya y Libros de Fábrica de Garaballa y Garcimolina
Contienen referencias a los orígenes legendarios y primeros cultos.
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Historia de la muy noble y leal villa de Moya (Ed. Añil, 1947). Crónica local con documentos sobre Juan González de Roa.
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Marianismo rural en la península Ibérica: ritos, caminos y ermitas. Universidad de Castilla-La Mancha.
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Vauchez, André
La espiritualidad del Occidente medieval (Cátedra, 1995). Contexto sobre devociones populares (vírgenes aparecidas, setenarios).
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Castro, Caridad, Pepe
Peregrinos en la España medieval. (Ediciones Nowtilus, 2010). Rutas alternativas, hospederías y simbolismo espiritual.
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El castillo de Moya, arqueología de fortaleza medieval (Diputación de Cuenca, 2015). Estudio arquitectónico y estratigráfico del bastión.
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Retuerce Velasco, Manuel
La Serranía Conquense en la Edad Media. Poblamiento y estructura social (AACHE Ed., 2009). Asentamientos como Casas de Garcimolina.
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Primera mención documental de «La Casa de García Molina». Censo de pecheros de Carlos I, 1528.
Tomo I, pág.: 133 https://ine.es/prodyser/pubweb/censo_pecheros/tomo1.pdf
-
Archivo municipal de Moya, 1380-1400, Pedro López de Ayala
-
Real Academia de la Historia
https://bibliotecadigital.rah.es/es/consulta/registro.do?id=12781
-
Recursos digitales
- https://gw.geneanet.org/foullon?lang=es&n=de+roa&p=juan+gonzalez+de+roa
- https://palomatorrijos.blogspot.com/2020/04/juan-gonzalez-de-rosa-senor-de-moya-y-de.html
-
Documentos de órdenes militares
Archivo Histórico Nacional (Madrid). Sección órdenes Militares (Santiago, Calatrava).
- Pergaminos y cartularios: encomiendas en Cuenca y Moya (siglos XII-XIV).
- Consultas sobre posesiones en la zona oriental de Cuenca. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=50989
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Molino de harina siglo XVIII

MOLINO HIDRÁULICO DE HARINA
BAJA SIERRA DE CUENCA
SIGLO XVIII

Molino de harina siglo XVIII: simulación de Casas de Garcimolina-Algarra
LOS MOLINOS DE AGUA EN LA BAJA SERRANÍA
- De relevancia histórica, fueron usados para la molienda del grano, alimento básico de la población durante la Edad Media y hasta mediados del siglo XX.
- Muy comunes en la región, especialmente en las zonas cercanas a los ríos y arroyos.
- Aprovechaban la fuerza cinética del agua, para mover una rueda hidráulica o turbina que, a su vez, hacía funcionar la piedra superior ajustable, de moler el grano.
- Los que se encuentran a lo largo del río Cuervo y los ojos de Moya, en la parte sur de la Serranía, todavía son visibles y forman parte del atractivo de la zona.
- Por desgracia muchos se han perdido, están en ruinas o se han reconvertido en viviendas, sin conservación alguna.
Contexto histórico y cultural
- Orígenes: Los primeros molinos de agua, datan del Imperio Romano (siglo I d.C.), pero su uso se extendió en la Edad Media, especialmente en Al-Ándalus, donde se perfeccionaron sistemas de riego y molienda.
- Función social: Centros donde se compartían noticias, conocimientos y leyendas.
- Economía: El pago por los trabajos realizados por el molinero era la “Maquila1”, que consistía en retención de una porción del grano molido, generalmente un 10%.
Producción de harinas utilizando la fuerza del agua
- «De planta rectangular, construidas con grandes piedras y argamasa, sobre todo en base y cimientos, completándose en la parte superior con tapial en unos casos y/o piedra de mampostería en otros».
- Integrando las caballerizas o cuadras, la cocina, la casa del molinero y el almacén.
- Obra de ingeniería para moler el grano y hacer harina, gracias a la energía que produce un salto de agua. El agua transcurre con cierta calma por las acequias, pero ha de ser capaz, utilizando la fuerza de caída, sobre los álabes del rodezno, para poner en marcha el mecanismo de la muela volandera (superior); que, mediante un eje y un engranaje realizaba la molienda, girando sobre la muela inferior fija.
- Serie de mecanismos, que se combinan formando un singular sistema hidráulico y mecánica. Transformando la energía del agua en trabajo útil. Moler granos, producir harina, actividades de forja y/o el bombeo de agua.
- Las tahonas: eran molinos de harina, cuya rueda se movía con caballerías.
La estructura del Molino2
- Edificio principal o torre del molino, albergaba la maquinaria y protegía el mecanismo de las inclemencias del tiempo, en su interior se ubicaban:
- Cámara de molienda: Donde se sitúan las piedras de moler (muelas).
- Espacios: Para almacenar el grano y la harina. Así como las cuadras, las zonas de carga, descarga y vivienda.
- Ubicación: Ríos o arroyos, para aprovechar el flujo constante de agua.
Impacto social y económico
- Autoabastecimiento: Los pueblos se proveían de pan, con los molinos artesanos.


Tecnología y mejoras
- Innovaciones árabes: Los árabes introdujeron mejoras tecnológicas en los molinos, como la rueda de cangilones y el empleo de engranajes.
- Diversificación: Además de moler granos, molinos harineros o de aceite, también se usaban para bombear agua, riego de campos agrícolas, o trabajar los metales (martinetes), fraguas y herrerías.
Elementos auxiliares
- Cubo o depósito: Acumula el agua y asegura un flujo constante. De piedra, ladrillo o madera, servía de regulador para alimentar el rodezno con la presión necesaria.
- Enrejado, rejilla o criba: Filtrador de ramas y piedras, para evitar obstrucciones.
- Conducto inclinado o vertical: Acelerador del agua, antes de que llegue golpear los álabes de la rueda hidráulica o rodezno.
- Tornajos, (dornajo o gamellón): Troncos enteros o medios, vaciados.
- Tornajeras: (Serranía Cuenca), la sucesión de medios troncos en hileras forma canalizaciones. Ensamblados para que la fuerza natural del agua, se transformaba en un movimiento mecánico coordinado, permitiendo la molienda del grano sin la necesidad de esfuerzo físico directo.
Algunos molinos contaban con mecanismos adicionales
- Cernedores: Dispositivos para tamizar la harina.
- Acarreo y transporte:
- Recogida y transporte del grano, desde campos lejanos hasta la tolva.
- Entrega de la harina, una vez molida a domicilio.
Elementos hidráulicos y de captación del agua
- Función de compuertas y mecanismos de control: Permiten ajustar el caudal que llega, controlando la apertura y flujo del agua hacia el rodezno y las muelas.
Canales y presas (Caz y Azud)
- Caz, Acequias o Atarjeas: Canales para conducir el agua hasta el molino.
- Azud: Pequeña presa o canal, que eleva el nivel del agua hasta un depósito para aumentar su fuerza, su diseño permitía regular el caudal.

Herramientas, aperos de construcción y mantenimiento
- Instrumentos de carpintería y herrería: Dado que muchos de los componentes del molino eran de madera (como la rueda, el eje y la estructura del techado del edificio), se necesitaban herramientas como sierras, martillos, cinceles y llaves para su fabricación y posterior reparación.
- Dispositivos de ajuste: Entre ellos se incluían palancas o mecanismos de cuñas que permitían regular la holgura entre las dos piedras de moler, lo que era decisivo para obtener la textura deseada en la harina.
- Elementos de fijación: Tornillos, pernos, pasadores y anclajes de metal o madera, se empleaban para unir las partes móviles y mantener la estructura firme, facilitando el mantenimiento periódico.
- Cabria3, Trucha, Molinete o Toro: grúa de madera de castaño o roble, sita al lado de las muelas y utilizada para levantar las piedras, cuando se cambian o vuelven a ser talladas. En el tallado de las piedras (picarlas), se utilizan cuatro herramientas:
- Piqueta, pica o pico: Para hacer los canales o surcos de las muelas.
- Bujarda: Herramienta cubierta por dientes piramidales, que se utiliza en la cantería para labrar la piedra y conseguir superficie con aspecto rugoso.
- Mazos y cinceles: Utilizados para tallar y reparar las piedras.
- Palanca regulación: Ciñe el espacio entre piedras y asigna la textura de la harina.
- Aceites y grasas: Lubricaban los ejes y engranajes.
HERRAMIENTAS UTILIZADAS
- Rueda Hidráulica Horizontal: Rodezno o aceña, aprovecha la energía del agua y hacer girar la maquinaria del molino. Unida al eje, transmite el movimiento rotatorio del árbol sobre un eje fijo de revolución, para moler los granos.
- Función: Convertir la energía cinética del agua en movimiento rotatorio.
- Corazón del molino: construida en madera y reforzada con piezas de metal, podía ser de diferentes tipos (de palas o de cangilones), según la disponibilidad de agua y las características del terreno.
- Tipos de Rueda:
- Horizontal (Rodezno o rodete): Común en zonas montañosas, accionada por agua que cae verticalmente sobre sus paletas.
- Rueda vertical (Aceña): Usada en molinos romanos y medievales, con mayor capacidad para corrientes lentas.
- Álabes: Paletas o cuchillas en la rueda del molino, para captar la energía del agua en movimiento. El agua fluye y choca contra ellos, hace girar la rueda del molino. Lo que permite transformar la energía del agua en energía mecánica para accionar las muelas y moler el grano.
- Árbol: Conectaba el rodezno con la piedra móvil (superior), para transferir el movimiento de la rueda hidráulica a las piedras. Termina en una punta de hierro, llamada espada, que une con la piedra volandera mediante el “gorro”, anclado en la “Nadeja4”, pieza de hierro colocada en el “anal” (ojo), de la piedra volandera.
- Piedras de Molino: o muelas, para moler cereales (trigo, maíz, escanda). La calidad de la harina dependía en gran medida de la superficie y el material de estas.
- Función: Triturar entre una piedra fija (solera) y otra móvil (volandera).
- Materiales: Piedra tallada con surcos de caliza, granito o basalto.
- Inferior: Llamada solera o muela fija, no se mueve, asentada fija en la estructura del molino. Actúa como contrapunto a la piedra móvil.
- Superior: Conocida como volandera, corredera o muela móvil, gira sobre la fija y, al rozar contra ella, las hendiduras de molturación trituran el grano.
- Control del espesor: El espacio entre la solera y la volandera determina el grado de molienda. Al ajustar la holgura, mediante mecanismos de palanca o cuñas, se controla el grosor de la harina obtenida.
- Durabilidad y calidad: La solera debe estar hecha de un material que resista el desgaste constante por el roce del grano y la volandera, ya que su buen estado es esencial para conseguir una molienda eficiente y una harina de buena calidad.
- Tambor: Prisma octogonal de madera, con un agujero en el centro, que cubrirá la piedra volandera. Encima del tambor se colocará el caballete o burrilla.
- Tolva: Depósito donde se vertía el grano antes de ser molido. Contenedor, generalmente de madera, que se encuentra en la parte superior de la estructura, de forma cónica o piramidal invertida. Permite que el grano se concentre en el centro, para ser dosificado de manera uniforme. Incorpora dispositivos como compuertas o válvulas que permiten regular la cantidad de grano que se va a moler y que se vierte. Gracias a la inclinación y al diseño, el cereal se distribuye uniformemente sobre las muelas.
- Tarabilla o Triquitraque5: Mecanismo que golpea la tolva para ayudar a que el grano caiga de manera uniforme. El golpeteo repetitivo de la tarabilla, se describe como «sonaja».
- Burrilla o burrera: soporte o estructura que sostiene la tolva.
- Harnero: Criba para separar la harina fina del salvado.
- Sacos y medidas: Almacenar y transportar la harina.
- Caballete o burrilla: Deberá soportar la tolva o tramoya y, colgado con dos correas, el Triquitraque5, que será movido por la carraca, pieza de hierro o madera, que se gira al estar unida a la nadeja, de la piedra volandera. Un tensor, llamado trinquete, sube y baja la “Candeja6” del triquitraque.
- Guardapolvo: Prevenir la contaminación e higiene de la harina, por partículas, durante la molienda. Reduciendo la cantidad de polvo para salud del molinero.
- Torillos: De un tornillo sinfín, fijados al extremo de la grúa, cuelgan unas pinzas, que servirán para levantar la piedra volandera, cuando haya que picarla o moverla.
- Cajas de Harina: Farinal o harnero, contenedor de madera, que almacena y recoge la harina molida, situados bajo las piedras de molino.
- Canaletas, Acueductos y Compuerta: Formación de madera o piedra que regulaba y dirigía el agua hacia el rodezno, nutriendo un flujo constante y eficiente.
- Tornillos y Engranajes: Ajustar la distancia entre las piedras de molino.
- Función: Transmitir el movimiento de la rueda hidráulica a las piedras de molino. El rodezno está acoplado a un eje que, con engranajes, poleas o manivelas, transfiere el movimiento a la piedra de moler. Este conjunto permitía convertir el giro de la rueda en un movimiento adecuado para la molienda y ajustaban la velocidad de rotación, optimizando la molienda.
- Saetín o canaleto: Mecanismo regulador de flujo del agua canalizada del caz, hechos de madera, metal u obra, desemboca en la rangua, espacio o abertura por donde pasa el agua para mover las piedras del molino. La apertura tiene que ser precisa para lograr suficiente energía hidráulica que haga girar el rodete, el eje, la espada y la muela volandera, de manera controlada y constante. Entra en contacto con los álabes del rodezno, procurando una molienda uniforme y eficiente,
- Aliviador: Mecanismo que regula y controla de manera uniforme la distancia de las piedras, evitando sobrecargas o bloqueos. Ajusta la calidad del grano molido. El molinero y la experiencia, van controlando el ruido, el olor, la velocidad de las muelas y la separación entre ellas. Si estaban muy separadas, el grano no se molía; si estaban demasiado juntas, por la fricción, la harina se calentaba y se llegaba a quemar (olía a obrador) y se producía mayor desgaste de las piedras.
- El puente: pieza metálica que va debajo del rodete, sobre el que pivota el árbol y bascula por medio de una palanca de alivio, haciendo que la piedra volandera se despegue de la durmiente, con el fin de permitir fácilmente el arranque del molino.
- Rangua: pieza fija, generalmente de metal, que se encuentra incrustada en la bancada del molino. Sirve como soporte para el gorrón y permite que el eje del molino gire de manera estable, a modo de peonza.
- Gorrón: Es el extremo del eje del molino que se apoya en la rangua, permite la rotación del eje y, de las muelas del molino. Este componente, es crucial para la transmisión de la energía hidráulica a las piedras de moler.
Molinos de una sola piedra7
- Diseño simple de regiones rurales montañosas, donde se utilizaba la energía hidráulica. Manuales, traídos por las primeras repoblaciones, consistían en dos piedras para triturar. Una fija anclada a la estructura del molino y otra móvil, movida por la fuerza centrífuga y que iba desplazando la molturación del grano hacia el exterior, que era recogido en el guardapolvo.

Piedras de Molino: o muelas, para moler cereales (trigo, maíz, escanda, etc.) 
Mencionado en el Catastro del Marques de la Ensenadas de 1752, y que fue efectuado en La Casa de Garcimolina.
- El Marqués de la Ensenada, realizó una encuesta entre 1749 y 1756 en más de 15,000 localidades de la Corona de Castilla. Incluía 40 preguntas.
- “A la pregunta diez, y siete digeron = que solo hay un molino Arinero, que es propio de este Lugar, y de el de Algarra, el qual dista de esta Poblacion, quatrocientos pasos con corta diferencia, tiene Cava, y muele con solo una piedra, con Agua suficiente, el qual tiene arrendado Ignacio Armengol, vecino del Lugar de Ademuz, y pago de renta, que por mitad se parten los Conzejos de ambos Lugares, veinte, y tres fanegas de Trigo, y trescientos, y treinta Reales Vellon, que Regulan vale por quinquenio, deviendo prevenir existe dicho Molino en la division, y Mojonera de los dos Terminos, por cuyo motivo se parte Su producto entre este Lugar, y el de Algarra”.
El proceso completo de producción de harina
- Recogida del grano: Que se va a moler, trigo, cebada, maíz u otro cereal.
- Limpieza del grano: Eliminar impurezas, como piedras, hojas y residuos.
- Almacenamiento del grano: El grano limpio se almacena en el granero o silo del molino, donde se mantiene seco y protegido hasta que se necesite.
- Alimentación del molino: El grano se alimenta al molino a través de tolvas o conductos que lo llevan hasta las muelas, que son las piedras de moler.
- Molienda del grano: Pasa entre las muelas, donde se tritura y se convierte en harina, las muelas de piedra con ranuras y surcos, ayudan a desmenuzar el grano.
- Tamizado de la harina: Después de molida, la harina se tamiza para separar las partículas finas de las gruesas, con tamices o cernedores.
- Almacenamiento de la harina: La harina tamizada se almacena en el farinal, donde se mantiene en sacos o recipientes para su conservación.
- Distribución de la harina: Se distribuye a panaderías, o a consumidores, para su uso en la elaboración de diversos productos alimenticios.
Proceso de molienda
- Los molinos medían el grano de diferentes maneras dependiendo de la cantidad de producción, el tamaño del molino y la capacidad de sus ruedas de moler. El proceso de molienda era manual y se realizaba de forma personalizada, ya que los molinos recibían el grano de diferentes campesinos o productores y, a cambio, se les entregaba una parte del grano molido, conocida como la maquila o puñera.
- La porción del molino “maquila o puñera”: fracción del total del grano, variaba entre el 10% y el 15% del total que se procesaba, aunque esto también dependía de la negociación entre el molinero y el propietario del grano.
- El grano de trigo, cereal que más se molía, se transportaba en carros y carretas desde las zonas de cultivo al molino. Se lavaba y se dejaba mojado un par de horas.
- Con la humedad idónea, se empezaba a moler. Mientras tanto, los animales se cuidaban en las caballerizas y los labriegos aprovechaban para hacer tratos.
- Humedecido el trigo, se echaba en la tolva a capazos, bajaba por la canaleta (cibera) ayudado del golpeteo de la tarabilla, caía por el centro de la muela corredera y comenzaba la molienda, al pasar entre las dos muelas (la inferior, la solera, inmóvil).
- La harina integral, salía por la piquera hacía el farinal, se cernía y separaba la harina del salvado. La harina, para consumo humano y el salvado, para los animales.
- Las muelas se iban desgastando, cada cierto tiempo había que volver a marcar los surcos o arroyos con herramientas apropiadas, en un proceso que se denominaba «picado». Para poder moverlas y picarlas se ayudaban de la cabria o grúa. Las muelas solían ser de unos 800 o 1000 Kg.

MEDIDAS UTILIZADAS
Durante la edad media, muchas veces la palabra almud se entiende por fanega8.
- El cahíz9 era igual a 12 hanegas10, y en otras partes a 12 almudes11.
- Una carga 4 hanegas
- Una hanega 2 almudes.
- Un almud 8 celemines12.
“A pesar del mandato de D. Alonso XI, dentro de pocos años se volvieron á viciar de tal modo las pesas y medidas, que cada lugar las tenía diferentes, hasta que D. Fernando y Doña Isabel, en las Cortes de 1488, mandaron quebrar y romper cuantas pesas y medidas existían faltas y defectuosas, y que se conservasen las antiguas justas y exactas”, las cuales han llegado hasta nosotros.
Medidas de semillas en Castilla desde 1488
- El cahíz = 12 fanegas.
- La fanega igual al medimno13 griego y romano.
- 6 modios italianos = 12 celemines.
Medidas de Capacidad
Las medidas de capacidad eran básicas para garantizar una producción eficiente:
- Fanega: Unidad de medida tradicional para el grano y áridos en España. Una fanega equivalía aproximadamente a 55,5 litros. Se utilizaba para medir tanto el grano antes de molerlo como la harina después del proceso.
- Trigo: 94 libras. 43,2 kg.
- Centeno: 90 libras. 41,4 kg
- Cebada: 70 libras. 32,2 kg
- La media fanega: Recipiente de madera rectangular con mango y con un extremo curvado para facilitar la salida del contenido. En todas las casas había una y se utilizaba con frecuencia como cuna para los bebés.
- Cuartal: Cuarta parte de la fanega, equivalente a 13,87 litros.
- Sacos: Los sacos eran el principal medio de transporte y almacenamiento para el grano y la harina. Los sacos estándar solían tener una capacidad de una fanega, aunque podían variar según las necesidades del molinero.
- La puñera: pala curva, utilizada por molineros para cobrar en especie, el porcentaje correspondiente de moler el grano llevado. Su capacidad venía a ser de medio kilo, retirando una puñera por cada celemín, equivalente al 10 % del grano molido. Bien cargada, era de 1 kg, o casi un cuartillo.
Variaban según la región y el tipo de molino, en molinos tradicionales de agua, se hacían servir para cuantificar el grano que se procesaba, las siguientes:
- Fanega:
- Unidad de medida común en la España medieval y moderna, para cereales.
- En el contexto de los molinos, Una fanega, representaba una cantidad de grano que podía ser molida en una sesión de molienda.
- El valor exacto de una fanega variaba según la región, pero en la mayor parte de Castilla-La Mancha y otras zonas de España, equivalía a unos 55-56 litros.
- Alqueire (del árabe al kayl):
- Medida de volumen utilizada especialmente en el contexto agrícola.
- Bolsas o cestas de carga que se ponía, atadas a ambos los lados de los animales en el transporte de carga.
- Distintas equivalencias dependiendo de la zona, pero en general se consideraba que 1 alqueire era aproximadamente 20-24 litros de grano.
Medidas de Volumen
- Celemín: Una doceava parte de la fanega, equivalente a unos 4,63 litros.
- Cuartillo: Cuarta parte del celemín, equivalente a 1,16 litros.
- El cuartillo unidad más pequeña de medida, equivalente a 1/4 de la fanega.
- En algunos lugares, se usaba para medir la cantidad de grano que entraba en el molino en una sola vez. Aproximadamente, 1 cuartillo equivalía a 13-14 litros.
- Mochos:
- Los mochos eran una unidad de medida que se utilizaba en algunos molinos de agua, especialmente en aquellos que se encontraban cerca de zonas agrícolas.
- Esta medida se refiere a una cantidad de grano que era procesada en un ciclo de molienda. La equivalencia variaba según el molino, pero en general, 1 mocho podía equivaler a entre 8 y 10 litros.
Medidas de Peso
- Arroba: Una medida de peso que equivale a 11,5 kilogramos.
- Libra: Una medida de peso que equivale a 460 gramos.
- Onza: Una medida de peso que equivale a 28,76 gramos.
Los pesos con molineros resultaban peliagudos
- Maquila1: Porción de grano, harina o aceite que corresponde al molinero por la molienda. Para cobrar, por cada cuartal de molienda, utilizaba la puñera, contenido de una pequeña caja de madera de unos 1,5 dm3 (litro y medio).
- Lo habitual era que el molinero se quedase con una parte mayor de la que le correspondía en concepto de puñera (tercera parte del celemín), bien porque tenía la báscula amañada o por cualquier otro procedimiento que le permitiese obtener un beneficio adicional, haciendo bueno el dicho de: “Cambiarás de molinero, pero no de ladrón”.
Prácticas comunes de molienda:
- En algunos molinos, se medía por toneladas o quintales, especialmente cuando se trataba de molinos comerciales que procesaban grandes cantidades de grano.
- Los molineros solían tener tarifas fijas por tonelada o fanega procesada, y la cantidad de grano molido se registraba para asegurar un pago justo.
Para evitar la picaresca
- Existía en cada ayuntamiento una persona encargada de contrastar o “aferir14” los pesos y medidas. Todos los establecimientos de venta de productos al peso o por medida estaban obligados a contrastar periódicamente sus instrumentos de medida con los patrones oficiales del ayuntamiento.
Unidades relacionadas con el rendimiento del molino
- Molienda: un molino podía procesar una fanega por jornada, o una determinada cantidad de cuartillos o mochos, dependiendo de la capacidad de trabajo de las ruedas de molino y la fuerza hidráulica disponible. Dependía de factores como el caudal de agua, el tamaño de las piedras de moler y la eficiencia del molinero.
Importancia del Molino
- Los molinos hidráulicos no solo eran fuentes de harina, sino también centros de reunión social y económica. Proveían empleo y permitían a las comunidades rurales ser autosuficientes. La tecnología empleada en estos molinos era avanzada para su tiempo y representaba un uso eficiente de los recursos naturales disponibles.
- La existencia de estos molinos en la baja sierra de Cuenca es un testimonio de la ingeniosidad humana y de cómo las comunidades rurales adaptaron la tecnología a su entorno para satisfacer sus necesidades básicas.

ODA A LOS MOLINOS
Bajo un sol fulgente, que en oro resplandece,
sus ruedas eternas, el tiempo mece.
El agua danza, su canto sincero,
tejedor de sueños, legado certero,
la auto eficiencia brota, abraza y permanece.
En su giro infinito, el tiempo atrapado,
historias susurran de esfuerzo pasado.
Testigos de ingenio y manos obreras,
en cada piedra molida, memorias sinceras,
la fuerza del pueblo, ¡su esperanza anclado!
Por siempre, los molinos, guardianes del ayer,
de manos laboriosas, que historia tejen.
En su danza constante, la esencia revive,
el río reclama, la vida percibe.
Alabemos la tierra, con gloria y amor,
que en su seno encontramos eterno ardor.
Garcimolina Asociación
Como cobrar la lotería de las fiestas

La lotería vendida por la Comisión de Fiestas de Garcimolina, con el número 99.414, ha sido premiada con 20€ por papeleta. Todo aquel que haya comprado ya puede cobrarla, acudiendo a la persona a la que se la comprara.
Si la lotería se compró en la panadería Diego de Landete, se procederá de la misma manera. Si la lotería se compró en barra, para proceder al cobro habrá que acudir al pueblo en Semana Santa o a la barra en la semana de fiestas.
Es imprescindible entregar las papeletas, sin las papeletas no se podrá cobrar la lotería. Para cualquier otra duda podéis contactar con la comisión a través de su perfil de Instagram o de este correo comisiongarcimolina2023@gmail.com. Muchas gracias a todxs y felices fiestas!
Reconocimiento a Amador Martínez por la UDP de Cuenca

El 13 de noviembre de 2024 se ha celebrado la I Gala Solidaria de la UDP en el auditorio Jose Luis Perales de Cuenca. En dicha gala se ha reconocido la labor de los últimos años a Amador Martínez a través de la Asociación de Vecinos y Personas Mayores «Peña el pardo».

Se aprueba la mejora del tramo entre Santa Domingo de Moya y Algarra de la CUV5003

El pasado 21 de agosto se publicó en el Boletín Oficial de la provincia de Cuenca la aprobación del proyecto de mejora del trazado de la carretera CUV5003 entre Santo Domingo de Moya y Algarra. Dicho proyecto de mejora costará alrededor de 3 millones de euros y, no sólo se centrará en repavimentar la calzada existente, sino que se suavizarán varias curvas y se ensanchará ligeramente la existente.
Por otra parte, y lo más interesante para los garcimolineros, es lo relativo a la travesía, ya que constará de un arcén a ambos lados. Dicha travesía irá desde el cartel de entrada al pueblo a la salida del lavadero. Es por ello, que parte de los terrenos situados en la orilla izquierda serán expropiados para llevar a cabo dicha ampliación.


Sobre nosotros
El objetivo es impulsar la participación y el desarrollo del asociacionismo, entre las personas mayores de Casas de Garcimolina y su entorno.
A veces, la parte más difícil de encontrar el éxito, es reunir el coraje para comenzar.
Las personas provechosas no miran hacia atrás para ver quién los observa, solo al frente y sus metas.
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“No digas poco en muchas palabras, sino mucho en pocas.” — Pitágoras —











